Manuel Garrido, nuevo fiscal internacional de la MACCIH

Luego de su arribo a la capital de Honduras el pasado 23 de Noviembre, este lunes 28 de Noviembre la Misión de Apoyo para el Combate contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) presentó oficialmente ante los medios de comunicación al fiscal internacional, el argentino Manuel Garrido, quien será uno de los dos fiscales internacionales que tendrá la MACCIH para coordinar las investigaciones en casos de corrupción, y que estarán a cargo de la conformación de unidades especiales integradas por miembros especializados del Ministerio Público y de la MACCIH, bajo un marco de colaboración suscrito entre ambas instituciones. La presentación se dio en la recientemente acondicionada sede de la MACCIH ubicada al final del Blvd. Morazán, edificio que fuera incautado por la OABI y luego puesto a disposición de la misión.

La llegada de Garrido a Honduras para su integración en la misión se produce luego de que el gobierno expresara una serie de rechazos directos a las recomendaciones de la MACCIH dentro del campo de acción que la misión acompañara desde su llegada, que es el entorno legislativo. Luego de la aprobación en el Congreso Nacional -con cambios significativos- de la Ley de Financiamiento y Fiscalización de Campañas Políticas, que constitutía un hito y una herramienta importante para la misión, y del proceso de elección de magistrados del Tribunal Superior de Cuentas (proceso criticado por la MACCIH debido a la negativa manifiesta del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, así como de varios diputados y hasta del presidente de la república, Juan Orlando Hernández, de tomar en consideración las recomendaciones de la misión en lo que respectaba al período de recepción de hojas de vida y luego al acompañamiento de la sociedad civil), una sensación de victoria estéril se cernía sobre las acciones de la MACCIH, que seguía en su proceso interno de consolidación a pesar de los obstáculos.

La visita del presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, para reunirse con la MACCIH y la sociedad civil, además de impartir charlas magistrales a los diferentes actores nacionales sobre investigaciones en el tema de corrupción, fue un momento importante del proceso, ya que sus duras críticas al proceso de elección de los magistrados del TSC, así como su instar a la misión a preseguir a los peces gordos de la corrupción en Honduras, provocó reuniones de la MACCIH en Washington con altos funcionarios del gobierno, circundadas por rumores de que el estado hondureño tendría interés en modificar las condiciones estipuladas en el convenio suscrito, así como de una posible partida de la misión.

Con la llegada de Manuel Garrido, la MACCIH retoma el campo de acción crítico de su mandato: el acompañamiento del poder judicial, que es, en última instancia, el responsable de castigar los delitos de corrupción en el país. Para ello, la misión sentó, meses antes del arribo de Garrido, las bases del marco de colaboración con el fiscal general, Óscar Chinchilla, el presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rolando Argueta, y la Procuradoría General de la República, con la que se logró un acuerdo para no hacer conciliaciones en casos de corrupción (hasta el momento, 38 solicitudes de conciliaciones han sido rechazadas, según el vocero de la misión, Juan Jiménez Mayor).

El paso está marcado: en este momento se está realizando, con el acompañamiento de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), y tras la etapa de evaluación curricular y pruebas de conocimientos jurídicos, la elección de los jueces que formarán parte del circuito anticorrupción, que según el presidente de Transparencia Internacional, José Ugaz, es la mejor forma de combate a la corrupción según los estudios de su organización. El 9 y el 16 de enero del 2017, de acuerdo a lo revelado por el vocero de la misión, Juan Jiménez Mayor, se espera la llegada de dos contingentes de expertos en temas de investigación sobre corrupción, y en el período inmediato, la misión tendrá sus ojos puestos en la próxima audiencia de Mario Zelaya en referencia al caso del IHSS. Además de ello, la MACCIH seguirá con su acompañamiento en el frente legislativo, proponiendo al ejecutivo el proyecto de Ley de Colaboración Eficaz para facilitar los procesos de investigación en casos de corrupción, así como solicitar la derogación parcial o total de la Ley de Secretividad del estado, para, en palabras de Jiménez Mayor, «armonizar la legislación respecto a esto.» Para lograr investigaciones integrales en las que sea necesario trazar la ruta del dinero de la corrupción a lo largo de varios países, se propone, como elemento esencial, el establecer convenios con otros estados, facilitando el cruce de información financiera y judicial.

Sin embargo, y dada la reacción inicial de la prensa y la opinión pública hondureña, tanto el vocero de la misión, Juan Jiménez como el fiscal Manuel Garrido, solicitaron encarecidamente a la prensa que diera un espacio a la misión para consolidarse con sus nuevos equipos. Garrido manifestó que sería «muy poco serio» de su parte ofrecer tiempos estimados de operación, admitiendo que «no es una tarea de la noche a la mañana». Jiménez, por su parte, afirmó sobre Garrido que, «los fiscales son personas muy reservadas; reservadas pero efectivas,» y luego, a la prensa, «quisiéramos hacerles el pedido especial de que nos dejen trabajar.»

Sin duda el proyecto de la MACCIH parece haber arrancado finalmente, y el nuevo integrante del equipo de la misión parece inspirar, tanto en sus miembros como en la población hondureña, renovadas esperanzas sobre el papel de esta organización en el país para liberar al pueblo del flagelo de la corrupción. Falta, todavía, ver lo que ocurre el resto del año, pero los indicios parecen dejar ver que la MACCIH empieza a mostrar sus primeros dientes.