En una reunión en Brasil con el presidente Temer el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, advirtió sobre la inmigración ilegal e hizo un llamado para que los países latinoamericanos respeten las fronteras de su país.
Pence se mostró duro al pedir respeto para sus fronteras, en medio de una lluvia de críticas por las medidas implementadas contra los inmigrantes ilegales que llegan a la frontera, que ahora están siendo separados de sus familias y encarcelados en centros de detención o prisiones. Luego de esta reunión la gira contempla visitas a Guatemala, Honduras y El Salvador para discutir sobre la crisis migratoria que enfrenta la administración Trump.
“Así como los Estados Unidos respeta sus fronteras y su soberanía, insistimos en que respeten la nuestra.” También exhortó a que “no arriesguen su vida o la de sus hijos intentando llegar a los Estados Unidos, porque en el camino existen peligros como los traficantes de droga o de personas” advirtió “Si no puedes venir legalmente, no vengas en absoluto”
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Estas declaraciones representan el mensaje más directo hacia los presidentes latinoamericanos de un miembro de esta administración.
La aplicación de la política “tolerancia cero” ha resultado en alrededor de 2000 niños migrantes separados de sus familias, la mayoría provenientes de México y del triángulo norte de Centroamérica. Aunque en una contradicción en su discurso en contra de la inmigración, Pence declaró sentirse orgulloso de que los Estados Unidos es “el hogar más acogedor para los inmigrantes en la historia de la humanidad”.
A pesar de haber retrocedido en la aplicación de la política firmando una orden ejecutiva para frenar la separación de las familias aún no se resuelve esta crisis y los niños siguen en centros de detención, e incluso algunos han sufrido maltratos como acoso, golpes y encierros.
El tema de Venezuela también forma parte de la agenda de esta gira por algunos países de Latinoamérica, en la reunión con el presidente Temer, Pence anunció que su gobierno donará 10 millones de dólares a los inmigrantes venezolanos que huyen de la crisis humanitaria que viven en su país, y 1,2 millones de Dólares a Brasil para enfrentar la crisis migratoria venezolana.
«Estados Unidos apoya a la buena gente de Venezuela, y seguiremos trabajando con Brasil y todos nuestros socios en toda la región y el mundo para responsabilizar a Nicolás Maduro. Venezuela se merece algo mejor». Afirmó el funcionario.
