Un suceso casi eterno en el paisajismo del país son las tomas de carreteras por parte de grupos organizados que encuentran en estas medidas de presión la visibilización de su sector o reclamo ante las autoridades. En esta ocasión fueron los campesinos organizados del Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia del sector Mezapa, quienes se tomaron la carretera a la altura de Guaymas, entre El Progreso y Tela, denunciando la construcción de la represa hidroeléctrica concesionada al empresario progreseño Jason Hawit. También denuncian que trabajadores de la empresa Hidroeléctrica Centrales El Progreso «HIDROCEP» han golpeado y amenazado a líderes comunitarios que luchan contra el proyecto.
Los campesinos han mantenido un campamento permanente por más de 150 días reclamando la concesión de tres ríos al empresario Hawit. El comisario Iglesias de la policía de Tela, afirmó que 150 campesinos bloquearon la carretera, dejando cuantiosas pérdidas a las personas que circulan por esa ruta. El desalojo se dio mediante un diálogo entre policía y campesinos después de tres horas de toma.
Miembros de la comunidad consideraban que el conflicto continuaría por la tarde. Para evitarlo, se movilizaron al lugar varios camiones con escuadrones cobras. Las comunidades del sector Mezapa y el Movimiento Amplio por la Dignidad y la Justicia denuncian que trabajadores de HIDROCEP han golpeado y amenazado a líderes comunitarios que luchan contra la hidroeléctrica.
Los pobladores informaron además que trabajadores armados bajaron desde el lugar donde se construye la hidroeléctrica, hasta los campamentos que mantienen las comunidades y arrancaron las trancas que había instalado la ciudadanía para evitar el paso de maquinaria. La agresión sucedió este viernes cuando las comunidades regresaban de un plantón que se realizó frente al Ministerio Publico en Tela.
Esta no es la primera vez que los pobladores de esas zonas se toman la carretera: a inicios del este año 2017 también surgieron las manifestaciones en protesta por el proyecto hidroeléctrico y la concesión de los ríos ya que manifiestan que se está afectando las fuentes de agua del sector.
Los habitantes del sector aseguran que después de que inició la construcción comenzaron a recibir el suministro de agua potable con lodo y basura, por lo que no es apta para el consumo humano. También denuncian que a pesar de la oposición de los residentes de las comunidades la Corporación Municipal del Puerto de Tela aprobó la construcción de esta represa a través de un cabildo público realizado en un lugar no apropiado y con la presencia personas pagadas por la empresa.
