MUJERES HONDUREÑAS SE PRONUNCIAN CONTRA LOS FEMINICIDIOS

El pasado martes, mujeres de organizaciones feministas de todo el país alzaron sus voces frente al Ministerio Público en un acto simbólico para levantar la alerta contra el repunte de feminicidios en los últimos meses, donde los asesinatos contra mujeres de todas las edades reflejan una crueldad y saña en su modus operandi, mientras algunos de estos crímenes representan el punto final en la escalada de la violencia intrafamiliar en muchos hogares. En ocho años, más de 3,000 mujeres han sido asesinadas, 140 de éstas en lo que va del presente año; el 95% de los casos no son investigados a profundidad por el Ministerio Público, por lo que los hechores continúan impunes en el país.

En un acto simbólico, frente a un altar compuesto por velas, fotografías y zapatos, que representaron la vida y las presencias de estas mujeres que han sido asesinadas, mujeres de todas las edades, de diferentes organizaciones, orientaciones sexuales, oficios y ocupaciones, se autoconvocaron para hacer eco de estas vidas que se han perdido. Madres, hijas, hermanas, sobrinas, tías; estudiantes, profesionales, obreras, campesinas, periodistas, activistas sociales; seres humanos, al fin y al cabo, mujeres, que precisamente por existir en este mundo en esa condición fueron convertidas en víctimas de la violencia que explota y consume los cuerpos de la mujer.

«Todas somos Irma Quintero de 21 años y Dunia Xiomara Reyes de 34 años, asesinadas y descuartizadas en Choloma. todas somos Rebeca Abigail Torres de 15 años, estudiante del Instituto Central, secuestrada y muerta a pedradas. Todas somos Jessica Isabel Lemus y Wendy Patricia, asesinadas en La Ceiba. Todas somos Martha Lidia Gómez de 42 años mujer lenca, agredida sexualmente y torturada hasta el punto de la incineración en San Juan, Intibucá. Todas somos Dinora Francisca Ayala de 24 años, abatida a tiros en la frontera de Corinto. Todas somos las dos mujeres desconocidas de 15 y 35 años respectivamente aparecidas en domingo envueltas en tela de costal. Todas somos Yareni Hernández de 22 años a quien su pareja privó de la vida para luego suicidarse. Todas somos Digna Santos de 50 años, asesinada en Trujillo, Colón. Y estos nombres son apenas los que se han reportado en la ultima quincena de junio del presente año,» es parte del comunicado que leyeron las mujeres participantes.

A pesar de que en la legislación hondureña se ha tipificado la figura del feminicidio como delito, de los asesinatos contra las mujeres que han sido investigados y cuyos hechores han sido acusados y condenados muy pocos se han resuelto bajo la figura del feminicidio. Tal es el caso de quien fuera Miss Honduras Mundo, María José Alvarado, cuyo asesino, Plutarco Ruiz, fue declarado culpable por homicidio en su contra, en lugar de feminicidio. La figura penal del feminicidio es importante porque revela que los motivos para un asesinato se basen en la violencia de género, y reconoce culturalmente la existencia de un sistema patriarcal que discrimina, violenta y, en última instancia, asesina mujeres.

«Todas somos este cuerpo enorme que forjamos con nuestro sudor, con nuestros gritos al parir, con nuestro silencio al ser abusadas, con nuestra voz que se rebela ante los insultos o los golpes. Todas tenemos la capacidad de la risa y la esperanza. Todas somos Honduras, todas debemos estar en guerra ante la muerte,» concluyeron en su pronunciamiento las diferentes representantes del movimiento de mujeres en Honduras.