Por: Tomas Andino Mencía
(Tercera y ultima parte)
SEXTA Y ULTIMA PREGUNTA: ¿Qué HACER ANTE ESTA SITUACION?
Antes de proseguir es necesario decir algo: Yo distingo lo que es la base militante de los partidos de la alianza, en particular de LIBRE, por un lado, y su dirigencia de cúpula, por otro. Veo que en la base hay un interés legítimo de sacudirse no solo al dictadorzuelo de JOH, sino avanzar hacia una sociedad justa, solidaria, democrática y socialista, apostándole a la lucha sin cuartel contra el enemigo de clase, haciendo los sacrificios que haya que hacer; sin embargo, no veo la misma actitud en su dirigencia; esta es más propensa a las maniobras para mantener un estatus de cierta estabilidad que les permita seguir siendo grandes personajes del escenario nacional, sin arriesgar mucho, aunque eso implique transar con el gobernante, sobre la mesa o bajo la mesa. De estos personajes difícilmente esperaría un cambio.
Desafortunadamente son esas cúpulas las que toman las decisiones trascendentales en esos partidos y no sus bases, por lo que los juicios críticos que he expresado van dirigidos a ellos. Por eso, las propuestas que siguen están orientadas más bien a su base, con la que compartimos trincheras de lucha contra el régimen desde el Golpe de Estado, y con algunos(as), desde mucho antes.
La presente propuesta está basada en la propuesta del Partido Socialista de los Trabajadores (PST) en el cual participo, aunque también incluye elementos propios.
PARA EL CORTO PLAZO:
Como he dejado claro paginas atrás, la Alianza no es una alternativa real de transformación, tanto por su naturaleza socio-política, por su programa, por su candidato como por su estrategia electorera; por esas razones, no podemos acompañar el llamado a votar por la candidatura de la Alianza. Sin embargo, al menos con su base, tenemos un enemigo común: el régimen de JOH, quien detenta todo el poder del Estado. Al igual que toda la población resistente e indignada de Honduras, en el PST coincidimos en que debemos impedir que este siga en el poder. Y en eso podemos trabajar juntos.
¿Juntos en base a qué? Pues en base a luchar por tres temas:
1) para repudiar la postulación de JOH, por su carácter inconstitucional
2) para erradicar los mecanismos antidemocráticos y fraudulentos del proceso electoral, a fin de que se respete la voluntad popular en las próximas elecciones generales.
3) Para unirnos alrededor de las demás económicas, sociales y políticas no electorales que plantean la clase trabajadora y el pueblo en general.
SOBRE LA NECESIDAD DE EXIGIR LA SALIDA DE JOH DEL PROCESO ELECTORAL
En el PST consideramos que estas elecciones están viciadas de nulidad, por el solo hecho de que el gobernante se inscribió, en flagrante violación de la Constitución. Por esa razón, consideramos incorrecto participar en las mismas para no prestarnos a convalidar el “Golpe Electoral” que JOH trata de hacer con su participación. Lo que lamentamos es que la cúpula de los partidos que hoy conforman la Alianza, en el pasado no hicieron lo que tenían que hacer para sacar a sus miles de militantes a la calle para impedir esa inscripción. Más bien, de parte de alguno hubo una actitud complaciente al respecto. Como resultado JOH se inscribió para las internas y automáticamente está inscrito para las generales.
Sin embargo, no creemos que deba abandonarse esta crítica, sino que debemos seguir cuestionándolo hasta el día de las elecciones. No podemos simplemente callarnos antes ese hecho, como hace la cúpula de la Alianza, cuando se está cometiendo un crimen político.
Nuestro partido interpondrá los recursos y haremos las acciones que podamos hacer para mantener en alto esa bandera y solicitamos su apoyo en esta causa.
SOBRE LA NECESIDAD DE LUCHAR POR REFORMAS ELECTORALES QUE GARANTICEN EL RESPETO POR LA VOLUNTAD POPULAR
JOH trata de llevarnos a un proceso electoral ilegitimo, fraudulento y antidemocrático. Nuestro partido ha identificado las siguientes amenazas en este tema:
• Las condiciones antidemocráticas del proceso electoral, en especial la no inclusión de los partidos de la Alianza en el TSE y la no aprobación de las reformas que harían posible una segunda vuelta.
• La instalación de un mecanismo fraudulento por parte del Partido Nacional, que utilizara para burlar la voluntad popular (no depuración del censo, traslados ilegales de votantes de un municipio a otro, el dudoso rol de los “Custodios electorales”, etc.)
• El escamoteo en el Congreso de las leyes con las que se podría controlar el uso de recursos ilícitos para financiar la campaña de JOH (como la Ley de Financiamiento de Partidos Políticos y otras)
• El uso de fondos de las instituciones del Estado para financiar su campaña
• La manipulación de las MER a través de la participación de los partidos pequeños con los cuales el Partido Nacional va también en alianza (recuérdese que van 8 a 2 en las MER).
La cúpula de la Alianza se ha abanderado, al menos en su discurso, de la lucha contra el fraude y por la democratización del proceso, y de hecho, lo incluye como un punto de su plataforma política. Pero no hemos visto correspondencia entre ese discurso y la práctica. En los hechos, las cúpulas no movilizaron a sus miles de militantes, más que dos o tres veces, a fin de exigir con contundencia la aprobación de reformas electorales. Pasaron años durante los cuales no se hizo esa demanda con fuerza, más que en discursos mediáticos. Al momento de escribir este artículo, estamos a un día de la fecha de convocatoria a elecciones generales y ni siquiera hay una movilización convocada para demandarlo. Pasada esa fecha, el régimen pondrá miles de obstáculos legales para aprobarlas.
Nosotros decimos que derrotar las maniobras antidemocráticas y fraudulentas del gobierno, no se logrará solo con recursos legales (los que damos por descontado que fracasaran, aunque son necesarios), sino con lucha callejera, la cual debe hacerse DESDE AHORA; no esperar las elecciones, cuando ya puede ser demasiado tarde. En esta área, el PST propone a las bases de la Alianza un acuerdo coyuntural para trabajar para la aprobación de las reformas electorales y así salvar el derecho del pueblo a que se respete su voluntad, sea cual sea, ya que esto tiene un gran potencial movilizador. Eso incluye demandar a la cúpula de la Alianza que sea consecuente con su discurso, cuando sus líderes prometieron que “Si no hay reformas electorales, no habrá elecciones generales”. El mayor logro en esta coyuntura seria que la lucha popular por un proceso electoral limpio y transparente, se desarrolle de tal forma que las masas ganen la calle para confrontar al gobierno de JOH.
Proponemos la Unidad de Acción coyuntural sobre este punto, pero también tenemos que decir que, si la cúpula de la Alianza no reacciona, será objeto también de nuestra denuncia, porque sería otra forma de colaboración indirecta con el régimen.
Asimismo, nuestro partido ser reserva el derecho a llamar a NO VOTAR o VOTAR NULO, a impugnar el proceso si esas dos condiciones mencionadas no se cumplen y a llamar a la DESOBEDIENCIA CIVIL, exigiendo la salida del gobierno y la CONVOCATORIA A UNA CONSTITUYENTE.
SOBRE LA UNIDAD ALREDEDOR DE LAS DEMANDAS DEL PUEBLO EN UN ESPACIO COMÚN DE COORDINACIÓN
En esta coyuntura electoral, es fácil olvidarse de responder a las necesidades cotidianas del Pueblo, que no tienen que ver con aspectos electorales. El pueblo no come votos ni campaña; come frijoles, se viste, se transporta, hace uso de servicios públicos, etc. todo lo cual cada vez está más fuera de su alcance. Por eso es importante levantar demandas unitarias contra el alto costo de la vida, por aumento de salarios, por el cese de despidos, la derogación de las leyes que afecta a la clase trabajadora (trabajo por horas, ley del INPREMA, etc.), por la reducción del costo de los servicios públicos, por la derogación de los decretos que afectan a la clase media, a los pequeños propietarios, etc. Otros temas importantes son de orden político-institucional, como el tema de la corrupción; como, por ejemplo, movilizar por el castigo a Mario Zelaya, hace poco favorecido con un fallo absolutorio; o demandas sociales como la lucha contra los peajes, la reforma agraria. Son estos aspectos los que están en el fondo del descontento popular contra el gobierno.
Llamar a la movilización sobre estos temas es evadida por la cúpula de la Alianza, porque a sus líderes solo les interesa utilizarlos como temas de campaña, pero no de lucha. Asimismo son temas evadidos por los actuales dirigentes del FNRP que están entregados en cuerpo y alma a salir de diputados y diputadas, o simplemente a ganar votos en esta coyuntura. Sin embargo, construir esa unidad es necesario porque el pueblo esta indefenso ante los golpes que el gobierno le asesta.
En este campo nuestra propuesta es constituir una instancia de coordinación nacional de todos aquellos sectores sociales, económicos y políticos provenientes de las clases explotadas y oprimidas, que incorpore sus demandas más sentidas, electorales y no electorales.
No tenemos que inventar nada: el COLPROSUMAH y el COPRUMH han propuesto reconstituir la Coordinadora Nacional de Resistencia Popular (CNRP) en un reciente congreso de la CUTH. Apoyemos esa propuesta y pongámosla en práctica, pues el movimiento social carece de un instrumento de lucha.
Esa instancia de coordinación debe CONSTRUIR PARTICIPATIVAMENTE UN PLAN DE LUCHA NACIONAL, que parta de las necesidades económico-sociales del pueblo, y que contemple la organización de movilizaciones, hasta paros cívicos nacionales, como lo propusieron recientemente el COLPROSUMAH y el COPRUMH.
En resumen, es necesario concitar la UNIDAD DE ACCION del movimiento popular en contra del gobierno, tanto de las fuerzas sociales, como los gremios y organizaciones de masas, y de las fuerzas políticas opositoras, siempre que estas ESTEN DISPUESTAS A SACAR LA GENTE A LA CALLE por estas demandas. Lograr esa unidad de acción, con todos los sectores, aislará al gobierno, lo debilitará y facilitará su salida, pero, sobre todo, fortalecería las expresiones de los sectores explotados, que es lo estratégico.
PARA EL LARGO PLAZO:
La anterior propuesta no exime de la necesidad de iniciar un diálogo con la base de la Alianza sobre el tipo de alternativa política que necesita el pueblo, que no sean los partidos de la burguesía. En ese sentido, mi propuesta es generar un espacio de discusión sobre este tema, que puede ser un Encuentro Por una Alternativa Política clasista, que inicie un proceso de construcción de una opción política bajo los criterios de la independencia de clase, la construcción de un programa socialista para la solución de los problemas estratégicos de la población, la superación del capitalismo y la construcción de una nueva sociedad.
Solo la edificación de tal alternativa, permitirá a los sectores explotados del pueblo, contar con un instrumento de lucha política propio y no depender de los caudillos burgueses, para encaminarse verdaderamente por la senda de la Revolución que necesita el país.
