Situación General de Honduras hasta el primer semestre del 2017

EGO14 agosto, 2017

La situación general de Honduras hasta mediados del 2017 no es prometedora. Según apuntes del Banco Mundial, «cerca del 66% de la población vive en la pobreza, y  aproximadamente 1 de cada 5 hondureños viven en pobreza extrema o con menos de US$1.90 al día en zonas rurales». Los conflictos políticos y sociales, así como los obstáculos económicos hacen del país una nación con grandes desafíos.

Si bien es cierto, el país ha mostrado cierta mejoría administrativa con respecto a su delicada situación post-golpe de Estado de 2009, la mayoría de la población tiene un limitado acceso a los servicios más básicos.

La privatización de los servicios públicos se han mermado gracias al proyecto de privatización paulatina al que se han visto expuestas muchas de las empresas nacionales bajo el discurso de “eficientar” los servicios desde la administración de éstos por empresas privadas. Ello, al contrario de mejorar la calidad de los servicios demandados por la población, sólo ha logrado encarecer el costo general de la vida (agua, energía, educación, salud, trabajo, etc.), a la vez que ha evidenciado a una clase política corrompida y poco eficaz.

Las discrepancias políticas entre el oficialismo y la oposición surgida del golpe de Estado se han incrementado. Las pugnas entre los líderes políticos, y los desacuerdos de la población con el partido de gobierno por los desmanes de éste propician un estado permanente de tensión social, o «un estado de permanente conflicto» como lo ha definido el analista político Víctor Meza.

Según el Banco Mundial, «desde la crisis económica de 2008-2009 Honduras ha experimentado una recuperación moderada, impulsada por inversiones públicas, exportaciones y altos ingresos por remesas. En 2016 el país creció un 3.7 por ciento, según las últimas estimaciones y en 2017 está previsto que crezca un 3.5».

Foto de Delmer Membreño.
Foto de Delmer Membreño.

A pesar de que las perspectivas económicas son positivas, Honduras enfrenta los niveles más altos de desigualdad económica de Latinoamérica. Otro de sus grandes desafíos es el alto nivel de crimen y violencia. Si bien en los últimos años, el número de homicidios han disminuido, Honduras sigue teniendo una de las tasas más altas en el mundo (59 asesinatos por cada 100.000 habitantes en 2016, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras).

El país también es vulnerable a choques externos. Su sector agrícola, por ejemplo, perdió cerca de un tercio de sus ingresos en las dos últimas décadas, en parte debido a una disminución de precios en los productos de exportación, en especial bananos y café.

Honduras también es susceptible a fenómenos naturales adversos como huracanes y sequías. Algunas medidas para mitigar el impacto de estos choques se enfocan en fortalecer la capacidad de los hogares para adaptarse, extender mecanismos de gestión de riesgo basados en el mercado y desarrollar redes efectivas de protección social.

Estudios del Banco Mundial han destacado la importancia de mejorar la calidad de la educación y diversificar las fuentes de ingresos rurales, ya que la mayoría de los hondureños que viven en pobreza residen en esas áreas y dependen de la agricultura para subsistir. Otros estudios señalan que los programas sociales focalizados han demostrado potencial para reducir la pobreza.

Según el Índice Mensual de Actividad Económica, la producción nacional de bienes y servicios aumentó 3.7% La actividad económica registró, a noviembre de 2015, un incremento en su serie original de 3.7% (2.6% en 2014); y en su tendencia ciclo reportó una variación interanual de 4.1%. Las actividades que influyeron en mayor medida sobre el resultado fueron: Intermediación Financiera; Industria Manufacturera; Correo y Telecomunicaciones; Agricultura, Ganadería y Silvicultura; Comercio; Transporte y Almacenamiento; y Suministro de Electricidad y Agua[1].

Para el 2016 el impulso al PIB por el enfoque de la oferta (ramas de actividad) estará dado por: Intermediación Financiera; Comunicaciones; Construcción (se observa una recuperación del sector después de presentar contracciones entre 2013 y 2015); Agricultura, Ganadería, Caza, Silvicultura y Pesca; Industrias Manufactureras; Comercio; y Transporte y Almacenamiento.

Foto de Delmer Membreño.
Foto de Delmer Membreño.

El Informe Económico 2016 revela que «por el lado del gasto, el sector privado dinamizará la economía a través del consumo y la inversión. Se estima que la inflación podría ubicarse en un rango de 5.5%, dada las perspectivas mundiales de mayores precios de combustibles. Las nuevas cifras estimadas el sector externo reflejan un menor valor tanto de las exportaciones como en las importaciones de Mercancías Generales (comparadas con las del PM inicial proyectadas para 2016), con el fortalecimiento de las remesas familiares; lo que resultaría en un déficit en cuenta corriente de 6.4% del PIB (6.5% del PIB en el PM publicado en febrero)».

«El desempleo y el subempleo en Honduras tienen sus orígenes en la precariedad de la economía que no logra crecer a niveles que le permita ampliar su capacidad instalada, a través del desarrollo de programas y proyectos de inversión tanto pública como privada. La economía sólo logró crecer a tasas arriba de 6% entre 2004 y 2007, antes y después de ese periodo, la economía no ha logrado crecimientos importantes que propicien condiciones adecuadas de empleo y subempleo, por lo que las tasas de subempleo principalmente invisible, son las que se muestran más elevadas[2]».

La demanda de trabajo considerada una de las variables impulsoras del crecimiento económico no es calculada en la Encuesta Permanente de Hogares, pero la Secretaria de Trabajo a través del Servicio Nacional de Empleo (SENAEH) ha registrado un total de 44,974 plazas vacantes solicitadas por el sector empresarial desde que inició el programa hasta el 4 de Octubre de  2013, lo que refleja que son empleos disponibles en las empresas.

Sin embargo, dada la situación de crisis económica que enfrenta el país, la oferta de trabajo que registra el SENAEH es mayor que la demanda, debido a que la Población Económicamente Activa (PEA) crece más rápidamente que la generación de puestos de trabajo, tanto en el sector público como privado. Es así que la oferta que registra el SENAEH es mayor que la demanda.

La situación general de Honduras es desalentadora. Los conflictos sociales, políticos, y los problemas económicos son enormes desafíos para la sociedad hondureña.

 

 

 Citas al pie. 

[1] Vea el Informe Económico de Honduras 2016.

[2] DIAGNOSTICO DEL MERCADO LABORAL DE HONDURAS   Y EMPLEABILIDAD INFANTIL.

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