Según la rectora Julieta Castellanos, la ley de Política Limpia es importante para la transparencia y para que existan controles eficaces en torno al proceso electoral, porque según nos explicó, muchas de las contribuciones no van a parar a las arcas de los partidos políticos y en el camino toman otro rumbo .
La financiación debe darse para que los partidos tengan independencia, porque si los partidos no tienen un financiamiento van a depender de los contribuyentes. La ley de financiamiento que se aprobó en el país busca pagarle un porcentaje al partido, de acuerdo a los votos que ha sido favorecido. Probablemente tuvo el propósito de evitar que el partido se convierta en rehén de los contribuyentes.
«Ese contribuyente pasa la factura por esa aportación y más de un caso se ha rumorado en el país de algún asesinato por que el político no le cumplió al que contribuyó», dijo Castellanos.
La rectora manifestó además que parte de la criminalidad que se da en el país tiene su origen en la procedencia oscura de los fondos de los partidos políticos. Mientras el partido político se blinda en el Congreso Nacional nombrando en los órganos contralores a su gente para que no los investiguen.
«Por eso la ley es como una novia; si no se cumple de nada sirve, porque no se tiene cultura de cumplimiento de la ley sino de como evadirla», indicó.
Los partidos saben que si en el órgano contralor va gente que los va a controlar, actuarían de otra manera, pero como saben que eso no sucede se cuidan haciendo acuerdos de gobernabilidad para que las cosas se mantengan de tal forma que no se produzcan problemas o inconvenientes.
También agregó Castellanos que en las comunidades y en los pueblos se conocen la familias de origen aristocrático, o cuasi aristocrático, que siempre han tenido recursos. Pero ahora la cosa ha cambiado, uno va un pueblo y se pregunta ¿y esta casa de donde salió? ¿Cómo se ha producido esa rotación en los bienes rurales?
En todos los departamentos ya se conocen las familias de cepa política, en algunos hay un desplazamiento de esas elites y una emergencia de nuevos apellidos que no han tenido una historia, y no es que el movimiento social sea malo pero en una forma legítima. El trabajo honrado es la forma legítima de movilidad social, pero tenemos una renovación de elites cuya procedencia no le interesa investigar al partido político, dijo Castellanos.
La señora rectora destacó preguntando ¿por qué el partido político se desentiende, por qué no le interesa investigar quiénes son sus contribuyentes? y ella misma dio la respuesta, porque el partido sabe que va quedar en la impunidad, que es una maquinaria electoral para promover candidaturas.
¿A quién corresponde este control?, pregunta Castellanos. Al Estado, por eso se requiere que haya instituciones fuertes que cumplan y esta ley de Política Limpia está muy bien, afirmó advirtiendo que si no se coloca a personas con independencia, criterio autónomo y capacidad para tomar decisiones va ser igual que otras leyes.
La rectora hizo un llamado a la ciudadanía para que exija que el Estado funcione aún con riesgo de sufrir represalias. Porque el Estado, cuando un funcionario o un ciudadano trata de hacer las cosas diferentes saca el látigo, cuando un funcionario se convierte “en un mal ejemplo porque hace las cosas bien” saca el látigo, a eso nos exponemos los funcionarios cuando hacemos las cosas diferentes, así es que nos corresponde a todos hacer que el Estado funcione, aclaró la rectora.
Necesitamos, agregó Castellanos, partidos políticos que se responsabilicen de sus afiliados y de sus cuadros, porque los partidos políticos se desentienden, no les interesa saber el origen de las riquezas de quienes integran sus filas, no se preguntan de dónde viene el dinero y por eso el descrédito de las instituciones políticas y creo que hasta el momento no hay otra forma de cómo organizar o acceder al poder de grupos si no es a través de los partidos políticos, hasta ahora no hay otra.
