Agentes antidisturbios de la Policía Nacional de Nicaragua obligaron a opositores miembros de una misma familia a comprometerse a respetar a la policía y a los simpatizantes sandinistas.
Las declaraciones habrían sido obtenidas luego de someterlos e inmovilizarlos, en detenciones ocurridas en el occidental departamento de León.
En un video difundido por los propios agentes policiales, se puede observar cuando un policía le exige a la familia repetir consignas sandinistas.
“El compromiso de ella que no vuelve andar ‘jodiendo’ [SIC] a la policía. A que no volvés a andar filmando ni hostigando a los simpatizantes sandinistas, ni alterando el orden”, le exige repetir un agente policial a una de las detenidas.
El grupo de la Policía era comandado por el comisionado Fidel Domínguez y la agresión fue contra varios miembros de la familia Reyes Alonso, conocidos opositores al gobierno de Daniel Ortega.
Dentro de la vivienda, la Policía mantenía retenidos a Diego Reyes, María Eugenia Alonso, Diego Reyes Alonso Jr. y una señora de 94 años.
Diego Reyes Jr. también explicó que el comisionado Domínguez grabó a toda la familia y los obligó a decir: “nosotros nos comprometemos a no jugar con la paz, a no conspirar contra el comandante y que vamos a respetar a la Policía Nacional”.
El defensor de derechos humanos, Pablo Cuevas, condenó los hechos. “Hubo una situación de tortura, de coacción, cohesión, había un elemento de poder frente a víctima, había una autoridad ahí cometiendo abusos de poder, violando normas nacionales e internacionales” dijo el abogado.
Según el artículo 15 de la Convención Internacional contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles Inhumanos o Degradantes: “Todo Estado Parte se asegurará de que ninguna declaración que se demuestre que ha sido hecha como resultado de tortura pueda ser invocada como prueba en ningún procedimiento, salvo en contra de una persona acusada de tortura como prueba de que se ha formulado la declaración”.
En tanto, el diputado Sandinista, Wilfredo Navarro, defendió el comportamiento de las autoridades policiales. “Es una campaña para desprestigiarlos, pero la realidad [es que] la policía actúa dentro de su ámbito de legalidad, y no necesariamente los hechos son como los narran”.
Los oficiales irrumpieron en la vivienda de la familia, los golpearon y les robaron computadoras y celulares, obligándolos a repetir la consigna “Con la Paz no se juega”.
Organismos defensores de derechos humanos denunciaron el hecho como parte de la violencia estatal que vive Nicaragua.
Fuente: VOA.
