EL ECO DE LA LUCHA

ALG27 julio, 2016

CUANDO LOS ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS SE TOMARON LAS CATEDRALES DE TEGUCIGALPA Y SAN PEDRO SULA.

En 1979 el país era distinto. Aunque ya estaba esa pobreza extrema que seguimos padeciendo después de 37 años, la corrupción era un problema serio que solo fue creciendo en dimensión con el paso de los años en la medida que reconocidas personalidades de la política se fueron enriqueciendo, pero el país y quizás la región completa, era distinto.

El año 79 del siglo XX cerró con el optimismo de la revolución Sandinista. La contrarrevolución de Ronald Reagan aún no aparecía en escena y en El Salvador se calentaban motores para la guerra fratricida que durante la siguiente década derramaría la sangre de miles de hombres y mujeres. Álvarez Martinez era solo un coronel y aparecía en la prensa como una figura de farándula y el movimiento social tejía vínculos trasversales que traspasaban las fronteras de lo gremial.

Entre ese movimiento social estaba el movimiento estudiantil universitario, que si bien ahora existe un MEU, son en su génesis distintos, según lo manifiesta en una entrevista para El Pulso, el abogado Mario Nuila, que en su momento fue líder de la Federación de Estudiante Universitarios de Honduras (FEUH).

Pero antes de ir a la entrevista tenemos que dar un poco más de contexto.

Estudiantes agrupados en la FEUH en lucha por la autonomía universitaria y la paridad estudiantil en 1957.
Estudiantes agrupados en la FEUH en lucha por la autonomía universitaria y la paridad estudiantil en 1957.

Desde 1957 que los estudiantes organizados en la FEUH lograron la paridad estudiantil y la autonomía universitaria, el movimiento estudiantil, fortalecido en la lucha social, fue vinculándose en cada uno de los acontecimientos de la vida política del país. Resistieron el golpe de Estado de 1963; participaron en la atención para los damnificados del huracán Fifí en 1974; hacían brigadas médicas en las zonas campesinas del Aguán y de ingeniería para llevar urbanidad a las zonas marginales que alrededor de Tegucigalpa comenzaban a expandirse sin control.  A principios de 1979 inició la lucha desde las asociaciones estudiantiles agrupadas en la FEUH para que la Asamblea Nacional Constituyente que se instalaría el próximo año reconociera el 6% del presupuesto nacional para la Universidad Nacional Autónoma de Honduras —que no fue sino después de  30 años que se haría efectivo.

Un poco más de contexto:

El Padre Guadalupe Carney trabajó activamente con los campesinos sin tierra del Aguán, buscando mejores condiciones de vida para los más necesitados.
El Padre Guadalupe Carney trabajó activamente con los campesinos sin tierra del Aguán, buscando mejores condiciones de vida para los más necesitados.

El 17 de noviembre de 1979 fue expulsado del territorio nacional y puesto en la frontera con Nicaragua, el padre norteamericano nacionalizado hondureño Guadalupe Carney, quien desde hacía varios años venía luchando por mejorar las condiciones de vida de los campesinos pobres del país y la implementación de una verdadera Reforma Agraria.

Los Estados Unidos, alarmados por el triunfo del sandinismo en Nicaragua, aceleraron los preparativos para impulsar lo que luego se conoció como Operación Charly, el equivalente a la Operación Cóndor en Centro América.

Y el Padre Guadalupe, como estaba en medio de la lucha social, un defensor de Derechos Humanos ligado fuertemente a grupos que luego serían blanco de la Doctrina de Seguridad Nacional, debía ser expulsaron del país.

Aquí entran los estudiantes universitarios:

Un grupo de estudiantes católicos indignados, liderados por Mario Nuila de la FEUH y otros, decidieron actuar en solidaridad con el padre Carney y se tomaron las catedrales de Tegucigalpa y San Pedro Sula.

Ahora sí, la entrevista a Mario Nuila:

Mario Nuila, actualmente militante del partido Libre.
Mario Nuila, actualmente militante del partido Libre.

¿Cómo era la lucha del movimiento estudiantil en 1979?

El movimiento estudiantil de aquella época sí tenía un vínculo real y concreto con el movimiento social del país. Ese vínculo fue el que cortaron las autoridades en los años 80 y  90, cuando desaparecieron la FEUH. Las autoridades de la UNAH eran electas por los estudiantes gracias a la Paridad Estudiantil. El rector gozaba de un amplio apoyo porque había sido electo por los estudiantes. Obviamente en cada asociación de estudiantes había una lucha directa por temas académicos, pero el qué hacer básico de la lucha estudiantil de aquel momento era el 6% a nivel local, y la solidaridad con la lucha que había en Nicaragua y en El Salvador a nivel internacional.

¿Lograron algo en esa lucha?

Logramos que en la constitución se pusiera que el 6% sea de la UNAH, los constituyentes querían poner que era para «las universidades públicas», pero nosotros logramos que dijera en la constitución que era para la UNAH.

Pordada del diario La Prensa, el día de la toma de la catedral de San Pedro Sula.
Portada del diario La Prensa, el día de la toma de la catedral de San Pedro Sula.

¿Cómo se da la toma de la catedral?

La toma en la catedral fue por la expulsión del padre Guadalupe, que primero se le quitó la nacionalidad y después se le sacó del país. No era por causas académicas. En 1979 no existían organismos de Derechos Humanos. Pero dentro de la iglesia católica existía la Comisión de Justicia y Paz, que es la oficina de la iglesia para luchar por los DDHH. En el Salvador existía y en Guatemala. Pero en Honduras, el obispo Monseñor Héctor Enrique Santos no permitió que se hiciera la Comisión de Justicia y Paz que era promovida por el padre Guadalupe Carney.

Como no permitieron oficialmente crear la comisión, que sería en todo caso la que intervendría en el tema del padre Carney, creamos de forma laica el Movimiento de Cristianos por la Justicia y ese fue el movimiento que encabezó la acción de la catedral.

¿Por qué los Estudiantes toman esa iniciativa y no otros católicos?

Había un vínculo ideológico y personal entre los estudiantes que eran cristianos y formaban parte del movimiento estudiantil. Como el padre Guadalupe era un sacerdote, nos pareció más acertado tomarnos la catedral.

La FEUH propició y apoyó la toma de la catedral junto con todos los grupos estudiantiles que habían en ese tiempo: El FRU, la FES.

¿Hubo represión?

Hubo mucho hostigamiento por parte de la policía. Había en aquel tiempo un programa que se llamaba «Noches dicembrinas» que era una especie de radio teatro en el parque. Ese señor, desde que agarraba el micrófono era para hostigarnos. En la noche llegaban a atacar las puertas, ponían cuétes…

Estudiante encapuchado de la FEUH poniendo una manta en la fachada de la catedral. Foto diario La Prensa, 1979.
Estudiante encapuchado de la FEUH poniendo una manta en la fachada de la catedral. Foto diario La Prensa, 1979.

Veamos el ambiente en ese momento:

Los periódicos de la época hablan de la molestia de los «buenos católicos» frente a las acciones de los estudiantes e invitan a desalojar por la fuerza a los «termocefálicos» usurpadores.

«Los católicos deben unirse como en la Semana Santa para abrir el templo al servicio del pueblo», decía Abrahan Yacamán, presidente del comité Pro—Catedral en San Pedro Sula.

El periódico La Prensa describe como cientos de personas se fueron agrupando alrededor de la Catedral metropolitana para desalojar por la fuerza a los estudiantes.

«Se decidió que monseñor Brufau y miembros de la Cruz Roja saldrían con ellos  [los estudiantes] mientras los periodistas, la Cruz Roja y la FUSEP acordonaban un corredor para la evacuación, pues se temían acciones violentas». (La Prensa, diciembre 1979)

Ese mismo diario de San Pedro Sula menciona la sorpresa de la población cuando descubrieron que los ocupantes de los templos religiosos eran «apenas unos adolescentes», sugiriendo que detrás de ellos habían adultos que manipulaban las acciones de los «tontos útiles».

Los parecidos con el manejo de la prensa en la crisis actual de la UNAH se me hace sorprendente.

Catedral 9

Pregunto a Mario Nuila por el apoyo de la FEUH y los demás estudiantes a la toma de las Catedrales y me cuenta que el apoyo era permanente. Que la FEUH publicaba comunicados diariamente durante los días que permanecieron los templos tomados —aunque no encontré un solo comunicado en los periódicos.

¿Como desalojaron la catedral?

Adentro habíamos [al principio] ocho personas. A la semana de tomada la catedral hubo un relevo y en ese relevo la policía entró y terminó con la toma. El segundo grupo era más numeroso. Mucha gente se presentó de voluntarios y habían menos criterio para elegirlos, entonces se metió la policía. Hubo muchos compañeros que en la toma de la catedral mostraron una actitud bastante combativa. En ese tiempo acababa de salir El Heraldo. Uno de los redactores era amigo de nosotros porque era estudiante de la universidad y nos pidió entrar para hacer un reportaje. Luego los de La Tribuna también hicieron un reportaje. En la foto salimos encapuchados, la idea no era tanto ocultarnos por motivos solo de seguridad, sino por la lucha.

Quise conocer esas fotos para este artículo, busqué en la Hemeroteca Nacional El Heraldo de 1979, pero no había escalera para llegar a ellos. Los periódicos El Heraldo y La Tribuna  de ese año están a casi cinco metros del nivel del piso y hace una semana entraron a la Hemeroteca y se robaron la escalera. (Fin de la nota)

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«Hubo en un momento un señor que llegó y dijo que no creía que nosotros éramos cristianos. Llegó como tres días seguidos y luego de investigar quién era lo dejamos entrar a la toma para que viera que sí éramos cristianos. Al salir de la catedral ese señor dio declaraciones apoyando la toma. Creo que no aparecen en los periódicos esas declaraciones, nosotros lo escuchamos por la radio», continúa Mario Nuila con el relato de aquella acción.

¿Qué piensa usted ahora del MEU y la lucha que llevan los Estudiantes en la UNAH?

Este movimiento estudiantil [de ahora] es inédito porque nace del seno de la base del estudiantado, se organizaron en cada facultad y en cada carrera y tienen reinvindicaciones académicas.

Curiosamente casi un siglo después del grito de Córdova en Argentina en 1918 surge un movimiento estudiantil inédito en Honduras, y con una importancia muy grande para el país.

Pero se definen apolíticos. ¿Qué le hace falta al movimiento estudiantil ahora?

Al movimiento estudiantil le hace falta el contacto, el vínculo con el movimiento social. Tienen vínculos desde la perspectiva de la lucha, pero no orgánico. Eso no es un defecto sino una característica. No quiere decir que no lo pueda crear o tener.

¿Qué pasaría, por ejemplo, si además de los estudiantes en paro, luego se para el personal del Hospital Escuela? O que los obreros se planteen una huelga a nivel nacional en apoyo a los estudiantes ni siquiera se ha mencionado. Mas bien ha habido una tendencia para que eso no se de, el famoso discurso de no «politizar»  la actividad de los estudiantes. Ningún movimiento social, por muy reivindicativo que sea, es «apolítico».

Estudiantes desalojados de la Catedral al momento de ser presentados a la prensa.
Estudiantes desalojados de la Catedral al momento de ser presentados a la prensa.

¿Existe posibilidad de vincular la lucha de los estudiantes con el movimiento social?

Existe. Primero porque la lucha es justa, segundo porque ha sido bien vista. Lo que demuestra acá es la orfandad del movimiento social en Honduras, ha faltado la conducción política general. En esa orfandad están los maestros, los trabajadores, los campesinos. Una dirección política que permita no solo pelear por derechos sino dar el paso político. Ya existe en el país el instrumento político: Libre. No se trata de alianzas con el movimiento estudiantil, sino de que el movimiento se sume al proyecto del partido que propone cambiar el modelo.

Yo reacciono con escepticismo ante el entusiasmo de Nuila. ¿Libre? Pregunto, consciente de mi prejuicio y  apatía ante la estructura de partidos. Nuila continúa sus reflexiones, uniendo dos generaciones de lucha estudiantil surgidas en dos contextos tan distintos.

«Yo espero que ahora el movimiento estudiantil se consolide como movimiento. Tienen que pasar a una lucha distinta, ninguna lucha se mantiene indefinidamente. El objetivo de la lucha no es que duren por siempre sino que logren los objetivos. En la medida que se van logrando los objetivos la lucha va desapareciendo. Ahora el movimiento estudiantil ya existe. En lo que va de este siglo y el siglo anterior no se había logrado crear un movimiento estudiantil».

Pobladores de San Pedro Sula concentrados frente a la catedral metropolitana, según la prensa, para desalojar por la fuerza a los estudiantes.
Pobladores de San Pedro Sula concentrados frente a la catedral metropolitana, según la prensa, para desalojar por la fuerza a los estudiantes.

¿Qué pasará ahora con el MEU?

Yo creo que el movimiento estudiantil ahora no va a desaparecer, porque tiene el germen de la lucha, a menos que NO se vinculen con los movimientos sociales. Si se aísla, desaparecerá entre los muros de la UNAH. Debe salir de la universidad y ejercer una verdadera influencia en la sociedad. Los estudiantes ahora están demostrando que con disciplina, unidad y coherencia se pueden lograr las luchas.

Es importante que el movimiento gane legalidad, que sea reconocido legalmente,  —dice, recordando que ahora el MEU es un movimiento «proscrito».

Mario Nuila fue fundador de la FUR, un frente estudiantil que ha tomado una posición reaccionaria en contra de los estudiantes agrupados en el MEU. A juicio de Nuila, primer candidato de la FUR a la FEUH, la FUR ya no debe existir.

—El movimiento estudiantil es generacional —dice y concluye—ningún movimiento estudiantil puede decir que tiene 30 años de existir, porque las características de la época son distintas.

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Estudiante al momento del desalojo de la catedral de San Pedro Sula.

Los estudiantes que se tomaron las catedrales de Tegucigalpa y San Pedro Sula en 1979 desalojaron las instalaciones una semana después de la toma. En las imágenes de los periódicos se les ve que salen sonriendo. Niños que la vida les llevaría por unas décadas tortuosas y difíciles, pero que aún sonreían al futuro.

Mario Nuila tuvo que salir al exilio años después cuando se implantó de lleno la Doctrina de Seguridad Nacional. El padre Guadalupe Carney no fue repatriado, entró luego como capellán de la columna guerrillera del doctor José María Reyes Matta y murió en 1983 en manos del general Álvarez Martinez, que se encargó de torturarlos personalmente. El eco de la lucha de aquellos jóvenes que en 1979 creían en la justicia irradia aún hoy, en la lucha de otros jóvenes que están dispuestos a asumir el rol que la Historia les asigne.

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