La periodista Thelma Mejía inició su disertación con una reseña de la llegada de la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras, afirmando que se hace realidad por el movimiento de Indignados y las marchas de las antorchas. A la sombra de la Comisión Internacional contra la Corrupción y la Impunidad (CICIH), que era lo que pedía el movimiento indignados, y que estuviera adscrita a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), como sucedió en Guatemala.
¿Cómo llega MACCIH? Con una fuerte expectativa ciudadana marcada por la duda, la complejidad y la desconfianza, porque los hondureños, confiamos poco en nosotros mismos y poco confiamos en la institucionalidad por las acciones conocidas.
La misión durante este tiempo ha estado fortaleciendo el andamiaje jurídico, creando y certificando los juzgados anticorrupción que recién han iniciado a operar, también se creó la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC), una unidad fiscal élite para grandes casos de corrupción. Estos juzgados anticorrupción van abordar también casos de redes directivas, como lo establece su mandato legal y jurídico. También han existido reformas a la Ley de la Procuraduría General de la República para que los casos de corrupción no sean conciliables.
Los personeros de la misión han trabajado como parte de ese fortalecimiento institucional en la Ley de Política Limpia y las auditorías del financiamiento de la campaña de los partidos políticos y candidaturas independientes. Actualmente promueven la Ley de Colaboración Eficaz, que se debate en el Congreso Nacional y que está pendiente. Se considera una de las fortalezas del convenio, que establece que si no encuentra la colaboración se retira del país, pese a no ser el resultado deseado por los hondureños, porque sería fracasada la lucha iniciada.
La periodista Thelma Mejía destaca algunos casos en que la misión ha estado asesorando al Ministerio Público desde que llego al país, como los casos del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS). Su vocero dijo que el caso del Seguro Social era un hecho emblemático con el que iban a trabajar. Para Mejía, las condenas de Mario Zelaya no eran fáciles de lograr, porque la misión encontró que los casos estaban siendo mal planteados y se podían perder fácilmente, considerando que en el país el sistema de justicia no tiene un mecanismo para abordar los temas de corrupción.
Otro tema que ha generado expectativas es el caso de la narco política a raíz de la revelaciones de Leonel Rivera Maradiaga, miembro de los Cachiros, de haber aportado dinero para el financiamiento de la campaña política del expresidente Porfirio Lobo Sosa. Para los personeros de MACCIH es un caso ejemplar de cómo operan las redes lícitas e ilícitas de poder para controlar las acciones del gobierno.
Han tenido que enfrentar algunas batallas, expresó la periodista, la primera con la aprobación de la Ley de la Política Limpia. La MACCIH experimentó su primer revés en un encontronazo con los poderes y entendió como es la élite política hondureña y que se necesita buen colmillo para penetrarla. Otra batalla fue la elección de los magistrados del Tribunal Superior de Cuentas, donde la misión se pronunció fuerte y contundentemente sobre la forma de la selección y el retiro de miembros de las organizaciones de la Sociedad Civil por desacuerdo con el procedimientos utilizado; en ese momento afloraron las inconformidades del poder Ejecutivo y Legislativo, quienes le recordaron a la Misión que son únicamente un acompañamiento y que no deben trastocar la soberanía. Apareció todo un nacionalismo que no se ve para otras situaciones.
La incomunicación ha ido incrementando y se ha vuelto casi permanente, como se está observando en la lucha por la aprobación de la ley de Colaboración Eficaz. La voluntad política manifiesta que será para después de las elecciones. Pese a la importancia que tiene para el andamiaje jurídico y aunque es una herramienta para el combate a la corrupción y la impunidad, la ley de Colaboración Eficaz no es prioridad en la agenda legislativa.
Fortalezas de la Misión
La población hondureña identifica como fortalezas la independencia y autonomía con que actúa la MACCIH, el respaldo internacional, el prestigio de sus integrantes, la apertura para los medios de comunicación y las denuncias de algunos temas, la apertura y acompañamiento al Ministerio Público, y la capacidad para certificar procesos en el circuito anticorrupción.
Debilidades que perciben los ciudadanos
Mejía manifestó además que los ciudadanos consideran como debilidades de la MACCIH el no abrirse hacia otros sectores, desconocer el contexto de la realidad hondureña, tan atípica como su geografía, y no entender cómo operan las elites y las redes de corrupción, para comprender e identificar quién es quién, y tener un mapa más jerarquizado de la realidad.
La periodista Mejía hizo acopio del estudio de Cáritas Honduras realizado en 40 municipios del pais, para identificar cuáles son los aliados de la MACCIH, estableciendo que es el pueblo, las iglesias, los periodistas, medios de comunicación, ONG’S entre otros.
Pero el estudio de Cáritas, no solo describe a los aliados, también a los enemigos de la misión: “la ciudadanía no se equivocó al mencionar a los poderosos de Honduras, los corruptos, los políticos, los empresarios, el gobierno y los partidos políticos.” Cuando la MACCIH anunció la investigación a empresarios del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca por actos de corrupción, en el caso de la muerte de Bertha Cáceres, los empresarios emitieron un comunicado en el que casi le exigían al vocero de la misión, Juan Jiménez Mayor, pedir perdón por ofender la dignidad y la moral del empresariado mencionado en la investigación.
La periodista Thelma Mejía visualizó los posibles escenarios de la misión: a nivel político se acercan las elecciones, que marcarán la prioridad y el rumbo del trabajo de la misión. Se ha escuchado que un candidato va a sustituirla por una Comisión Internacional contra la Impunidad en Honduras (CICIH). Lo más complejo de esta propuesta es dilatar el tiempo de la lucha contra la corrupción, la pregunta es: ¿qué tan importante es, entonces, la lucha contra la corrupción? El nuevo gobierno tiene que tomar en cuenta el mandato de la misión que termina en el año 2020. Aún no se sabe si el convenio será renovado o no. En el caso de la aprobación de la Ley de Colaboración Eficaz, después de las elecciones, tendrán que ver mucho con los nuevos diputados porque muchos no serán reelectos y el Congreso Nacional tendrá otra conformación.
El desafío de la MACCIH a más de un año de su instalación es tener resultados más allá de los casos del Seguro Social. La población quiere conocer más y tiene que hacerlo en la medida que funcionen los circuitos anticorrupción. En el fortalecimiento institucional, uno de los riesgos que se ve en el escenario es la elección del nuevo Fiscal General de la República en el contexto de la creación de la la Unidad Fiscal Especial Contra la Impunidad de la Corrupción (UFECIC). Si nuevo Fiscal General no va apoya el proceso, ese esfuerzo puede quedar “engavetado”.
Otro desafío es cómo van a funcionar los juzgados anticorrupción para el fortalecimiento de la justicia. En lo social, un desafío es el desarrollo de una estrategia para ampliar sus relaciones de posicionamiento y construcción de alianzas con la sociedad y la ciudadanía.
La periodista detalló que la MACCIH, a su llegada en el 2016, solo poseía un 16% de nivel de simpatía, en la encuesta del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) de la comunidad de Jesuita. Actualmente alcanza un 40% de nivel de simpatía pero, para las batallas que le vienen a la MACCIH, necesita alianzas ciudadanas que le permitan sobrevivir a las embestidas de las fuerzas élites, tanto nacionales como internacionales.
