Las acusaciones entre los dos partidos que más votos adquirieron en las pasadas elecciones, Libre y el Partido Nacional, que alegan que el otro está aliado a las maras y pandillas, y al crimen organizado en general, debe levantar las alarmas de todos, más allá de la retórica partidaria, por el peligro que representa la entrada en la política del crimen organizado (narco o pandillas) para la sociedad en general. No debe tomarse como una acusación a la ligera, bebe investigarse hasta el fondo y detenerse.
El Partido Nacional arremetió esta semana contra Salvador Nasralla y Manuel Zelaya, líderes de la Alianza de Oposición Contra la Dictadura, acusándolos de querer robarse las elecciones el pasado 26 de noviembre con el apoyo de maras o pandillas, crimen organizado y agentes extremistas internacionales.
Afirman, que las pandillas intimidaron a activistas nacionalistas e impidieron el voto (calculan) de más de cien mil personas que habrían votado por Juan Orlando Hernández.
La misma denuncia hizo en su momento el periodista David Romero Ellner de Radio Globo que afirmó la existencia de por lo menos 150 actas de urna en Cortés en donde el Partido Nacional aparecía con cero votos. Según dijo en su momento, las pandillas impidieron el ejercicio del voto de aquellos que identificaron como nacionalistas, suplantaron los representantes de las MER del Partido Nacional y llenaron las actas dando todos los votos posibles a Salvador Nasralla, que salió ganador con un amplio margen en las zonas ahora mencionadas.
En varias ocasiones Nasralla y Zelaya, antes y después de las denuncia del Partido Nacional, afirmaron que es el Partido Nacional quien tiene los vínculos con el narcotráfico, poniendo como ejemplo el vínculo comprobado entre los Cachiros y Fabio Lobo, durante el gobierno de Porfirio Lobo Sosa y las declaraciones hechas por los cachiros en las cortes de Estados Unidos en donde mencionan a varios políticos del Partido Nacional (así como al hermano del expresidente Zelaya).
Usando una falacia ad hominem, Libre pretende desacreditar la acusación del Partido Nacional argumentando que el emisor de la denuncia no tiene la altura moral para sostener el argumento, pero en ningún momento ha ofrecido su ayuda para aclarar la sospecha, que debe ser prioritario, por el bien de la democracia y de Honduras.
Manuel Zelaya llegó al extremo de decir en un tuit que “El Estado organiza escuadrones de la muerte y utiliza a los cabecillas de las maras para matar cuando salen del pozo,” agregando que “Las declaraciones de Ebal son una amenaza directa contra la alianza.”
Salvador Nasralla declaró a la prensa que “Juan Orlando Hernández es el capo de la droga de Centro América”.
“Después de las elecciones nuestro enfoque ha sido la consolidación de una ruta de paz que permita que avancemos juntos como país. Aun cuando vemos a grupos extremistas encabezados por Salvador Nasralla y Manuel Zelaya generando actos de violencia apoyado por mareros, crimen organizado, narcotráfico y los agentes extremistas internacionales, nunca perdimos la esperanza que los desacuerdos políticos podían ser dirimidos en una mesa de dialogo donde los intereses del país se sobrepongan ante cualquier interés político y/o personal,” afirma en un comunicado el Partido Nacional.
El comunicado además agrega: “Aun cuando Nasralla y Zelaya siempre promovieron falsas acusaciones de fraude, repitiendo mentiras y generando odio como un intento premeditado para aislar a Honduras de la comunidad internacional, hemos preferido que los hechos hablen por sí mismos, basados en la confianza y en la certeza de la comunidad internacional reconocería que los ciudadanos de Honduras eligieron a sus autoridades presidencial, legislativas y municipales de forma legítima y democrática.”
¿Realmente apoyan las maras a algún candidato?
En febrero de 2016, en medio de la Operación Avalancha, la Agencia Técnica de Investigación Criminal (ATIC) dio captura al alcalde liberal de Talanga, Francisco Morazán, Jorge Neftalí Romero, bajo los cargos de asociación ilícita y lavado de activos.
Según la información suministrada por la policía, Romero logró la alcaldía gracias al apoyo que recibió de la MS-13, que buscaba hacer que el alcalde de Talanga fuera elegido diputado “y desde ahí postularlo a la presidencia del Congreso Nacional”.
Al igual que el alcalde de Talanga, el alcalde nacionalista de Sulaco, Yoro, José Adalid Gonzáles fue detenido por liderar una banda criminal que operaba en la zona. Como él, el alcalde de Yoro Arnaldo Urbina Soto, también nacionalista, fue detenido por cargos relacionados con el crimen organizado.
El diputado liberal Fredy Nájera enfrenta actualmente un pedido de extradición por una corte de Nueva York bajo los cargos de conspirar para introducir cocaína a los Estados Unidos. No ha sido extraditado aún porque tiene un proceso activo en Honduras por los cargos del homicidio dos personas.
Geffry Darío Guzmán Tobar, se postula como candidato a alcalde del municipio de El Paraíso, Copán por el partido Libertad y Refundación (Libre), cuando fue puesto bajo arresto y posteriormente extraditado a Estados Unidos.
La polémica actual
En la polémica actual, el Presidente Hernández ha pedido a la ONU que se investigue presencia de mareros en mesas electorales, un tema que argumenta la oposición no quiere que se incluya en la agenda del dialogo.
“Nosotros vimos antes, durante el día de las elecciones y después, la participación de maras y pandillas y crimen organizado queriendo incidir en el proceso electoral, queriendo atemorizar a miembros del Partido Nacional o ciudadanos que apoyaban a Juan Orlando Hernández” afirmó el gobernante.
El gobernante asegura tener además testimonios de lo que pasó en las mesas: “Me reuní con casi 250 miembros de mesas de Partido Nacional del sector de Comayagüela y a todos ellos los fueron amenazar a sus casas y salieron huyendo. Los mareros y pandilleros se tomaron las mesas electorales o mandaron a sus parejas o a su gente más cercana”
A juicio del presidente estas irregularidades no deben volver a repetirse en los próximos comicios porque no le conviene al país ni a su democracia. Advirtió que si esto vuelve a pasar “de repente vamos a tener gobiernos ligados directamente al crimen organizado que les ayudó a llegar allí”.
Sobre los comandos que está organizando Manuel Zelaya, el gobernante aseguró que los integrará con “los mismos que hacen las tomas violentas y que atemorizan a la gente cobrando extorsión.
El ministro de la Presidencia, Ebal Díaz, declaró que el gobierno tiene las pruebas de la presencia de pandilleros como miembros de la oposición en las mesas electorales receptoras.
“Se hizo un mapeo de los centros electorales de las áreas urbanas donde operaron las maras y pandillas” dijo. “La presencia de estos pandilleros en las mesas provocó que más de cien mil personas no llegaran a votar ese día 26 de noviembre”.
Díaz afirma que esto hay documentación. Eso es parte de los elementos que estamos poniendo sobre la mesa que deben tratarse y debe investigarse a profundidad. En esa mesa de dialogo tiene que investigarse a profundidad y así van a poner sobre la mesa de dialogo todas estas pruebas para que se investigue” concluyó.
Nasralla niega vínculos con maras y arremete contra JOH
Salvador Nasralla Rechazó rotundamente las acusaciones del Partido Nacional que le acusó de tener alianzas con maras y grupos criminales y, además, arremetió contra el presidente Juan Orlando Hernández a quién tildó de “Juancito Bandido”, “Capo de la droga”, “Delincuente” y “Líder del crimen organizado”.
“En Honduras los Zopilotes les disparan a las escopetas, quien están cuestionando en los tribunales de Nueva York es a Juan Orlando Hernández y a su familia, Salvador Nasralla no está cuestionado en ningún tribunal, ni ligado a maras, pandillas o narcotráfico.” Sostuvo Nasralla.
Nasralla se refirió sobre el comunicado que hizo público el Comité Central del Partido Nacional, “Quién firma la carta, me pregunto. Quién es ese comité. Es alguna persona que maneja el narcotráfico en La Paz, la persona que explota mina en La Paz, es la presidenta, o el que maneja el narcotráfico en Olancho, porque cuando Juancito el bandido nació en 1968 yo ya era empleado de Emisoras Unidas.”
“En el tribunal de Nueva York está acusado Juan Orlando Hernández, su hermano, su familia y varios diputados. En la directiva del Comité Central del Partido Nacional hay gente involucrada con la droga. Pregúntenle al comisionado de Policía Henry Osorto Canales, a María Luisa Borjas, ellos estuvieron como comisionado de policía cuando estas personas gobernaban” afirmó Nasralla.
El 2 de marzo de 2013, en la ciudad de New Orleans, en un evento organizado para recaudar fondos para la primera campaña de Salvador Nasralla, este argumentó que “las maras son amigas nuestras. Cuando escuchan un comentario en contra de este movimiento me llaman para preguntarme qué hacemos con el periodista que habló mal de usted.”
Cinco años después, esas declaraciones vienen a la mesa, como prueba de la cercanía que el Partido Nacional afirma tiene Salvador Nasralla, quien lejos de aclarar el tema se empeña en reducirlo con calificativos que nada abonan.
Si las pandillas intentaron entrar en política (nuevamente), si el crimen organizado está detrás de una campaña o una crisis, que como hemos visto no es monopolio de un solo partido político, se debe investigar, por el bien de todos y todas.
