OCASO Y GLORIA DE UN PERIODISTA

ALG13 junio, 2016

—o los círculos inconclusos de David Romero Ellner—

PARTE 1

El periodista David Romero Ellner fue condenado el pasado 15 de marzo a diez años de reclusión por habérsele encontrado culpable de Difamación en contra de la ex-fiscal Sonia Inéz Gálvez Ferrari, esposa del actual fiscal adjunto del Ministerio Público, Rigoberto Cuéllar.  Entendemos Difamación como lo define la RAE: «Desacreditar a alguien, de palabra o por escrito, publicando algo contra su buena opinión y fama» y según lo sanciona el Código Penal hondureño en el Título III referente a los delitos contra el honor; Capítulo I de la Calumnia, Injuria y Difamación, artículos 155 al 161.

A diferencia de lo que pasó el 22 de junio de 2015, cuando un grupo de simpatizantes de Romero irrumpieron en la Sala del Tribunal de Sentencia de lo Penal «rescatándolo» del juicio, esta vez poca gente llegó. No hubo pronunciamientos de «Todos somos David», ni convocatorias en apoyo a una de las figuras más importantes del partido Libre, y la indignación popular no pasó de sombríos comentarios y discusiones misóginas en las redes sociales de simpatizantes del periodista en contra de los grupos feministas del país.

Las organizaciones políticas simpatizantes con el periodista y organismos internacionales de Derechos Humanos han levantado la voz de alarma con la condena a Romero Ellner, aduciendo persecución en contra de los detractores del gobierno de Juan Orlando Hernández que se atreven a desnudar la corrupción, obviando, quizás por falta de información, lo que ha venido siendo hasta el momento un modus operandi, no sólo en Romero Ellner, sino de grandes figuras del periodismo nacional.

Los defensores de David Romero aseguran que la condena viene como represalia por haber «destapado» el desfalco del Instituto Hondureño de Seguridad Social. Ignoran que el periodista fue procesado anteriormente por iguales delitos en contra de la diputada liberal Waldina Paz, con quién logró la conciliación que la ley contempla y más recientemente por el Banco Atlántida, con iguales resultados. Porque, aunque la Ley hondureña incluye el delito de difamación en sus preceptos (que ahora busca derogarse) contiene la conciliación entre las partes, como una salida al conflicto.

¿Cómo llegó David Romero Ellner a escuchar una segunda condena de cárcel en su vida? ¿Cómo se relacionan la primer condena por violación en 2004, el desfalco del Seguro Social y la actual condena por difamación?

David Romero Ellner fue condenado en el año 2004 a 10 años de prisión por la violación de su hija de 22 años ocurrida en febrero de 2002 y una de las fiscales que llevó el caso que le condenó es, casualmente,  Sonia Inéz Gálvez Ferrari.

El padre Ismael Moreno del Espacio de Reflexión Investigación y Comunicación (ERIC) de la Compañía de Jesús y director de Radio Progreso, en una nota publicada en el número 243 del mes de junio de 2002 de la revista digital Envío comenta, a propósito de Romero Ellner:

…fue hombre de confianza y periodista cercano del Presidente de la República, Carlos Roberto Flores, a quien acompañó en viajes y reuniones internacionales de importancia estratégica. Antes, a comienzos de los 90, había sido de los hombres de confianza del entonces Presidente Rafael Leonardo Callejas. Además de periodista, Ellner es licenciado en Derecho, y en la década de los 70 y hasta comienzos de los 80 fue un reconocido activista de la izquierda hondureña.

Sus tres profesiones —periodista, licenciado en leyes y político de oficio— le redituaron pingües recompensas económicas. De periodista a político y de ahí «para bien en mejor subiendo» hasta engrosar la lista hondureña de los «ricos y famosos». Su éxito y prestigio le permitían vivir en total impunidad como conspicuo integrante del sector de los «intocables». Nada ni nadie podía inquietar su paz y su honor. Él sí podía quitarle la paz y el honor a quien le viniera en gana, cuando le viniera en gana y cómo le viniera en gana. Alababa y maltrataba a diestra y siniestra, a personas y a grupos en su programa radial diario «Comentando la noticia», transmitido por una de las dos cadenas de radio de mayor audiencia, espacio que compartía con otro hombre de éxito, también periodista y político, Eduardo Maldonado.

Pero esa «Paz y honor» de que habla Moreno en su artículo, rápidamente desapareció cuando el 16 de febrero de 2002, Dalia Romero de 22 años edad, llegó a las oficinas del Centro de Derechos de Mujeres a denunciar la violación a la que la sometió su padre biológico, el periodista David Romero Ellner, quien según denunció la venía manoseando desde que ella tenía 10 años.

Continúa Ismael Moreno:

Los trece años de agresión sexual continuada en contra de su hija fueron los años en los que David Romero Ellner acumuló sus mayores trofeos, los que lo convirtieron en un hombre de éxito. En 1989, el año en que comenzaban los abusos sexuales, comenzó a vincularse estrechamente con el grupo de Callejas, relación que lo llevaría a integrar el club selecto de los fundadores del diario El periódico, al servicio de Callejas.

El caso de la violación de Delia Romero apenas acaparó la atención de los medios nacionales, por el alto perfil e influencias del imputado. David Romero había sido regidor de la alcaldía municipal y asesor personal de Flores Facussé, como el padre Moreno lo dijo, era diputado suplente por el Partido Liberal ante el Congreso Nacional de la República al momento del escándalo y además ejercía mucha influencia como periodista, principalmente desde un programa radial.

Las estructuras del poder intentaron en su momento defender a David Romero Ellner. Se discutió sobre con qué código procesal penal se debía proceder —si el viejo o el nuevo—, o si era la Fiscalía Especial de la Mujer u otra fiscalía la que debía dirigir la investigación. Finalmente y gracias a la ardua labor de relaciones públicas y denuncia del Colectivo de Mujeres en Contra de la Violencia de Género —que no estaban dispuestas a ceder a favor de la impunidad—, el 30 de julio del 2002 se logró, por primera vez en la historia, que el Congreso Nacional despojara de la inmunidad al diputado y periodista Romero Ellner.

El 12 de agosto del 2002 el Ministerio Público solicitó a la Corte Suprema de Justicia dirigida por la abogada Vilma Cecilia Morales, el nombramiento del magistrado o magistrada que conociera del caso. Fue la magistrada Teodolinda Pineda, militante del partido Liberal, quien emitió la orden de captura el 20 de mayo del 2003 (14 meses después de que ocurrió la violación). La captura se efectuó hasta el 8 de agosto de ese año, una semana después de que el Colectivo de Mujeres Contra la Violencia le solicitara una audiencia al Ministro de Seguridad, Óscar Alvarez, para abordar el por qué no lo capturaban si era de conocimiento público en dónde se encontraba.

En una entrevista concedida al periódico digital Revistazo.com, David Romero manifestó: «yo nunca anduve huyendo, jamás anduve prófugo de la justicia, yo estuve aquí. Lo que pasa es que no había orden de captura ni nada, la orden de captura sale hasta en abril, por semana santa y se vino a hablar directamente con la Corte Suprema de Justicia y con las fiscales que sabían en dónde estaba yo, para decirles en qué momento nos iban a presentar, que arregláramos, todo estaba arreglado para presentarnos».

La audiencia de declaración de imputado se llevó a cabo el 9 de agosto de 2003 y duró más de doce horas. La magistrada Castro envió al periodista a arresto domiciliario en lugar de prisión preventiva y nuevamente las feministas del Colectivo de Mujeres Contra la Violencia de Género comenzaron una campaña por justicia: publicaron campos pagados protestando por la decisión de la magistrada, hicieron plantones, conferencias de prensa, hasta que la magistrada rectificó la decisión, cambiándola el 5 de septiembre, fecha de la Audiencia Inicial, cuando se le envió a prisión por indicio racional de culpabilidad.

El 11 de diciembre se realizó la Audiencia Preliminar para llevar a David Romero ante un juicio oral y público, cuya fecha fue fijada para el 1 de abril de 2004, donde la fiscal Celeste Aída Cerrato anunciaba una sentencia de Estricta Conformidad, donde el imputado se declaraba Culpable. El Tribunal de Sentencia dictó un fallo que lo condenaba a 10 años de prisión.

Continúa Ismael Moreno en su artículo:

Mientras continuaba el abuso de su hija, Ellner se consolidaba como periodista de renombre y fortalecía sus lazos con los Jefes de las Fuerzas Armadas Hondureñas, Discua Elvir primero, Hung Pacheco después. Y como los asuntos de la política tradicional hondureña no se escriben ni con ética ni con fidelidades, Romero Ellner pasó de la argolla de periodistas al servicio de los nacionalistas de Callejas a convertirse en el periodista «oficial» del grupo liberal de Flores Facussé, en un fiel servidor de grupos económicos vinculados con los Rosenthal, los Facussé y otros. Así, tuvo cubiertos con éxito todos los flancos: los militares, los políticos y los económicos. Romero Ellner se alzaba en prestigio entre lo más granado de la sociedad política y económica hondureña mientras hundía la dignidad de su propia hija.

La periodista Thelma Mejía cuenta en una entrevista para Revistazo.com, con fecha de junio de 2004, haciendo memoria de lo que significó el juicio para David Romero:

Entre este círculo de amistad (de David Romero Ellner) también se encontraba un sector de la prensa nacional, que ha intentado obviar el crimen cometido, quiso justificar el porqué de la violación y muchos cayeron en la duda de si era hija biológica o hijastra, sin diferenciar que una violación es un delito a cualquiera que se cometa.

Los pocos medios electrónicos que le dieron seguimiento a este tema, lo hicieron de forma superficial, mientras que los escritos se limitaron a hacer publicaciones pequeñas que situadas en lugares poco estratégicos permitieron mantener a un público alejado de la verdad.

En el juicio se presentaron pruebas contundentes que determinaban la culpabilidad de Ellner, sin embargo la prensa en ningún momento publicó tales documentos.

Cuando David acepta negociar la pena, confiesa su delito, entonces se calló un mito en los periodistas (sic) que lo defendían y que ahora se llaman al silencio ya que éste no es un caso que dignifique al periodismo (…) el caso de David, es el principio del fin de la impunidad de los periodistas.

David Romero Ellner

¿De dónde sale David Romero?

David Romero se identificó en la década de los setentas y principios de los ochentas como izquierdista. Miembro de las juventudes comunistas, según el padre Moreno representó al país en más de una ocasión en los encuentros mundiales que convocaba la Unión Soviética. Cuando se intensificó la guerra en Centro América y surgieron los distintos grupos guerrilleros que tuvieron breve vida en la política nacional, Romero Ellner se reagrupó con el sector más radicalizado, acompañando a Tomás Nativí y a Fidel Martínez (ambos desaparecidos luego por orden de Álvarez Martínez) en la fundación de la Unión Revolucionaria del Pueblo (URP), brazo político de los Cinchoneros.

Según el sacerdote jesuita, Ismael Moreno, Romero fue capturado y torturado junto con Tomás Nativí. «Romero Ellner lleva en su cuerpo la huella de una bala que le penetró en la pierna mientras lo torturaban. —Dice— Se hizo así un hombre de éxito que puede hablar tanto de los tormentos de la izquierda como de las dulzuras de la derecha con la propiedad que le da una experiencia militante en los dos bandos, actuando en ambos con la misma entrega e intensidad del fanático».

Haciendo uso de sus contactos políticos y su cercanía con el presidente Manuel Zelaya Rosales, es que a mediados de 2008 el periodista Romero Ellner sale de la cárcel, después de cumplir apenas la mitad de la condena. Inmediatamente comienza a trabajar en Radio Globo, emisora propiedad del liberal Alejandro Villatoro que dirigía hasta el momento la periodista Sandra Maribel Sánchez, quien decidió renunciar a la dirección de la radio emisora, argumentando que no podía compartir cabina con un violador convicto.

Inmediatamente, las organizaciones feministas cerraron sus programas Tiempo de Hablar y La Bullaranga que tenían en Radio Globo. Según explicaron en la carta abierta que hicieron pública en los medios de comunicación y que fue firmada por diez organizaciones de mujeres:

«La cancelación de estos espacios, (se da) como producto de la denuncia que en ellos se hiciera, sobre el despido indirecto a Sandra Maribel Sánchez, puesto que le colocaron de compañero de trabajo a un hombre que tiene antecedentes de haber violado a su propia hija. Los propietarios de este medio de comunicación han preferido tener como Director de Noticias al señor con estos antecedentes que a Sandra Maribel y por otro lado cancelar los espacios donde se informa y orienta a las mujeres sobre sus derechos». 

Argumentaron las organizaciones de mujeres en la carta pública, que el periodista estaba inhabilitado para trabajar en medios de comunicación. Continúa el documento:

El Artículo 48 del Código Penal, para aclarar cualquier duda sobre la inhabilitación absoluta como pena accesoria a la cárcel, establece: “La inhabilitación absoluta se entiende para cargos u oficios públicos, derechos políticos y profesionales titulares durante el tiempo de la condena y produce:

  1. La privación de todos los cargos u oficios públicos y ejercicios de profesiones titulares de que estuviere en posesión el penado, aun cuando los cargos sean de elección popular;
  1. La privación de todos los derechos políticos y la incapacidad para obtenerlos; y,
  2. La incapacidad para obtener cargos u oficios públicos, profesiones y derechos mencionados.

De la lectura de la sentencia y del Código Penal, con facilidad se deduce que la inhabilitación absoluta y la interdicción civil persisten hasta que se cumplan los diez años y recordamos que, hasta la actualidad, sólo se han cumplido cinco años de la condena.

También se puede entender claramente que la inhabilitación absoluta se refiere al ejercicio de las profesiones titulares, así, el señor David Romero Ellner puede trabajar sin obstáculos para cumplir con sus obligaciones alimentarias pero NO en su profesión titular.

David Romero salió de la cárcel completamente arruinado. Atrás quedó su gloria y apenas podía contar los amigos que le quedaban. Tenía sí, la estrecha amistad con Manuel Zelaya Rosales, que cultivó durante los años dorados del gobierno de Flores Facussé, cuando Mel era ministro del desaparecido Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS). Al salir de la cárcel, Romero se sumó al equipo de periodistas que hacían campaña para la Presidencia, vinculándose con el proyecto de la Cuarta Urna. Pero llegó tarde para la repartición y apenas logró las migas. No contaba con un medio de comunicación ni el programa con alta audiencia que antes tenía. Apenas estaba comenzando a reconstruirse.

Pero Romero Ellner corrió con suerte y lo que fue la desgracia para muchos fue la fortuna para él, pues al estar posicionado como director de noticias en Radio Globlo —luego que salió Sandra Maribel Sánchez—, se vino el golpe de Estado del 28 de junio de 2009 en contra de Manuel Zelaya Rosales y Radio Globo fue de las pocas emisoras que cubrió por completo la crisis, lavando su imagen de violador convicto, a la de periodista comprometido con las causas populares.

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En una próxima entrega conozca:

Cómo llega David Romero Ellner a conocer el desfalco del IHSS y por qué su empeño en destruir la carrera del fiscal adjunto Rigoberto Cuéllar y su esposa la ex-fiscal Sonia Gálvez

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