PNH: CRÓNICA DE UNA TOMA DEL PODER TOTAL [PARTE I]

EGO1 noviembre, 2016

Por Albany Flores


Por primera vez, desde el comienzo de la primera etapa de la democracia iniciada en 1882—una democracia rota con el golpe de Estado del 2009—, el Partido Nacional de Honduras ha llegado a dos gobiernos consecutivos, y apunta a un tercero.

Así comenzó todo. En enero de 2006 cuando terminó el gobierno de Ricardo Maduro, el Partido Nacional de Honduras veía escasas posibilidades de volver a tomar el poder de la nación. Aquella tendencia casi cíclica de un gobierno nacionalista por cada dos gobierno liberales, marcada desde el inicio de la democracia surgida con el fin de las dictaduras y gobiernos militares, acabó cuando el actual Presidente Juan Orlando Hernández Alvarado tomó posesión del gobierno de la República, en medio de una gran adversidad (como pocas en la historia del país), el 27 de enero del 2014, en las instalaciones del Estadio Nacional Tiburcio Carías Andino.

El gobierno de Juan Orlando Hernández se presentó en un momento de álgidas críticas a su partido, pues desde el gobierno de Porfirio Lobo, el Partido Nacional había dado importantes señales de deseos de continuidad y autoritarismo. Esto tiene una explicación. Cuando el gobierno de Lobo se inauguró en enero del 2010, producto de las elecciones celebradas en noviembre del 2009, el Partido Nacional se había mantenido en silencio y prácticamente “fuera” de los conflictos internos del Partido Liberal, que sumados a las disposiciones de la élite económica y las Fuerza Armadas, concluyó con el golpe de Estado. Por su parte, el inicio del gobierno de Hernández se vio marcado por su predecesor, y por las propias acciones del entonces Presidente del Congreso Nacional, en su afán por la conquista del poder.

El gran vencedor de la crisis política del gobierno de Zelaya fue el Partido Nacional, y su entonces candidato a la Presidencia de la República, Porfirio Lobo. Aun así, el nuevo problema de la política nacional no se presentó en la figura de Lobo Sosa, cuya figura pública fue deteriorándose con el paso de su gobierno. Allí, en ese contexto, surgió una figura dominante no sólo dentro de las estructuras de su partido, sino incluso dentro del propio gobierno de Lobo.

dt-common-streams-streamserverPorfirio Lobo Sosa. Cortesía. Diario La Prensa.

La primera gran aparición de Juan Orlando Hernández se dio a comienzos del 2010, cuando resultó electo Presidente del Congreso Nacional, siendo casi un desconocido para las masas, y ocupando repentinamente un puesto para el que se habían anunciado tres posibles nombres. Aparecían en la lista los Diputados nacionalistas Celin Discua, Antonio Rivera y Rodolfo Irías Navas. De hecho, el Diputado por el Departamento de Atlántida, Rodolfo Irías Navas, ya había dirigido algunas legislaturas al inicio del gobierno, a falta del nombramiento del titular del CN.

Hernández Alvarado había sido Diputado por el Departamento de Lempira durante cuatro periodos consecutivos, y con la edad de 41 años, había sido impulsado para ocupar el puesto principal del Legislativo por algunos de los principales líderes nacionalistas como Óscar Álvarez Guerrero, Ricardo Álvarez, Armando Calidonio y el ex-candidato presidencial Oswaldo Ramos Soto.

«Tras ser nombrado como el nuevo Presidente del Legislativo hondureño, Hernández agradeció a Dios por el nombramiento y a sus compañeros por la confianza al elegirlo. «Esperamos tener un ambiente de armonía al interior del partido, y dar el ejemplo para la reconciliación… Nos tenemos que sacrificar y aportar algo para salir adelante de la crisis la crisis política»»[1].

TRES MOMENTOS DEL PARTIDO NACIONAL EN SU BÚSQUEDA POR LA CONSERVACIÓN DEL PODER.

El primer momento a considerar es el vínculo existente entre los gobiernos de Rafael Leonardo Callejas y Ricardo Maduro Joest.

Ricardo Maduro llegó a la Presidencia de la República después de casi 20 años de carrera política[2]. En la década de 1980 había sido director de las dos campañas presidenciales emprendidas por entonces joven candidato nacionalista Rafael Leonardo Callejas. En la campaña de 1985, en la que el Partido Nacional se presentaba como una institución renovada, “sin vínculos con las Fuerzas Armadas” y con un candidato de aspecto juvenil, buen orador y entendido en la materia de la política nacional,  como en efecto se presentaba Rafael Callejas, el Partido Liberal inició su tendencia de dominio al imponer a su candidato José Simón Azcona Hoyo, inaugurando así, por primera vez en la historia política del siglo XX, dos gobiernos liberales consecutivos, pues al vences a Callejas, Azcona sucedía al liberal Roberto Suazo Córdova.

42242648d304b836e8dd3709c104d0aa_xlRicardo Maduro. Cortesía Honduprensa.

En 1989, Maduro volvió a liderar la campaña presidencial que impulsaba nuevamente Rafael Callejas por el Movimiento Unidad y Cambio, y en la que el candidato nacionalista resultó vencedor al derrotar al candidato liberal Carlos Roberto Flores. Este hecho no sólo significó el retronó del Partido Nacional al poder; también marcó el comienzo de un nuevo modelo político-económico para el país: el neoliberalismo impulsado desde el gobierno de Ronald Reagan para toda la región latinoamericana[3].

Como resultado de la victoria, la cúpula del Partido Nacional, que se sentía de vuelta en la pugna política que lo había desestimado por sus antecedentes en el poder, por las dictaduras que había impuesto en el pasado, por su vínculos con los gobiernos militares —la mayoría abiertamente nacionalistas— y por los vínculos de éstos con el narcotráfico, premió la labor realizada por Maduro Joest en la reconquista del gobierno, y lo nombró Presidente el Banco Central de Honduras y Coordinador del Gabinete Económico del nuevo gobierno[4].

Desde allí se hizo cargo de la implementación del modelo neoliberal en el país, defendiendo las políticas de libre mercado, y diseñando y supervisando personalmente las políticas cambiarias y el nuevo modelo de recaudación fiscal. Así se implementó el neoliberalismo, a través de tres figuras relevantes e impulsadas desde el gobierno: la reducción del déficit fiscal, la “reducción del gasto público” y la implementación de una política cambiaria que aceleró la devaluación de la moneda nacional.

Con el fin del gobierno de Callejas, el Partido Liberal recuperó el poder y acentuó su hegemonía con los gobiernos de Carlos Roberto Reina Idiáquez (1994-1998) y Carlos Roberto Flores Facussé (1998-2002).

El gobierno de Flores Facussé fue un gobierno accidentado, sobre todo por la enorme crisis y acentuación de la pobreza que dejó en el territorio nacional el huracán Mitch. Ello abrió una nueva posibilidad al Partido Nacional de regresar al poder.

En noviembre del 2001, Maduro se enfrentó al candidato Rafael Pineda Ponce en las elecciones generales, en las que resultó vencedor. Antes de eso había sido Diputado al Parlamento Centroamericano. Dadas sus aptitudes y sus conocimientos sobre economía (se licenció en economía por Stanford en 1969), su gobierno se fundamentó sobre tres premisas principales: la renegociación de la Deuda Externa, la creación de empleo y la reforma del sector educativo. Sumado a éstos, también se propuso una batalla frontal contra el crimen organizado, sobre todo contra las pandillas, que en años anteriores habían secuestrado y asesinado a su hijo.

A raíz de este suceso, una vez en el poder, Maduro gestionó ante el Congreso Nacional la modificación de la Ley, para imponer la cadena perpetua como pena máxima para los delitos  de extrema gravedad contra la vida[5]. Antes de esa modificación, la ley contemplaba como pena máxima hasta 30 años.

En sus cuatro años de gobierno, Honduras logró —gracias también a las desgracias de Mitch y alguna intervención de la Iglesia— la condonación de una gran parte de la Deuda Externa, principalmente:

«El pasado 8 de junio, el G-8, conformado por Gran Bretaña, Japón, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Alemania y Rusia acordó condonar la deuda de 55.000 millones de dólares contraída por 18 países pobres. Honduras fue uno de los benefiados…¿De cuánto se trata la condonación en el caso específico de Honduras? Estimaciones oficiales parten del Saldo a Mayo del 2005 que fue de US.$ 5,028 Millones, la condonación del G8 se aplicaría a los saldos con el Banco Mundial y el FMI que equivalen a US.$ 1,343.9 Millones y US.$ 190.1 millones respectivamente. Tomando en cuenta los saldos bilaterales con esos países por aproximadamente US$ 966 millones, se reduciría el saldo de la deuda a US. 2528.0 millones[6]». La condonación fue de al menos 3,800 millones de dólares, que le permitiría al país, una especie de reorientación de sus políticas económicas.

Está demás decir que Honduras no aprovechó el oxígeno a la economía nacional que tal condonación supuso, pues según datos de la Secretaría de Finanzas, sólo en el periodo de gobierno de Manuel Zelaya, la Deuda había aumentado en unos 2, 444.8 millones de dólares, según el Informe Económico del Banco Central de Honduras (2009).

El gobierno de Ricardo Maduro no cumplió con su proyecto de reforma educativa, tal como lo expuso, pero sí cumplió (de una forma atroz) con su promesa de combatir a las pandillas, para lo cual nombró a Óscar Álvarez Guerrero. El resultado de esa empresa fueron miles de pandilleros muertos, incluidos los 73 muertos en la cárcel de El Porvenir en la ciudad de La Ceiba y los 104 reos muertos en el incendio de la Cárcel de San Pedro Sula el 2004.

Con la culminación de su mandato, el Partido Liberal logró un nuevo triunfo con el candidato Manuel Zelaya Rosales, ante el débil líder nacionalista Porfirio Lobo. A partir de entonces, todo hacía suponer que aquella tendencia de un gobierno nacionalista por cada dos gobiernos liberales, continuaría, hasta que el propio Partido Liberal se destruyó a sí mismo y se consumó el golpe de Estado del 2009.

Los otros dos momentos significativos para la toma del poder total por parte del Partido Nacional comenzaron allí, y se materializaron con los gobiernos de Porfirio Lobo Y Juan Orlando Hernández. Estos dos, los analizaremos en la segunda parte de esta crónica.

 

Citas a pie de página. 

[1] Hemeroteca Nacional de Honduras (en adelante por las siglas HNH), Diario La Prensa, edición del 21 de enero del 2010 “Presidente del Congreso: Juan Orlando Hernández”.

[2] Ortiz de Zárate, Roberto (2006). «Ricardo Maduro Joest». Barcelona, España.

[3] Hernández, Alcides. El Neoliberalismo en Honduras, 2da reimpresión, Editorial Guaymuras, 1994.

[4] “Biografía de Ricardo Maduro Joest”, disponible en: http://partidonacional.hn/ex-presidentes/.

[5] Georgetown University y OEA: Base de Datos Políticos de las Américas (2002). Honduras: “Electoral Results 2001/Resultados Electorales”. Consultado el 28 de octubre del 2016.

[6] FOSDEH (2005). Memorando urgente para Honduras: situación actual de la Deuda Externa, más allá de los procesos de condonación, pp. 5-7. Disponible en:

http://www.fosdeh.com/archivos/documentos/Publicaciones/Libros/Libro_deuda.pdf

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

Derechos Reservados 2019-2021