La decisión del partido FMLN de cortar lazos con el actual alcalde de San Salvador, Nayib Bukele, marca un importante paso de la izquierda salvadoreña de rectificar el camino que lo llevó a confiar en los outsiders de la política para ganar elecciones.
La decisión del FMLN de cortar con Nayib Bukele es unánime, según lo manifestó la secretaría municipal del partido en San Salvador el pasado 12 de septiembre.
El secretario municipal, Dagoberto Sosa, manifestó en una grabación publicada por el periódico digital El Faro, que la estructura efemelenista del partido está harta del «maltrato» que sufre el partido por parte del empresario y alcalde de San Salvador.
«El camino es cortar definitivamente con Nayib… hay una decisión unánime de la dirección del partido», fueron las palabras de Sosa, quien desde las elecciones anteriores fungió como enlace entre Bukele y la dirección del FMLN.
«Definitivamente no podemos continuar con Nayib: maltrata al partido, nos compara con Arena, nos dice corruptos y dice que no hay presidente. ¿Entonces qué más queremos?», preguntó Sosa.
Con esa determinación, Nayib Bukele no podrá buscar la reelección en 2018 cobijado con la bandera efemelenista, una decisión que para muchos analistas trae grandes retos para el alcalde y para el propio partido, pues Bukele sigue siendo la figura más popular del partido y a pesar del profundo desgaste entre ambas partes, un fuerte candidato para la vicepresidencia.
Luis Aguilar, politólogo salvadoreño, describió en un programa de radio en línea de El Faro Radio, que las posibilidades de ganar las elecciones para el FMLN sin Nayib Bukele se reducen sustancialmente, pues él es el candidato más popular del partido en todo el país.
“A los ciudadanos no les gustan los partidos políticos”, manifestó Aguilar al explicar la importancia que el outsider tiene para el FMLN, que le permitió llegar a un electorado sin el cual no ganaría, tal fue el caso de Mauricio Fúnez, pero a un alto costo para el partido, pues las acciones de los outsiders adentro están fuera del control del partido.
Desde el 2013 los concejales de la alcaldía de San Salvador se alejaron del alcalde negándole el voto para varios proyectos de infraestructura en la ciudad. Bukele, en respuesta, se manifestó públicamente en contra del partido cuando el FMLN intentó reformar la Ley de Acceso a la Información Pública.
Ahora, afuera del FMLN, Nayib Bukele podría contar con un mayor margen de maniobra para participar en las próximas elecciones de 2018 como candidato presidencial, con una imagen anti corrupción (muy de moda entre los outsiders centroamericanos), juventud y una sofisticada campaña mediática.
Sin embargo, sus posibilidades de sostener el proyecto electoral son limitadas en el tiempo, según Luis Aguilar, porque los outsider carecen de estructuras de voto duro y leal que le permite una mayor movilidad en la política.
Con la salida de Bukele parece haber terminado la era de los outsiders del partido FMLN de El Salvador. Como lo manifestó su Secretario General Dagoberto Sosa: “puede que ganemos con Bukele en las próximas elecciones, pero gobernaría la derecha. Perder también es ganar.”
