Olivia Zúniga Cáceres, hija de Bertha Cáceres Flores, manifestó a El Pulso, que como víctimas solicitaron a organismos de Derechos Humanos, expertos en peritajes científicos e investigación, para que le apoyaran en el caso del asesinato de su madre. Según manifestó, recibieron una respuesta positiva por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y otros organismos de Derechos Humanos, como de la defensa de las víctimas de los 43 asesinados de Ayozinapa, México, personas involucradas en la lucha por los desaparecidos y la justicia en Colombia, Argentina, Bélgica y de los Estados Unidos de América.
«Son personas con mucha experiencia, con excelente capacidad, científica y profesional», afirmó la joven hija de la ambientalista asesinada hace 10 meses en el occidental departamento de Intibucá.
Estos expertos en investigación ya hicieron oficial su llegada a Honduras, sin que el Estado hondureño haya dado el visto bueno. La medida tomada es debido a que el gobierno nunca respondió a la petición planteada, que como familiares solicitaran al gobierno hondureño, para que permitiera nombrar dicha comisión internacional independiente en la investigación del caso de Bertha Cáceres.
«La comisión es muy profesional y no viene a hacer lo que la familia dictamine, sino un trabajo de altura», aseveró Olivia Zúniga, afirmando que tiene entendido que hay más personas que están próximas a ser capturas, vinculadas al asesinato de su madre que han estado fugitivas, prófugas de la justicia relacionados con la Empresa de Desarrollo Energético S.A. (DESA).
«Seguiremos dando la lucha por la justicia para mi mamá, desde todas las trincheras», dijo la joven ahora precandidata a diputada por el partido Libre. «Mantendremos la denuncia para que se cancele la licencia de la construcción del Proyecto Hidroeléctrico Agua Zarca», agregó.
La joven Zúniga Cáceres cataloga el discurso del presidente de la República como hipócrita y de doble moral, porque por un lado dice que quiere justicia para el asesinato de Bertha Cáceres, y por otro lado permite que las licencias para operar las hidroeléctricas sigan activas.
Zúniga Cáceres denunció además, que la empresa DESA sigue en los territorio imponiendo políticas de terror y amenazas con paramilitares, manteniendo en zozobra a la población, porque la gente es perseguida por grupos de sicarios, y puso como ejemplo a los habitantes de San Francisco de Opalaca, «donde se han convocado a consultas previas libres e informada y han dicho cien por ciento que no, donde miles de personas se movilizaron hace unos meses, porque no quieren que esa empresa esté en los territorios, porque no quieren el proyecto, pero que eso no tiene ninguna trascendencia para el gobierno, ni para la “justicia” entre comillas de nuestro país», apuntó la joven dirigente lenca.
«Nosotras seguiremos en esta lucha exigiendo justicia para mi mamá, ya han pasado 10 meses sumamente dolorosos, muy difíciles, que nos cambió la vida completamente, y esperamos que llegue la justicia, que llegue la justicia a esas esferas de poder que nunca han sido tocados, que los autores intelectual, los que pusieron el dinero para matar a Bertha Cáceras, los que planificaron el asesinato sean encarcelados», agregó de forma enfática.
Según Zúniga Cáceres, el presidente Hernández Alvarado nunca se comunicó con la familia, aunque después del asesinato de su madre le pidieron al presidente Juan Orlando Hernández que los atendiera, pero nunca los recibió.
«Igual que contra de mi mamá se desarrolló toda una guerra jurídica, una guerra mediática antes de ser asesinada, hoy están haciendo exactamente lo mismo con las víctimas, con nosotras y nosotros, con su familia, con su organización que es el COPINH, contra su gente que es el pueblo lenca. Están desarrollando una guerra mediática, de odio, de calumnia, de desprestigio, también una guerra jurídica impidiendo tener acceso a la información.
«Se mantienen en secretividad las investigaciones, diez meses después del asesinato es ilógico y contra el sentido común e ilegal, dónde se ha visto que las víctimas no van a tener información de cómo se va desarrollando el proceso judicial, que es el caso de asesinato de nuestra madre», cuestionó.
Según denunció Olivia Zúniga, ella y sus hermanas han sido víctimas, como hijas de Bertha Cáceres, de toda esa guerra jurídica y de persecución, de amenazas contra sus vidas, pero siguen firmes viviendo en el país, a pesar de que se les ofreció que vivieran en otros países donde tienen puertas abiertas. Siguen acá, afirma, porque es desde este lugar en donde se tiene que dar la lucha.
«Iniciaremos el año 2017 con grandes manifestaciones en las calles de Tegucigalpa, exigiendo justicia para Bertha Cáceres, con todo lo que este a nuestro alcance», dijo, agregando que no descansaran en exigir justicia hasta que terminen sus vida.
Zúniga Cáceres manifestó que dará la lucha desde todas las trincheras, que parte de su proyecto político como aspirante a ser candidata a diputada de Libre por el departamento de Intibucá, es dar la batalla en contra de las concesiones otorgadas ilegalmente por el Estado hondureño, que violentan la soberanía y autodeterminación de los pueblo, elemento fundamental de su programa político, que fue un proceso de consulta con la población, de cómo pueden dar la lucha dese el Congreso Nacional para defender los bienes comunes, derogando las concesiones ilegales bajo las cuales les fueron otorgadas.
Agregó que su aspiración a ser diputada nace a petición de las comunidades, de los movimientos de Libertad y Refundación y de otros partidos, por lo que acude al llamado de su pueblo, que fue una decisión difícil de tomar, porque abre un espacio para que se ataque la justicia para Bertha Cáceres, que incremente la campaña de odio contra su persona y su raza, independiente de todo lo que pueda suceder, está lista, con la frente en alto para dar la batalla, llena de dignidad, llena de verdad y llena de razón.
Advirtió Zúniga que seguirán movilizándose porque no van a abandonar las calles, que podrá abandonar la lucha política electoral, pero las calles jamás.