El diálogo nacional que sostenían gobierno, sociedad y estudiantes ha quedado suspendido por una falta de consenso entre los participantes, la falta de un entendimiento de los temas a tratar en la agenda y la propuesta por parte de miembros de la oposición de una posible transición política del gobierno ha sido la causa de esta suspensión.
El arzobispo Leopoldo Brenes lamentó verse en la situación de suspender la mesa plenaria del gran diálogo nacional al tiempo que sugiere la conformación de una comisión mixta de seis personas integradas en dos grupos de tres personas para discutir un plan de acción que permita llegar a un consenso para continuar en la mesa.
Esta instancia responde a casi un mes de protestas en contra de las medidas de Daniel Ortega en el tema de Instituto Nicaragüense del Seguro Social, a pesar de que en menos de una semana la medida fue derogada el resultado de esas protestas es de al menos 76 muertos, torturas, detenciones ilegales, exceso del uso de la fuerza de los miembros de las fuerzas policiales como constató la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) en una visita que realizó la semana pasada al país.
Otro de los factores que se prestó para la falta de consenso fue la denuncia del Canciller Denis Moncada en su calidad de representante del gobierno en la mesa de un posible Golpe de Estado en contra de Daniel Ortega, La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia insistió en acordar reformas democráticas lo que fue entendido por la representación de gobierno como un intento -suave- de Golpe de Estado:
«Es una agenda que al verla en su forma concentrada nos lleva a un solo punto: el diseño de una ruta para un golpe de Estado. La ruta para cambiar el gobierno de Nicaragua al margen de la Constitución».
Expresó previo al retiro de la mesa, también exigió el retiro de los bloqueos carreteros y el cese de violencia de cualquiera de las partes. Por parte de la oposición la representación estudiantil acusa a Ortega de mantener ataques contra los manifestantes lo que fue una recomendación de la CIDH en el informe entregado:
“El gobierno se comprometió a seguir las recomendaciones que la CIDH le había hecho, y no lo hicieron. Es la segunda vez que incumplen los acuerdos que nos muestran que no son más que monigotes”.
Carlos Tünnermann exministro de educación y representante de la sociedad civil también se mostró en contra de la decisión del gobierno: es lamentable la actitud que ha tomado la delegación del gobierno dijo y agregó: Esta agenda no es de ninguna manera una ruta para un golpe de Estado, sino una ruta para un cambio democrático que es lo que ha pedido el pueblo con marchas multitudinarias recientes en todo el país, y que desde hace años la sociedad civil ha demandado al gobierno”.
Desde mediados de abril la protestas han ido en aumento, fue gracias a la convocatoria al diálogo y una tregua que se ha disminuido el nivel de tensión en las calles de Nicaragua pero aún ocurren enfrentamientos entre los manifestantes que se mantienen en los retenes y supuestas fuerzas paramilitares.
Luis Almagro Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) basado en el informe de la CIDH manifestó que: la salida a la crisis debe ser por la vía electoral, sin exclusiones, ni inhabilitaciones, con comicios claros y transparentes.