Este será uno de los conflictos que probablemente tendrá bastante atención este año en el Medio Oriente, por su triple desarrollo paralelo de cuatro ejes importantes e igual de delicadamente diplomáticos:
* La consolidación de la autoridad de Mohammed bin Salman, el asertivo príncipe heredero de Arabia Saudita.
* La estrategia más agresiva de la administración Trump hacia Irán.
* El fin del control territorial del Estado Islámico en Irak y Siria, que permite a Washington y Riyadh enfocarse más en Irán.
* El cambio de embajada de los Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén y con esto el reconocimiento como capital de esta ciudad, lo que representa que la administración Trump al final tomar partido de una situación que antes manejó muy diplomáticamente.
El movimiento de Donald Trump de mover la embajada de los Estados Unidos a Jerusalén es casi seguro que tendrá sus consecuencias, con el posible resurgimiento de Al-Qaeda y la debilidad del Estado Islámico, o en un caso totalmente extremo la unión de esos frentes en uno mismo.
Según un artículo de Stephen Kalin y William Maclean:
“La designación de Mohammed bin Salman podría hacer a la política saudí más agresiva contra su archirrival Irán y otros rivales del Golfo Pérsico, como Qatar, aumentando la volatilidad en una región ya inestable.”
La rivalidad entre Arabia Saudita e Irán se da en el contexto bélico ya que ambos apoyan a los dos bandos en los conflictos de Siria y Yemen, Irán calificó la designación del príncipe como un “golpe suave.”
El relativamente joven príncipe de 32 años quiere controlarlo todo, así se calificó con la purga que realizó en la que el comité anticorrupción que lidera llevó a cabo el arresto de 11 príncipes, cuatro ministros y docenas de exministros.
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Ante este repentino ascenso al poder del príncipe, el autor del libro Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump, Michael Wolff, ha revelado que Donald Trump contribuyo a esto:
“Hemos colocado a nuestro hombre en la cima,” dijo Trump a sus amigos, según el libro, después de que el rey saudí, Salman bin Abdulaziz Al Saud, sustituyera al anterior heredero, Mohamad bin Nayef (sobrino del monarca) por su hijo Mohamed bin Salman, en junio de 2017.
Aunque la veracidad de la información ha sido cuestionado por el ahora presidente al calificarlo de lleno de mentiras y basado en fuentes inexistentes.
La tensión en el Medio Oriente aumentan al tener acercamientos con Donald Trump, el que en su primer viaje como presidente electo lo realizó a Arabia Saudita, país al que en campaña llamó: enemigo. Pero la compra de armas por un monto de 110.000 millones de dólares ha calmado la tensión y se ha abierto la oportunidad para los negocios, según una fuente de la Casa Blanca que habló con AFP, justificó la compra de armas en el aumento de la capacidad del reino para contribuir en las operaciones antiterroristas de la región, lo que reducirá la carga de las fuerzas militares estadounidenses.
Sumado a esto esta el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y el cambio de embajada hacia esa ciudad, lo que representa un bofetada a los países musulmanes en disputa con Israel y un fin a la diplomacia en una ciudad disputada. Las consecuencias de esa acción aún no se han sentido pero indudablemente se sentirán.
Todo apunta a que la estrategia contra Irán será el agotamiento por la guerra librada tanto en Siria como en Yemen y el aprovechamiento de los puntos débiles.
Fuente original en inglés:
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