Por Óscar Esquivel
Eduardo Galeano, escritor de “Las venas abierta de América Latina”, fue un intelectual de primera fila en defensa de los más desposeídos de nuestra América. El autor anunciaba, “Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba…”. Y es que en nuestro país, la democracia sigue siendo un sueño, un bello ideal en donde «los nadies” quisiéramos vivir.
El presupuesto correspondiente al año 2019 ha sido aprobado por el Congreso Nacional obedeciendo los mandatos del Fondo Monetario Internacional, brazo financiero de los Estados Unidos de Norteamérica. En este presupuesto, el bienestar de las mayorías sigue en espera. L. 271,678,529, 366 es lo presupuestado para el funcionamiento del aparato de gobierno, de los cuales, la administración central absorberá el 56% y el restante la administración descentralizada. Aunque en este presupuesto recién aprobado se ha anunciado que salud y educación han recibido aumentos en sus respectivas partidas en comparación con el presupuesto vigente, éste sigue quedando corto en relación a las necesidades en dichos renglones. Este aumento quedará en los sueldos y salarios poco sustanciales de la clase magisterial, que reparte el pan del saber casi con las uñas en un mundo donde lo único que se globaliza es la pobreza. Mientras se habla de inteligencia artificial, nuestras escuelas y colegios siguen careciendo de lo básico. El déficit de maestros es de 15,000 profesionales del magisterio, en una situación de sobrepoblación de alumnos. Tenemos un 30% de escuelas a nivel nacional sin energía eléctrica, de donde se podrá deducir como estarán las otras condiciones. Muchos padres de familias tendrán que optar por enviar a sus hijos a los centros de educación privada, a riesgo de que permanezcan analfabetas.
La salud sigue siendo precaria, en la que se está condenado a buscar los auxilios en los hospitales privados o esperar la muerte. Al respecto, el ministro de salud Octavio Sánchez hace el llamado a no enfermarse, “…conservarse sano es obligación de cada individuo y de las comunidades …” Y es que del presupuesto nacional aprobado, sólo el 14.741 % es destinado a la población enferma, que necesita con urgencia más hospitales públicos, médicos y medicinas. Es ilusión creer que habrá suficiente para la investigación, tratamiento y cura de enfermedades en aumento, como la diabetes y el cáncer. Por otra parte, el presupuesto asignado a “defensa y seguridad” sigue siendo alto (9%), como ya es característico en las últimas administraciones. Está de más decir que el mismo sigue siendo manejado como “secreto de Estado”. Lo que no es secreto es la compra de armas, aviones, buques y otros equipos para reprimir a la población. Es, entonces, normal preguntarse, ¿Contra quién estamos en guerra? ¿Quién será el que está haciendo negocio redondo a través de ese renglón presupuestario?
Mientras representantes genuinos de la población no asuman las riendas del poder político y económico, los intereses de la población seguirán en espera y su lugar estará siendo ocupado por una clase económica y política parasitaria, con intereses imperialistas.
