Roberto Paiz Castillo: «No tenemos una clase política pensante»

EGO6 febrero, 2017

Roberto Antonio Paiz Castillo es un hondureño de 62 años con una amplia carrera como educador y consejero espiritual. Es de oficio sacerdote (aunque ya no ejerce el oficio), es precandidato a la Alcaldía del Distrito Central, y se define a sí mismo como un hombre de principios, de ideas y con  experiencia. Es propietario de dos Instituciones educativas, en las que actualmente estudian más de 70 niños becados por sus instituciones, y se presenta como uno de los precandidatos más propositivos de la corriente que dirige el joven precandidato a la Presidencia del país, Eduardo Martell.

Hace un par de años fue —según su opinión— injustamente separado del clero hondureño y del Instituto Salesiano San Miguel, donde fungió como educador y consejero durante más de tres décadas. Ello le causó dos infartos que lo llevaron a un estado grave de salud.

—. «Cuando me dieron esos dos infartos alguna gente que me quiere me llevó al Medical Center, donde pagaron más de 900, 000 lempiras, porque yo no tenía absolutamente nada. Ellos lo hicieron de su buena fe y voluntad, y quizá porque alguna vez yo les había servido como sacerdote y como humano— dice, mientras preparamos los instrumentos para la entrevista que a continuación presentamos sobre su propuesta política en busca de la Alcaldía capitalina. Leámosla.

—. ¿Por qué participa como precandidato a la Alcaldía del Distrito Central, don Roberto?

—.«Participar en política se ha vuelto para mí un deber. Lo hago para decirle a la gente que se puede hacer política en una forma diferente; con una nueva actitud, y que no es necesario gastar tanto dinero en campañas, sino en tener proyectos. Tegucigalpa es una ciudad encantadora, pero la cuidad no es la infraestructura; es la gente.  Y he notado desde el año de 1983 que tuve la dicha de regresar, que la actitud positiva que tenían los capitalinos, ha venido siendo cambiada por una de inconformidad, de miedo, hastío y emociones similares, por los problemas que tenemos en la actualidad. Por tanto,  los políticos debemos crear esperanza a través de las oportunidades, para que la gente comience a rescatarse, a darse cuenta que tienen un valor, y a exigirnos a nosotros los políticos para que hagamos siempre el bien.

Para mí hay dos puntos focales en lo que se debe trabajar: primero un banco comunitario o municipal, que preste a las personas más necesitadas, como los emprendedores de las MYPIMES, para que éstos puedan desarrollarse en sus actividades económicas sin mayores cargos en los intereses. Lo digo porque yo mismo tengo un préstamo con un banco y sin mentirle me asusto de tantos intereses, y nuestra gente que necesita incentivos económicos para trabajar y producir ni siquiera puede acceder a esos préstamos por carecer de un historial crediticio; y eso es una lástima, porque aquí hay gente inteligente, que piensa y que emprende. Entonces, ¿por qué como gobierno tengo que cargarlo de tanto impuesto y hacerles la vida más difícil de lo que ya es, si en todo caso lo que busca es generar riqueza, es eso es un bien para el país?, un banco nacional debe ser exactamente eso, un generador de oportunidades para el progreso y el desarrollo humano, como lo hizo en su momento en Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus en la India. Un banco que tenga prioridad más hacia la persona, que hacia los intereses mercantiles.

¿Qué tal si ponemos un poco de todo ese dinero que se invierte solamente en infraestructura en un banco que desarrolle a la persona?, sería muy bueno, pero al mismo tiempo haríamos una escuela modélica para cinco grupos que en este momento no tienen mayores posibilidades: la madre jefe de hogar (no sólo las madres solteras), los NINIS, los niños, para que estos tengan centros de estimulación temprana que no sólo sean guarderías; las madres adolescentes, los jóvenes que perdieron el interés por la escuela, para que éstos tengan una educación basada en conocimientos técnicos. Por último, también pondría en este grupo a los genios, porque en Honduras tenemos gente que no está adaptada a un sistema mediocre, y no queremos darles títulos para que pueda correr y avanzar en su proyecto de vida, entonces la Alcaldía debe ser fundamental para eso; para crear una ciudad con alma, con espíritu, y eso es algo que comprendo con creces. Que tenga vida, que tenga alma, que tenga desarrollo humano, sin el cual ningún otro desarrollo es posible.

Como educador fundamentalmente estoy pensado en la persona, en el humano.

El gran problema de la educación es que nos han idiotizado, pero no nos han educado para pensar; nuestra educación ha sido una educación “amansadora” —lo digo como educador—, pero no una educación que crea pensadores, una educación liberadora».

—. Honduras es un país joven, ¿cómo ve el desarrollo humano en el país?, ¿qué propone Roberto Paiz para lograr ese desarrollo humano?

—. «Ser joven en Honduras en estos días es casi sinónimo de delincuente. Mutilamos al joven, pero ese joven en 20 años será un adulto de cuarenta años (por decir algo) que en unos pocos años estará descalificado laboralmente. Yo creo en el joven con sus capacidades deportivas, manuales e intelectuales. Para eso desarrollaré un programa llamado “Manos de Tegucigalpa”, donde se venda todo lo que se produzca en la ciudad por iniciativas de los jóvenes emprendedores con la ayuda de la Alcaldía. Pero eso sólo puede lograrse preparándolos en conocimientos técnicos. Pero acá hemos hecho lo contrario, porque el gobierno prácticamente eliminó la mayoría de carreras técnicas. Además, nunca le preguntaron nada al empresario, lo que fue un error, porque debe existir una especial comunión entre empresario, el gobierno y el joven, para que exista un estímulo y una sociedad de trabajo.  Por eso no se generó trabajo, porque no se hizo de la forma correcta. Pero también estoy pensado en el adulto mayor, para que una vez que se retire de la vida laboral tenga una calidad de vida digna, y no esas pingues pensiones que reciben unos pocos. Aquí la tercera edad casi comienza a los 50 años, y no a los 60, porque a ésa edad ya nadie quiere darte trabajo. No debemos desecharlos, sino aprovecharnos de su experiencia y hacer de todos esos conocimientos un gran banco de datos que sean útiles a las generaciones más jóvenes. De ese modo sería una sociedad no muerta, sino vida, con alma y con espíritu.

Pero no es sólo eso lo que me preocupa, también he visto cómo se ha destruido y cómo se destruye nuestra historia, y cómo se han cerrado las bibliotecas públicas del país, porque con ello se ha destruido a la inteligencia».

—. ¿Qué opinión le merece la gestión de la actual administración de la Alcaldía de Tegucigalpa?

—.«Como político debo analizarlo responsablemente. Creo que la gente ve con buenos ojos la gestión del actual Alcalde, porque no habíamos visto nada antes de él; entonces lo que está haciendo parece mucho, y es cierto, pero la verdad es que es su deber, para eso fue electo y para eso le paga el pueblo. Pero no es cierto que todo lo que se está haciendo es una iniciativa de la actual administración, sino el fruto de un plan maestro que se ha debido desarrollarse hace varios años, pero que por malas administraciones no se había hecho. Ellos dicen que todas las obras se han hecho estrictamente con fondos municipales, y otros dicen que con fondos del gobierno y la Municipalidad, pero lo que yo sé es que el BID y el Banco Centroamericanos han dado importantes cantidades de dinero para el desarrollo de obras públicas. Se están haciendo las cosas bien, pero pueden hacerse mucho mejor. Yo pienso en una Alcaldía descentralizada que esté distribuida en los cuatro puntos cardinales de la región, para darle un mejor servicio a la gente, mucho más personalizado, y sin dar lugar a una corrupción tan grande. Como he dicho, está muy bien lo que se hace, pero sólo veo infraestructura sin desarrollo humano.

—. ¿Cómo define usted a esta clase política de hoy?

—.«Con todo el respeto y el perdón, no tenemos una clase política pensante. Prefieren que la administración pública esté llena de sus activistas en vez de emplear allí a los especialistas, a los técnicos y profesionales».

—. El último Alcalde liberal de Tegucigalpa fue Roberto “el pelón” Acosta. ¿Por qué, con un Partido Liberal fragmentado, los capitalinos deben volver a confiar en un Alcalde liberal?

—.«Precisamente estuve conversando con él, y fue él quien me dijo lo plan maestro de la Alcaldía y lo de los fondos internacionales. Creo que es importante que vuelva a la Alcaldía una persona que se preocupe por la gente. La clase alta se ha adueñado de los alrededores de la ciudad, y dentro de la ciudad gobierna la clase media que poco a poco está desapareciendo. Tegucigalpa necesita un Alcalde que se preocupe por proyectos de agua, porque desde 1997 no se hace uno, por ejemplo, porque hay mucho que hacer. Pero no necesariamente tiene que ser liberal, sino una persona íntegra, responsable, comprometida y con conocimiento. No se trata de quitarle a unos para darle a otros, sino de crear riqueza común, bienestar para todos. Pero tengo claro que la oportunidad de revitalizar la Alcaldía hoy por hoy está con el liberalismo».

—. ¿Cuáles son los grandes retos que enfrenta la comuna capitalina ahora mismo y qué propone para hacerles frente?

—.«Tegucigalpa ya es una ciudad hermosa. Pero me gustaría ver menos caos vehicular, y me gustaría ponerla más bella con menos carros grandes como los buses, y más vehículos bonitos como las mototaxis y carruajes. Quisiera que la Policía Nacional fuera parte de la Municipalidad por decreto, que ellos sean los que velen por la verdadera seguridad ciudadana, con gente preparada y bien remunerada. Uno de mis sueños sería reordenar la ciudad, y darle una nueva nomenclatura nombrando todas las calles y avenidas. Rescataría los edificios históricos, el centro histórico y todos los inmuebles que se dañaron después del Mitch. Pero Tegucigalpa tiene muchísimo retos y problemas, cuyas soluciones no pueden expresarse apresuradamente en una entrevista. Eso sería irresponsable. Pero gran parte de esas soluciones las he dicho en las respuestas anteriores».

—. Como ex-clérigo, ¿cómo ve el Estado laico?

—.«Cuando estuve en el clero nunca antes participé de la política partidaria porque soy respetuoso de las funciones. Yo no siento que sea correcto que un funcionario público hable en nombre del Señor, porque es parte de la manipulación de la opinión de los ciudadanos. Es aprovecharse de la fe de la gente humilde. Pero tampoco es correcto que las autoridades de la Iglesia opinen públicamente sobre los asuntos del Estado, porque no es esa su función; su función es cuidar el alma, el espíritu y la humanidad de las personas. Debe prevalecer la laicidad. El Estado debe ser laical, pero la clase política usa la fe para fines políticos.

—. ¿Considera el Partido Liberal tendrá una recuperación favorable, que va a reestructurarse?

—.«Como el Partido Liberal es un pensamiento, una ideología, está vivo. Pero su mal ha venido cuando quienes lo dirigen lo hacen con sus pasiones e interese propios, como quien en 2009 le hizo tanto daño al partido que le dio la oportunidad de llegar al poder. Pero como la fuerza está en lo que es la esencia del partido, vuelve a resurgir y volverá a hacerlo, porque podés destruir el cuerpo de alguien, pero no su alma. Es lo mismo con el Partido Liberal, es el representante del liberalismo, y Honduras en una nación de ideas esencialmente liberales».

—. ¿Por qué los capitalinos deben votar por usted para Alcalde de Tegucigalpa?

—.«La gente me conoce como sacerdote, no como político. Y cuando entré a esto muchos me dijeron que me decepcionaría, pero no ha sido así. Sé mucho de lo que hay en el corazón humano, y sé que es noble, a pesar de lo que parezca. Pero si la gente quiere que una persona de principios administre bien sus bienes, que voten por este servidor. Tengo ideas, proyectos, y deseos de servir. Así podrán exigirme. Les digo que voten por mí, porque la única forma de decepcionarlos es que no me voten».

 

Acerca de El Pulso

Propósito: Somos un equipo de investigación periodística, que nace por la necesidad de generar un espacio que impulse la opinión sobre los temas torales de la política, economía y la cultura hondureña. Estamos comprometidos con el derecho que la gente tiene de estar verdaderamente informada.

Derechos Reservados 2019-2021