LA CONSULTA POPULAR DE SANTA ELENA

EGO14 julio, 2016

Comienzo del viaje

El pasado fin de semana, 10 de julio, en la comunidad de Santa Elena, en el departamento de La Paz, se realizó la primera consulta indígena y popular. Si bien la consulta no es de carácter vinculante, este ejercicio democrático deja en la comunidad un alto precedente de lo que los pueblos son capaces cuando se organizan y realizan acciones en función de los bienes comunes. La consulta busca resolver el posicionamiento de la población frente al proyecto catastral de las autoridades municipales, que individualizaría las tierras con títulos colectivos con el propósito de tasarlas. Esto se contrapone ante la idea de la colectivización de las tierras que se tiene en los territorios indígenas. Otro de los objetivos de la consulta es el posicionamiento de la comunidad de Santa Elena frente al proyecto hidroeléctrico sobre el río Chinacla, que vendría a alterar el medio ambiente de la zona, el cual es vital para la vida de las comunidades campesinas indígenas que dependen directamentente de la explotación del bosque y las montañas desde una comovisión de profunda interacción y protección con la naturaleza.

Viajé hasta allá para ver de cerca la experiencia de las comunidades. Me uní al grupo de observadores internacionales y periodistas, que viajamos junto al equipo del Centro Hondureño de Promoción Para el Desarrollo Comunitario, CEHPRODEC, quienes han estado coordinando con el Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz, MILPAH, las actividades previas de la consulta.

Debimos avanzar durante tres horas y media por la serpentina carretera hacia Marcala y pasar allí la tarde y noche del día en que viajamos. En Marcala, se respira un ambiente hostil, el aire parece ser más pesado y la gente en las calles nos ve con desconfianza, es posible que sean los chalecos de los periodistas y observadores internacionales que no pasan desapercibidos en un pueblo cuya población, en su mayoría, es indígena. Llego a Marcala a dos días de la muerte de Lesbia Yaneth Urquía, militante de base de COPINH. En los medios de comunicación su muerte ha sonado con mucho eco porque se da a cuatro meses del asesinato de Bertha Cáceres. Pero las personas no parecen estar interesadas en hablar de Lesbia Yaneth, algunos han obviado mis preguntas y todo parece indicar, que las contradicciones que existen tras su muerte entre familiares y compañeros de organización, pone en alerta al resto. COPINH reinvindica su muerte, sus familiares dicen que ella no era militante de la organización indígena. Esta discusión deja más incertidumbre sobre su caso, dejando a un lado lo verdaderamente importante, una vida se ha perdido, más allá de sus vínculos políticos y organizativos, una persona ya no está entre los suyos.

Conozca más de la muerte de Lesbia Yaneth en la siguiente nota:

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Para llegar a Santa Elena se requiere de paciencia y de tiempo, es un lugar al que se debe ir preparado para que las lluvias cierren el camino y no se pueda salir. El incipiente camino sin pavimentar podría convertirse en una franja honda de lodo, esto imposibilitaría mi retorno. En julio, nos encontramos en la frontera entre la temporada seca y la temporada de lluvias. Las posibilidades casi son parejas, entre tener un buen clima durante el viaje o ser sorprendidos por una tormenta feroz.

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Los antecedentes de la consulta popular

No se suele hacer consultas, normalmente, pero nos amparamos en el Convenio 169 de la OIT, que dice que los pueblos indígenas tienen derechos a ser consultados. –Me explica Rocío Santos, quien es la coordinadora del equipo de la consulta por parte de CEHPRODEC.

El detonante para la realización de la consulta fue el cabildo del 16 de octubre de 2014, en donde las comunidades indígenas de Santa Elena no fueron escuchadas. El cabildo se hizo bajo custodia militar y policial, según narran algunos miembros de CEHPRODEC y de MILPAH. «Los militares golpearon y bajaron del escenario a Martín…», me dice en alguna conversación el abogado de CEHPRODEC y se refiere a Martín Gómez, uno de los líderes de la comunidad que ese día no fueron escuchados.

El cabildo de 2014 se realizó con varias irregularidades. Desde militares custodiando, hasta personas de los municipios cercanos a Santa Elena que fueron llevados para votar a favor de la construcción de la hidroeléctrica bajo la promesa que cuando ésta entre en operaciones tendrán empleo en ella, pero no sólo es que esas personas eran de otro municipio, sino que los camiones (el término «camiones» también podría referirse a «buses») en los que fueron trasladados a Santa Elena, tenían placas salvadoreñas, por lo que se presume, esas personas no eran hondureñas, pero que pudieran tener doble nacionalidad, esto es posible porque Santa Elena es de los municipios fronterizos con El Salvador. Tras las indagaciones hechas por parte de miembros de MILPAH se da a conocer que los transportistas contratados por Arnold Castro resultan ser militantes de ARENA, partido de la derecha salvadoreña.

En este cabildo abierto participaron gente que no eran necesariamente de Santa Elena, sino que trajeron gente de El Salvador y de otros lados. –Me sigue contando Rocío, quien me explica a detalle aquellas cosas que sucedieron para que se tomara la decisión de realizar la consulta popular. Rocío se vincula a CEHPRODEC directamente para el proyecto de la consulta, lo que me cuenta es parte de los antecedentes.

¿Eso está comprobado? –Le pregunto, casi con una ingenuidad que no se me debería permitir.

Sí, –me dice, contundente–, para una ubicación geográfica, Santa Elena es un municipio fronterizo con El Salvador. –Continúa Rocío, con paciencia, contando.

¿Qué es lo que tienen como prueba de eso?

Las actas. –Me dice.

Rocío me cuenta que todo está debidamente archivado, que todo está en un expediente legal, que se ha documentado todo como parte de los antecedentes de la consulta. Que puedo consultar a otros miembros de CEHPRODEC que sí estuvieron desde que este proceso empezó.

Los dos grandes temas en Santa Elena, en estos últimos años, han sido la hidroeléctrica y el catastro. La resistencia que hay al catastro municipal es porque esta población es indígena y por tanto tienen títulos colectivos, entonces no quieren individualizar la propiedad. –Me explica Rocío.

Una de las denuncias de los pobladores de Santa Elena es que el alcalde, Víctor Ventura Vásquez, le exigió a la ENEE que para poder otorgarle derecho al servicio eléctrico a los pobladores, ellos debían presentar un título individual de su propiedad debidamente registrado en la municipalidad. Es por eso que a pesar de que el proyecto de electrificación de las aldeas de Santa Elena existe y se encuentra en un estado bastante avanzado, los pobladores no han podido tener acceso al servicio. En algunas comunidades, los postes de alumbrado público están ubicados a la orilla de las calles de tierra que cruzan sus hogares pero ellos únicamente aprecian de lejos el proyecto.

El río Chinacla es la fuente principal de agua de las comunidades de Santa Elena. En Gualinga, que en lenca significa «lugar de agua linda», hay más de quince nacimientos de agua, pero la comunidad no tiene proyecto de agua potable, esto, como resultado de que los pobladores han resistido al proyecto hidroeléctrico.

El proyecto de la hidroeléctrica, de la empresa Encinos S.R.L de C.V, propiedad de Arnold Castro, esposo de Gladis Aurora López, vice presidenta del Congreso Nacional y presidenta del Partido Nacional, se pretende desarrollar en la comunidad de El Potrero del Volcán en la aldea de Azacualpa. La concesión ha sido otorgada por la municipalidad de Santa Elena después del cabildo abierto que realizó en 2014, donde se argumenta que la población votó a favor de la construcción de la hidroeléctrica. Pero la comunidad indígena siente que ese cabildo no responde realmente a lo que ellos piensan al respecto y que las autoridades locales no representan sus intereses.

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Donald Hernández, abogado de CEHPRODEC, me explica que fue una «jugada» bastante compleja la que los dueños de la empresa Encinos realizaron.

Primero buscaron operar desde el municipio de San Marcos de la Sierra de Intibucá que colinda con Santa Elena, ya que el río Chinacla atraviesa ambos municipios. La familia Castro López es dueña de otro proyecto hidroeléctrico beneficiado con una concesión en el año 2010 por el Congreso Nacional en el municipio de San José, departamento de La Paz, dicha concesión fue otorgada con irregularidades, el alcalde de San José no consultó a los pobladores y éste es territorio indígena, protegido bajo el Convenio 169 de la OIT, el cual ha sido ratificado por el Estado de Honduras y el que se exige que los gobiernos deben consultar a los pobladores antes de impulsar proyectos de esta magnitud.

Sin embargo, la complejidad del asunto radica en que las empresas de la familia Castro López no aparecen en los expedientes de solicitud sobre la naturaleza jurídica de los territorios aledaños al río Chinacla, esta solicitud fue hecha a través de otra empresa, Sociedad de Generación Renovable (SOGENRE). La empresa SOGENRE solicitó al Instituto Nacional Agrario, INA, el 20 de febrero de 2012, información sobre la naturaleza de los terrenos que atraviesa el río Chinacla, como resultado de esta solicitud, se informa que los terrenos en San Marcos de la Sierra en el departamento de Intibucá son de naturaleza ejidal y los terrenos en Santa Elena, departamento de La Paz, son de naturaleza nacional. Posteriormente, SOGENRE desaparece, y únicamente este documento en el INA vincula a la empresa con el río Chinacla.

La empresa que firma con la ENEE el contrato de generación hidroeléctrica es la Empresa Hidroeléctrica de la Sierra. El contrato que esta empresa firmó con la ENEE es por treinta años, fechado el 22 de enero de 2010. Pero esta empresa también desaparece, y a la comunidad de Santa Elena llega Arnold Castro Hernández, como representante y administrador único de la empresa Encinos S.R.L de C.V, única dueña del proyecto hidroeléctrico sobre el río Chinacla.

El municipio de Santa Elena es la suma de nueve aldeas y más de setentas caseríos, más de quince nacimientos de agua y el río Chinacla es la fuente principal de agua para todo el municipio.

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El censo y el porcentaje de votantes

Para la realización de la consulta, MILPAH y CEHPRODEC levantaron un censo de la población del municipio, intentando obtener el número, si bien no exacto, aproximado de la población apta para votar. El censo alcanzó el 82% de la población total del municipio, esto en números, anda entre los 4,900 y 5,000 habitantes, de esta cifra, el estimado de las organizaciones era que al menos el 50% se sumarían participando en la votación de la consulta, entonces estaríamos hablando de 2,500 personas, ya que la cifra de personas aptas para votar andaba en las 3,500 personas, pudiendo votar las personas mayores a los 16 años.

Los resultados arrojados al final del día dicen que votos totales son apenas 1001. Apenas el 20% de la población censada.

La consulta tenía el objetivo de que la población respondiera a dos preguntas, la primera era «¿usted está de acuerdo con la implementación de un catastro, en el municipio de Santa Elena, La Paz?»

Los resultados de la consulta para esta pregunta arrojaron 24 votos para el «Sí» y 930 votos para el «No», 20 votos nulos y 27 votos en blanco.

La importancia de que aquí haya ganado el «No» es porque la población indígena del municipio (a lo menos la que votó) no quiere individualizar las tierras con títulos colectivos.

La segunda pregunta de la consulta fue «¿Usted está de acuerdo con la instalación de una hidroeléctrica en el río Chinacla, en el municipio de Santa Elena, La Paz?

Aquí los resultados arrojados fueron de 24 votos por el «Sí» y de 825 votos por el «No», 19 votos nulos y 63 votos blancos. Confirmando con estos resultados que la población del municipio que votó en la consulta está en contra del proyecto hidroeléctrico sobre el río Chinacla.

Cumplido mi objetivo de cubrir la primera consulta indígena y popular en el municipio de Santa Elena en La Paz,  me preparé para cumplir con el siguiente objetivo que me había trazado: entrevistar a Ana Mirian Romero, indígena lenca y miembro del Movimiento Indígena Lenca de la Paz (MILPAH), quien el pasado mes de junio recibió el premio Front Line Defenders 2016 y quien el periódico español El Mundo calificó como «La Heredera de Berta Cáceres».

Sabía que ella estaba por allí, me habían dicho que vivía a una hora, hora y media a pie y que vendría a votar. Pero me llevé una gran sorpresa al final de la tarde, cuando la mesas de votación estaban por cerrar.

CONTINUARÁ…

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