Proteccionismo 2.0: Doctrina económica, opuesta al librecambismo, que intenta favorecer la producción nacional frente a la competencia extranjera haciendo pagar impuestos por la importación de productos extranjeros y favoreciendo a los nacionales con medidas especiales.
Una nueva era, la postmodernidad, la presión del populismo, la expansión del capitalismo de estado y la recesión geopolítica todo esto está trayendo de vuelta el proteccionismo en una versión 2.0 o Pro, una serie de movimientos considerados antisistema en los mercados desarrollados está forzando a los políticos a ir hacia un enfoque más mercantilista.
China está desempeñando un papel muy importante en este resurgimiento con la compra de activos extranjeros específicos, ha creado preocupación que podría no tardar en convertirse en inestabilidad en el mercado.
Esto sucede en el contexto del G-Zero y el debilitamiento de los Estados Unidos del liderazgo mundial, en este marco del mercado y políticas económicas está acéfalo porque nadie esta dispuesto a recomendar nuevas reglas para gestionar las transformaciones necesarias.
Estas tendencias marcan el regreso del Proteccionismo en una versión más completa y moderna, fortalecida:
“Los gobiernos no solo están tratando de proteger las ventajas comparativas en los sectores tradicionales como la agricultura, los metales, los productos químicos y la maquinaria, debido a la preocupación por la pérdida de empleos o intereses económicos internos,” analiza el artículo de eurasiagroup.net.
Podría traducirse en una época de seguridad interna en todos los sentidos de los negocios, un aseguramiento del capital propio, esto incluye por supuesto la economía digital, la protección de la propiedad intelectual y las tecnologías, medidas detrás de la frontera; rescates, subsidios y requisitos de «compra local» son diseñados para reforzar a las empresas e industrias nacionales, todo esto se basa en una incapacidad colectiva para actualizar y fortalecer las reglas de comercio mundial existentes, o la falta de la voluntad para transformar los reglamentos y actualizarlos en base a las nuevas tecnologías y demandas.
Nuevos riesgos comerciales serán planteados por la falta de voluntad de escribir nuevas reglas en conjunto, supervisadas y reguladas no hay control contra el crecimiento del proteccionismo.
¿Será posible la coexistencia del proteccionismo con los acuerdos regionales y tratados de libre comercio? No existe una desregularización que permita un entendimiento bilateral y que evite que se convierta en algo complejo y contradictorio, se esperan más restricciones, falta de confianza en la cadena de suministros, esto a nivel de empresas y gobiernos, políticas estatales y regionales, pero en realidad el impacto lo sentirán los consumidores por un resentimiento político, lo que implicaría un mayor riesgo geopolítico.
Fuente original en inglés:
