Thelma Mejía:«El periodismo de investigación en el país es necesario».

ALG22 marzo, 2017

Thelma Mejía es una de las periodistas de mayor trascendencia en Honduras. Egresada de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras, como Licenciada en Periodismo, 1991; tiene Maestría en Teorías Políticas y Estudios, Sociales, UNAH y Universidad de La Habana, 2005. Es autora del libro Noticias inéditas de una Sala de Redacción, diciembre, 2003 y coautora de La Militarización de la Seguridad Pública en Honduras, Centro de Documentación de Honduras, CEDOH, junio 2015. Conducción Civil de la Defensa en Honduras, retos y desafíos, Centro de Documentación de Honduras, CEDOH, 2012. Se nos rompió el amor: el proceso electoral en Honduras 2005, Centro de Competencias en Comunicación para América Latina, Fundación alemana Friederich Ebert. Ha sido además Corresponsal de Inter Press Services (IPS), Editora y Jefa de Redacción del Diario El Heraldo,  fundadora del Comité por la Libre Expresión (C-Libre), Especialista en Derecho a la Información y Gobernabilidad de la Unidad de Análisis y Conocimiento del CNA y actualmente Coordinadora de la Unidad de Periodismo de Investigación de la Corporación Televicentro, Canal 5.

En esta entrevista, hablamos con Thelma Mejía sobre los retos que enfrenta actualmente el periodismo en Honduras, especialmente sobre el periodismo de Investigación.

¿Cuáles son los principales problemas que enfrenta el ejercicio de un periodismo serio y profesional en el país?

«Yo siento que el periodismo Hondureño actualmente adolece de muchas cosas, una de ellas compromiso. Uno ve la nueva generación de periodistas,  con las excepciones del caso, con poco compromiso. Apuestan a un periodismo bastante fácil, sin el rigor, sin la ética y sin la técnica que deben ser como las herramientas del periodista y del periodismo. Estamos viviendo un periodismo que es también casi como un reflejo de la ciudadanía ausente de los procesos del país y ausente en la demanda ciudadana para exigir reformas, y estamos viendo un periodismo que casi acompaña y celebra que los hondureños perdamos derechos y perdamos garantías constitucionales, entre ellas la Libertad de Expresión o el derecho a la justicia o a la educación. Esa es una falencia del periodismo de nuestro tiempo, falta de compromiso. Yo creo que s la pregunta que debe convocar a un periodista es, “quiero ser periodista…¿para qué?” ¿Para salir en la televisión, para que me oiga en la radio o quiero ser periodista porque realmente quiero informar, quiero conocer un país y quiero llevarle a la ciudadanía los contrastes que debe tener una información? Para mí parte de ahí.

La segunda parte, es que la formación periodística que está saliendo de la academia es bastante floja. No hay maestros en la academia. En relación a los maestros que yo tuve, nosotros tuvimos un grupo de docentes bastante exigentes y que te ponían a leer, don Ventura Ramos, Guillermo Castellanos Enamorado, Juan Ramón Duran, Reynaldo Amador, Vilma Gloria Rosales, Ramiro Sierra, o sea eran gente muy exigente que te ponían a leer, pero no a leer literalmente sino que te ponían a pensar, a reflexionar y siento que la academia ha bajado mucho. Para ser docente, yo creo que debes tener alguna experiencia periodística, pero sobre todo el compromiso de querer enseñar y conocer el país, no se le puede decir a una nueva generación de periodistas hablar de hechos que no se conocen. Un periodista debe ser un ratón de biblioteca, un veedor de acciones, una persona comprometida para saber qué es lo que está pasando en el entorno y entenderlo, y eso significa disciplina, significa renunciar de repente al cine a las seis de la tarde, al baile que me gusta ir de todos los viernes, significa sacrificar un poco. No es que no vas a tener tu vida, pero sí significa comprometerte un poco más para querer ser un periodista diferente, profesional. Hay muchos periodistas que uno ve que son muy buenos, pero en el camino se pierden porque se desencantan. Esta es una profesión que puede desencantar, por los hilos que se mueven detrás de ella, por las formas de cómo opera el poder y también porque no quiero comprometerme más. Estamos en un país de alto riesgo, donde hacer periodismo ha sido siempre un ejercicio de alto riesgo».

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Hay una proliferación de medios electrónicos, ahora hay canales de televisión digitales por todos lados, cada persona, cada empresario que tiene un canal en el país, pero se sigue haciendo periodismo mediocre ¿Por qué los medios no están interesados en realmente hacer un verdadero periodismo?

«Porque no sienten competencia real. En el país hay condiciones para medios de comunicación serios, que hagan buen periodismo y hacer buen periodismo no es inventar el agua caliente, es sencillamente llevar el rigor, la técnica, el compromiso y el manejo ético de la información y yo siento que los medios de comunicación en Honduras todavía no han sentido que han surgido medios que les puedan hacer esa competencia. Uno lo que ve es mucha tendencia informativa a tratar de uniformar la noticia. Cuando hallan medios, que esa misma noticia la den en el contexto y con todos los alcances que puedan tener y los medios puedan sentir que hay competencia, probablemente se puedan invertir. Podes invertir en tecnología, podes invertir en equipos, pero la información que te lo hace posible es el periodista y los medios casi no les gusta invertir en sus periodistas. Los periodistas también deben tener un compromiso de capacitarse sin esperar que el medio lo haga sino que debe ser una inquietud de uno tratar de conocer. Uno ve que a veces están importantes conferencistas y los periodistas están afuera comentando, chateando, no están poniendo atención a lo que se está diciendo ahí. Yo recuerdo que Juan Ramón Duran, mi maestro en el periodismo, me decía que hay dos tipos de periodista, el periodista profesional y el periodista fácil, el periodista mediocre, usted va a definir si usted quiere ser el profesional o del montón, si va a ser del montón no se va a esforzar mucho, si va a ser profesional le va a costar, va a tener muchos altibajos, muchos desencantos pero también va a tener muchas satisfacciones, porque el periodismo sabiéndolo hacer es una profesión que deja satisfacciones, no te deja riquezas pero te deja otras cosas más importantes que son el compromiso, el reconocimiento a tu trabajo y sobre todo, yo creo, un periodista que debe aprender a ser respetado ni siquiera temido ni querido, el periodista debe aprender a ser respetado».

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¿Qué pasó en El Heraldo, en el momento que se intentó hacer periodismo de investigación más profundo, pero eso se acabó. ¿Qué paso ahí?

«La experiencia de El Heraldo fue interesante para mí porque nos tocó junto a un equipo con Manuel Torres Calderón, abrir un periódico que venía como de caída y devolverle la credibilidad frente a sus lectores. No fue fácil, creo que se nos dio la oportunidad de tratar de hacer periodismo, que es lo único que uno puede hacer. Esa experiencia sirvió para poder entender cómo se mueven los hilos del poder y como en Honduras sacar una noticia que no esté sujeta al criterio de determinados sectores, es una lucha diaria. Al sacar una noticia en Honduras, se ejerce a diario el ejercicio de la libertad de expresión. No es coyuntural, de un momento. Cuando un periodista y un editor entienden eso, entonces se puede sentir más pasión al trabajo, pero el compromiso con la sociedad. El periodismo de investigación que nosotros empezamos en El Heraldo nos dejó muchas lecciones, primero demostrar a los medios que el periodismo de investigación no es de un día ni es el reportaje de una hora, que te lleva tiempo y que es una inversión. Que vas a tener que contrastar información, que tenés que ser riguroso en la investigación y en lo que se está buscando en el dato, entender que las historias de riesgo siempre las vas a tener pero tenés que blindarte frente al riesgo para evitar demandas, para evitar querellas, para tratar, digamos, de poner los puntos en las sillas. La experiencia de nosotros en El Heraldo fue una experiencia de shock, en algún momento nos enseñaron a hacer periodismo y de repente por hacer ese periodismo nos tuvieron que cesantear. Es como que se te cae una utopía, pero al mismo tiempo aprende uno a construir otras y aprendes a cómo sobrevivir. Regresar luego a los medios fue un desafío. Los medios en Honduras deben aprender de la lección del 2009, una lección que obviamente La Prensa no cubrió bien el golpe y no supieron qué hacer».

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«Los medios de comunicación deben entender que no pueden volver a repetir ese mismo esquema del 2009, porque entonces les va a ir mal, de por sí ha costado recuperar medianamente alguna credibilidad pero la gente siempre cuestiona a los medios, confía en ellos pero esa confianza puede tener un límite y yo creo que los medios deben empezar a entender las señales que el país está dando que el límite de confianza, que el país les está dando a los medios de comunicación está llegando a un limite».

Y en el caso del periodismo «extorsivo», ¿cómo funciona esa forma de periodismo y cuanto afecta eso?

«Hay medios de comunicación que abusan de la libertad de expresión, porque la libertad de expresión tiene límites. Y hay medios de comunicación que tienen libertinaje y eso ocurre por dos cosas: por una sociedad complaciente, parece que a la sociedad a veces le encanta el morbo, le encanta la especulación, el rumor; y lo otro, por una orfandad que hay desde el mismo gremio, desde las instituciones, porque no funcionan los mecanismos de auto regulación. Yo nunca voy a ser partidaria de leyes que te indiquen con qué hacer noticia, yo soy partidaria de una auto regulación, códigos de ética que permitan a un periodismo manejarse en los cánones, pero también soy partidaria de que si los gremios no funcionan, porque los gremios también tienen un déficit de credibilidad muy alto, tiene que ser la sociedad y tiene que buscar alguien también desde la sociedad para vigilar a esos medios, porque mientras esos medios no se sientan señalados, auditados, de que están actuando mal, lo van a seguir haciendo. Hay quienes creen que hay que darle tiempo al tiempo y que  todo cae por su propio peso, pero mientras las cosas caen por su peso la verdad es que estos excesos en el periodismo que usan campañas para denigrar, campañas para extorsionar, campañas para difamar lo que hacen es enfermar más a la sociedad y volver a la ciudadanía más desinformada.  Pareciera que respondieran a sectores que quieren una sociedad que ande a ciegas y en Honduras, en este momento, yo siento que los periodistas no estamos haciendo el papel que Honduras amerita».

¿Cómo se para una noticia desde los intereses que toca?

«Fíjate que eso para nosotros fue bien interesante, nosotros empezamos (en 2001) con un caso de la DNI y resulta que una línea te lleva a otra y al final esa línea nos llevó a descubrir cómo se había formado el 3/16. Cuando ya teníamos todo hecho, el dueño (del medio) nos dice “paren esto”. Invertimos más de seis meses en esto. Tuve que hacer una negociación y acordamos que nos dejarían sacar tres entregas bien. Pero cuando ya teníamos diagramadas las entregas, nos dicen, “no, eso no sale hay una orden de que no va a salir”. Una de las personas que vimos que tocamos precisamente era uno de los fundadores de esos escuadrones, que es como un niño protegido de estos grupos, porque cuando estuvo ahí les hizo muchos favores, seguramente habían otros esquemas más grandes que nosotros sabíamos. Fue una frustración total. Sentimos que era un compromiso ético de nosotros y entonces le dimos parte de lo que ya habíamos descubierto a COFADEH y ellos tienen esa documentación».

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¿Y COFADEH lo público?

«No, COFADEH no lo publicó. La dejó para sus archivos que van contrastando historias, porque pudimos contrastar muchas cosas, complementar rompecabezas».

¿Qué tropiezos vamos a encontrar en el camino si como medio apostamos por el periodismo de investigación y cómo hacer para solventarlos?

«El periodismo de investigación en el país es necesario. Tenés que definir bien que es lo que querés investigar y frente a eso cuáles son los escenarios posibles que se puedan dar y buscar para fuentes muy confiables, creíbles que no te vayan a sorprender, porque aquí mucha gente te dice “yo tengo tal documentación” y hasta la documentación que uno encuentra tenés que corroborarla. A veces uno siente como en caliente aquello, que este caso está bueno, pero cuando uno se siente así hay que enfriar la cabeza para pensar bien, por dónde y cómo lo puedo sacar. Cuando vas a iniciar una investigación tenés que saber bien como blindarte, que no vayas a ser querellado, que es lo primero que amenazan, pero hay que saber cómo disminuir el riesgo y contrastar la información con las fuentes. Las fuentes siempre hay que probarlas, siempre hay que probar las fuentes porque siempre hay un interés de la fuente. En el país uno siente que a veces hasta en los grandes medios cuando se les da un caso caliente se echan para atrás, máximo uno que no tiene un padrino. Hay que tener claro cuando se debe renunciar a la primicia, cuando yo quiero ser estrella o quiero ser mártir o quiero seguir haciendo periodismo. Cuando es una información bastante fuerte, hay que buscar alianzas hacia afuera. En los años 80`s conseguíamos cosas calientes y a veces las compartíamos con corresponsales de periódicos gringos y la cosa salía allá, afuera.  A veces hay que saber ser cola de ratón y no cabeza de león y la investigación es eso. Si uno busca tratar de buscar cambios, vas a tener esas satisfacciones. Hay temas delicados que debes manejar con mucha cautela como el tema del narco, hay que ser cauteloso en ese tema sin dejar de decir si se tienen pruebas bien fuerte,s entonces hay que ver a dónde buscar, quién te blinde y como sacarlo».

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

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