Mediante un comunicado el gobierno mexicano explica las razones de no aceptar lo que consideran un acuerdo de tercer país, esto en respuesta a la implementación de nuevos protocolos en la ley de migración de los Estados Unidos. En resumen México se hará cargo de las personas que reingresen provenientes de los Estados Unidos, no se resposabilizará por su situación jurídica, por su ubicación fisica o su condición si la petición de asilo es negada.
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México no acepta un “Acuerdo de Tercer País Seguro” con el Gobierno de los Estados Unidos, porque fue una decisión de la administración Trump y fue unilateral, también porque “un acuerdo de esa naturaleza implicaría un compromiso de procesar” en territorio mexicano las solicitudes de asilo de los migrantes que han llegado a Tijuana, frontera con Estados Unidos, provenientes de los países del Triángulo Norte de Centroamérica.
México no se puede responsabilizar “de lleno por su situación jurídica” dice en una parte del comunicado en referencia a la situación de los migrantes.
México aceptaría “con base en el compromiso de los derechos humanos y en beneficio de las personas migrantes” la decisión unilateral del gobierno de los Estados Unidos, como se anunció el 20 de diciembre del 2018, pero, manifiestan que el ingreso será de ciertas personas “extranjeras provenientes de Estados Unidos y que hayan recibido un citatorio ante un juez migratorio”
El gobierno de México no coincide con la medida, pero reiteran el compromiso con los migrantes y con los derechos humanos.
La acción migratoria en una primera fase sería devolver a territorio mexicano a 20 personas diarias en la garita de San Ysidro.
En el comunicado también se lee que el gobierno mexicano aceptará la entrega de las personas “debe realizarse cumpliendo las formalidades que establecen las leyes mexicanas“ no aceptaran menores no acompañados, personas enfermas, pero dejan en claro que una vez terminado el proceso de solicitud “la ubicación física de los solicitantes será responsabilidad exclusiva de los Estados Unidos” con esto el gobierno mexicano aclara que de ser negada la solicitud de asilo no aceptara el retorno de dichas personas.
