El Comando Sur de los Estados Unidos declaró el día de ayer a Venezuela como «zona de inestabilidad que afecta a toda la región», lo que algunos analistas consideran como la preparación del terreno para una posible intervención directa en el país. Mientras, miles de venezolanos se movilizaron en las calles de Caracas, unos en defensa del gobierno de Nicolás Maduro, y otros pidiendo la destitución de los magistrados del TSJ que declarara en desacato al parlamento (lo que la oposición calificó como un golpe de Estado) y clamando por elecciones inmediatas.
Miles de ciudadanos acudieron al llamado de la MUD en la movilización denominada «El Trancazo contra el golpe». La movilización tenía programada una ruta que fue cambiada a último momento por el líder de Primero Justicia Henrique Capriles y Freddy Guevara de Voluntad Popular, fijando como nuevo rumbo la Defensoria del Pueblo, en el centro de Caracas.
Con silbatos, banderas tricolor y cantando consignas como «elecciones ya» y «los jueces del TSJ son de cartón», la oposición marchó desde siete puntos de Caracas, uno por cada juez, para avanzar al centro por la autopista Francisco Fajardo.
Los manifestantes intentaban llegar hasta la sede de la Defensoría del Pueblo en el centro de la ciudad para forzar su apoyo para la sustitución de los magistrados, pero fueron detenidos a medio camino por equipos antimotines que lanzaban gases lacrimógenos para impedir su avance y evitar así que ambas marchas se encontraran.
Durante la movilización oficialista que concentró miles de personas en el centro de Caracas, el dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) Diosdado Cabello (señalado por el gobierno de Estados Unidos como uno de los líderes del cartel de los Soles) expresó que «El pueblo está en la calle» y «la mejor batalla es la que se gana junto a los hijos de la Patria de Bolívar», dijo.
Cabello resaltó además que mientras la derecha conspira, el Jefe de Estado (Nicolás Maduro) trabaja por el bienestar del pueblo.
«Salgamos junto al pueblo a dar nuestra vida si es necesario. La derecha venezolana quiere derramamiento de sangre pero no envían a sus hijos, por ello, ya basta que la oposición pida que invadan a la Patria», agregó Cabello.
Según fuentes oficiales, hasta la noche del jueves detuvieron a 30 personas por los hechos violentos.
El Vicepresidente de la República Bolivariana de Venezuela, Tareck El Aissami (tambien señalado por el gobierno de Estados Unidos de tener vínculos con el narcotráfico) denunció por la noche los hechos violentos ocurridos en Caracas, producto de la movilización convocada por parte de los dirigentes de la derecha.
«Ellos establecieron siete puntos de partida y uno de llegada, y luego de forma criminal cambiaron la ruta de la marcha», dijo, en referencia a la marcha dirigida por Henrique Capriles.
El Aissami repudió las acciones violentas de estos grupos que en Miranda lanzaron bombas molotov contra efectivos del orden público.
«A Capriles no le dio chance de huir cobardemente, tuvo que fingir un desmayo y se marchó», ironizó el vice presidente venezolano.
«Lo que hoy sucedió se enmarca dentro de un plan, son acciones continuadas», «El plan es derrocar al gobierno legítimo y constitucional. Ha triunfado la paz», expresó El Aissami.
Freddy Bernal, presidente de los Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP), durante la movilización oficialista sostuvo que «un pueblo movilizado y consciente es fundamental para resistir y vencer cualquier acción contra la patria».
«Nosotros estamos apegados a la Constitución (…) Pero si llegara el momento de que un hombre o una mujer de agarrar un kalashnikov (fusil) para defender la patria de Bolívar, estoy seguro que estaríamos dispuestos a hacerlo. Así que no se equivoquen con nosotros», expresó Bernal.
Fuente: eljojoto.net
