MEL: «NO VOY A IR A DECIRLE A JOH, QUE ME AYUDE CON LA CORTE»

EGO2 abril, 2017

En el mes de febrero del año 2013 una sentencia condenatoria obligó al estado de Honduras a pagar la cantidad de: L. 5.1 millones a Gabriela Núñez, por una demanda que entabló en contra del Estado de Honduras por destitución anticipada, cuando se desempeñaba como presidenta del Banco Central de Honduras en el año 2008. Gabriela Núñez fue separada del cargo mediante acuerdo número 0025, con fecha 10 de enero 2008 faltando dos años para el termino de su labor al frente de la institución. 8 años después la Procuraduría General de la República embarga la casa del ex presidente Manuel Zelaya Rosales, en un intento por recuperar el dinero que el Estado pagó en la demanda que Núñez ganó. En palabras del afectado Manuel Zelaya Rosales:

 “Un presidente tiene facultades constitucionales de ley que le permiten nombrar, y al mismo tiempo cancelar, yo nombré a la presidenta del Banco Central, y a los dos años por un asunto de perdida de confianza fue separada del cargo, y que conste que le ofrecí otro cargo, una secretaría de estado”

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Ex presidente Manuel Zelaya Rosales. Créditos foto: diario La Prensa.

Al mismo tiempo, Zelaya asegura que le resulta increíble que sucedan este tipo de acciones en contra de un ex presidente por la separación de un funcionario, una demanda que se detuvo para que pudiera ejercer la titularidad de la Secretaría de Finanzas durante el gobierno de facto de Roberto Micheletti, y que volvieron a activar en la gestión administrativa de Porfirio Lobo Sosa. Hasta la actualidad donde le embargan una propiedad a Manuel Zelaya de la cual es dueño desde hace unos 20 años. En un tono de burla, Zelaya manifestó:

“Esta bien, yo se las entrego, el otro mes se las entrego, me voy para Olancho, de todos modos de ahí vine -ando las mismas botas con las que vine- me regreso para el departamento de Olancho con plena solvencia y dignidad.”

Además agregó, en referencia al actual presidente y precandidato por el Partido Nacional:

“Que Juan Orlando se quede con esa casa, que mande los perros de su casa -que son unos perros muy caros y muy bonitos- a vivir en ella porque es una casa pequeña, apenas unos 160-70 metros, que los mande a vivir ahí y que me saque, no hay ningún problema, le voy a entregar la casa, Juan Orlando usted quiere casa en Tres Caminos, ya la tiene.”

Zelaya afirma, que no confía en el sistema judicial de Honduras y que no apelará la sentencia porque no tiene esa suma de dinero.

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Gabriela Núñez. Crédito foto: diario Tiempo.

“Ahora viene Juan Orlando y con el procurador general de la república que es su abogado, me pone un embargo precautorio sobre la casa, el juez manda a citarnos para dictar sentencia y lo lógico es que me van a condenar a pagar los cinco o seis millones de Lempiras que le dieron a Gabriela, y  yo no puedo pagar esa cantidad de dinero, al no poder pagarles procederán con el embargo, al remate de la casa”.

Siempre en un tono de calma y risas, pero con una cierta incomodidad el ex presidente manifestó:

“Expropiación se llama eso, porque es absurdo apelar a una corte en la que no confío, porque Juan Orlando me va a tener chantajeado, torturado todo el proceso, el juez es de él, la corte, el procurador general, y él dicta sentencia, no voy a ir a decirle: mire presidente ayúdeme en la corte, yo no voy a hacer eso compañeros.”

Luego se ofreció a ser investigado por cuanto organismo nacional o internacional quiera, a él y su familia. La audiencia preliminar se realizó el día miércoles 30 de marzo pero las partes en conflicto no lograron una conciliación.

 

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