Analistas y expertos en materia electoral consideran como un retroceso la aprobación por parte del Tribunal Supremo Electoral (TSE), del voto en raya continua en la papeleta de diputados en las próximas elecciones del 26 de noviembre.
El voto en raya continua consiste en poder hacer una sola línea por varios o incluso todos los aspirantes a diputado de un partido político en la papeleta electoral.
Esta determinación es considerada contraria al espíritu de la democracia, ya que durante el año 2001 se dieron una serie de reformas constitucionales y electorales que popularmente se conocieron como ¨los acuerdos de 2001¨, donde dirigentes políticos de todos los partidos asumieron diversos compromisos, entre ellos y en materia electoral y para el fortalecimiento de la democracia, la separación del TSE del Registro Nacional de las Personas y la redacción de una nueva Ley Electoral y de las Organizaciones Políticas.
Con la aprobación de la Ley Electoral y de las Instituciones Políticas en el año 2004, comenzó un proceso de apertura electoral, estableciendo un sistema de voto preferencial personalizado, considerado por la sociedad civil y organismos internacionales el principal logro de la reforma política- electoral de la democracia moderna de Honduras.
VOTAR POR PERSONAS, NO POR PARTIDOS
Con este sistema se incluyó la fotografía de los candidatos a diputados de cada partido político, por lo que se pasaba del voto por partidos al voto personalizado, pudiendo escoger entre diputados de diferentes corrientes políticas, brindando la oportunidad de «elegir a los mejores», independientemente de su agrupación partidaria.
El doctor Augusto Aguilar, parte del equipo que creó la Ley Electoral y exmagistrado del TSE, considera que la aprobación de la raya continúa es un retroceso a la democracia ya que «el espíritu y la intención del legislador al poner la fotografía en la papeleta es que el elector no vote por una sola planilla, sino que identifique a las personas que son de su parecer, de su criterio, sin que necesariamente sean de su partido».
En el Informe Sobre el Desarrollo Humano – Honduras 2006, el Programa de las Naciones Unidas para la Democracia (PNUD), se refiere a estas reformas de la siguiente forma «por lo que en las elecciones legislativas, los ciudadanos tiene la posibilidad de cruzar el voto, tanto en las elecciones primarias como en las generales, y conforme a sus preferencias determinar el orden de precedencia de los candidatos, cuya integración en las planillas se hace respetando el principio de representación proporcional».
¿POR QUÉ ESTA REFORMA ES UN RETROCESO?
En ese mismo informe se preguntan «¿cuál ha sido el impacto en el sistema político de la modificación de la forma de elección de diputados? En primer lugar, el ciudadano elabora su propia planilla, tanto en las elecciones internas como en las nacionales y, evidentemente, es un duro golpe para los «dueños» de las corrientes, porque ya no escogen de dedo a sus candidatos, lo que daba lugar a muchos abusos. En segundo lugar el peso de ciertas corrientes, pero ese peso perdido no lo ganan los partidos sino la figura del diputado más votado, que se convierte en el líder natural del departamento y se siente más libre de las corrientes, menos comprometido con los partidos».
La iniciativa de la raya continua fue propuesta por el Partido Nacional, quienes siempre han pedido a sus correligionarios el voto en plancha y así tener una mayor representación en el próximo Congreso Nacional. Aunque los demás partido se oponen a la iniciativa, ellos reconocen que necesitan el voto en plancha para lograr el mayor número de diputados en el Congreso Nacional.
El rompimiento de la clásica repartición de la mayoría del Congreso Nacional entre el Partido Nacional y Liberal por la irrupción de Libertad y Refundación (LIBRE), cambió las dinámicas que imperaban en la aprobación de leyes y nombramientos, por lo que la votación en raya continua, es según el Partido Nacional, un requisito indispensable para asegurar una mayoría en el parlamento.
Para ilustrar la necesidad de una mayoría en el Congreso, cabe recordar la elección de los magistrados de la Corte Suprema de Justicia, que se prolongó por 17 días de votación fallida en votación fallida, hasta que se lograron los cabildeos necesarios para hacer los nombramientos.
Una de las pocas derrotas del presidente Juan Orlando Hernández se dio en el Congreso Nacional, cuando intentó elevar la Policía Militar del Orden Público a rango constitucional, ya que les fue imposible obtener los votos necesarios, y se vio vencido en el hemiciclo con solo 61 de los 86 votos.
Para no repetir esta derrota, Hernández en campaña además de pedir votos para su reelección presidencial también pide que voten en plancha por sus diputados, usando analogías del fútbol al decir «no me manden a la presidencia -si Dios así lo quiere- sin una mayoría de diputados en el Congreso Nacional, no me manden allá sin delanteros ni defensas para que no se tranque el carro del cambio», con lo que demuestra la imperante necesidad de verse acompañado de una mayoría nacionalista en el hemiciclo, que pasa por el voto en raya continúa de su planilla completa, sin ceder posibilidades a sus contrincantes.
Otra de las justificaciones de la modificación del TSE, según Hernández, esta basada en «el respeto al ciudadano y cómo quiere votar y que entre más se facilite al votante el proceso de ejercer el sufragio, más se fortalece la democracia en el país».
Esta es una apreciación correcta, ya que para el caso en Francisco Morazán, el elector se enfrente a una planilla de 230 aspirantes a diputado de 9 partidos, pudiendo escoger solo 23, una decisión difícil, ya que el tiempo en las urnas es limitado, durando un promedio de tres minutos, incluyendo el voto por presidente y corporación municipal.
Aunque esto para el exmagistrado Aguilar no es tan importante, ya que explica que por lo general el votante ya lleva los números de las casillas de cada diputado por los que va a marcar, por lo que toma la papeleta, ve los números y coloca la marca, esto demostrado estadísticamente, ya que por lo menos el 50% de las personas distribuyen su voto en cada proceso.
Aguilar de alguna forma resta importancia a la aprobación del voto en raya continúa, ya que es no es una práctica nueva en los partidos «a pesar de no ser obligatorio, los partidos exigen a sus militantes que voten en raya continua, presionan al elector a votar solo por un partido y el espíritu del legislador al poner fotografía y marcas separadas es el de buscar democratizar los partidos políticos, porque de otra forma, que caso tendría poner las fotografías de todos si se vota por todo el partido».
OPOSICIÓN EN CONTRA DE LA REFORMA
Casi de forma unánime miembros del Partido Liberal y de la Alianza en Oposición se han declarado en contra de este tipo de voto, para el caso el diputado Osman Aguilar expresó que «el Gobierno está temeroso y por ello tratan de someter a la institucionalidad con sus propios beneficios, percibimos un abuso de autoridad y concentración de poder».
El ex candidato a diputado por el partido LIBRE, Manuel Rodríguez, detalla que «El pueblo debe buscar sus diputados, el que no le sirva, que no lo vote la próxima, pero votar en raya continua es retroceder, se debe de votar diferente y votar por quien se cree puede ser un cambio en el país».
Cabe resaltar aquí que al formar parte de la Alianza entre Libre y Pinu-SD (en donde están refugiados los seguidores de Salvador Nasralla), los candidatos de ambas instituciones deben pedir al electorado que rompa la plancha. Una solicitud que en la práctica solo afecta a Libre, pues es quien se verá reducido en sus capacidades para subir el número de diputados electos pues el sistema electoral favorece al voto en plancha.
(JS)
