Nicolás Guyot explora la imagen a partir de la fotografía. Parte de la impresión clásica y utiliza diferentes métodos para plasmar ese instante, que ya impreso, carece de tiempo. En la exposición que presenta esta semana en El Taller, en la colonia La Campaña en Tegucigalpa, nos muestra una colección de retratos que fueron tomados en sus viajes por África.
«Trato de olvidar todo lo que era el retrato original —dice Guyot en una entrevista a El Pulso— porque al momento de trabajarlas estas fotos ya han olvidado todo lo que le antecedía».
Para Guyot, las fotografías que toma dejan de ser un trabajo intelectual en el momento en que esta el manipulando. Encerrado en el cuarto oscuro, comienza a retocar los retratos agregándole texturas y contornos que la separan de la imagen original, dando mayor fuerza al texto.
«Allí todo empieza, deja que trabaje más el inconsciente y eso es más un trabajo físico que intelectual, en el momento de trabajar la pintura la pintura fotográfica». Para Nicolas Guyot su obra más que fotografía, es pintura fotográfica.
En 2009 viajó a Siria, dos años antes de que comenzara la guerra. Ese viaje lo marcó. Sus orígenes de Líbano lo acercaron a Damasco, Alepo, Palmira y otras zonas de provincia del interior sirio que años después desaparecieron con la guerra.
A partir de ese viaje empezaron a salir fotografías que no fue sino años después que logró trabajarlas retratando el dolor de la guerra en la ausencia.
«Las fotos no eran de un país en guerra y posterior se volvió un país en guerra», nos explica, dándole sentido al vacío que sus retratos reflejan. Gente y lugares que ya no están.
«Tuve la impresión mientras estaba re-trabajando las imágenes, que estaba matando a la gente» —dice, afirmando que fue un trabajo muy difícil y largo.
Cuando vi esas piezas de Guyot, no pude evitar recordar el cuento de Cortazar, «Apocalipsis en Solentimane», en donde las fotografías que captó en su viaje a Nicaragua toman vida y retratan una guerra que aún no había sucedido.
El otro, hay una búsqueda de la belleza y del significado del otro ¿Qué es el otro para vos?
«El otro es aquel al que no encontramos. Estamos siempre girando alrededor de ese otro en una búsqueda permanente».
Y Honduras ¿Cómo llegaste a Honduras? ¿Cómo viniste a dar acá?
Gracias a mi amigo Manuel Torres Funes. Nos conocimos en la ciudad de Marsella en una tertulia de un amigo colombiano y luego volvimos a encontrarnos gracias a un amigo poeta. Yo había ilustrado uno de esos poemas para una publicación y Manuel había trabajado la traducción del poema. Luego empezamos a tener un contacto más permanente y empezamos a conversar sobre la posibilidad de venir para Honduras, justamente para venir a exponer al taller y traer imágenes. A Manuel le había llamado mucho la atención el tema africano en mi trabajo y entonces me decía, Honduras es un país en donde África es absolutamente desconocido. Originalmente habíamos pensado en utilizar una serie de trabajos para exponerlos acá, pero después la cuestión se volvió más amplia».
Tengo entendido que estas dejando un cuarto oscuro aquí en El Taller, en una época en donde todo mundo está sacando fotografía digital, ¿esa es una invitación a los fotógrafos a que exploren también la impresión con bromuro de plata?
«No solamente es una invitación a los fotógrafos, sino que es una invitación a los artistas en general. La fotografía análoga todavía sigue teniendo posibilidades inmensas que todavía no hemos sabido explorar y me gustaría dejarles la posibilidad de que conozcan otro tipo de procedimientos que pueden sumarse o enriquecer el trabajo que ya hacen los artistas».
¿Cuánto tiempo va a estar la exposición?
«Hasta el mes de Mayo».
Y Nicolás Guyot, ¿cuánto tiempo piensa estar acá?
«Hasta abril si no cambio mi fecha».
Nicolás Guyot dejará un cuarto oscuro en El Taller, y gente capacitada para manejarlo. El afirma que también hay personas aquí que ya conocen el modelo análogo y que van a tener la posibilidad de usar el cuarto oscuro. Pero lo más importante del conocimiento que dejará, según explicara Manuel Torres, es su manera de trabajar e imprimir sobre madera, tela y otros soportes que no son necesariamente el papel, la preparación de químicos para ampliar justamente las posibilidades del cuarto oscuro.
