La reciente publicación del libro Fuego y furia: en el interior de la Casa Blanca de Trump de Michael Wolff, ha levantado una tormenta que cuestiona la capacidad de Donald Trump para ejercer el cargo de presidente de Estados Unidos.
El libro, que detalla el comportamiento del presidente de EE. UU., Donald Trump y del personal de su campaña presidencial de 2016 y de la Casa Blanca, destaca descripciones poco halagüeñas del comportamiento de Trump, interacciones caóticas entre el personal directivo de la Casa Blanca y comentarios despectivos sobre la familia Trump por parte del ex estratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon.
El personal de la Casa Blanca, indica el libro de Wolff, califica a Trump como poco respetuoso, lo que lleva a afirmar que «el 100% de las personas que lo rodean» cree que Trump no es apto para el cargo.
Publicado el pasado 5 de enero de 2018, se convirtió en el número uno en libros impresos, libros electrónicos y audiolibros en Amazon.com, así como en la tienda Apple iBooks después de que el 3 de enero se publicaran extractos. El 4 de enero, un abogado de Trump envió cartas de cese y desista a el autor y el editor en un intento de detener la publicación del libro, acción que provocó que el libro saltara al número uno de ventas en las librerías de Estados Unidos.
Según Michael Wolff, cuando se acercó a Donald Trump para escribir un libro sobre su presidencia, Trump aceptó darle acceso a la Casa Blanca porque le gustó un artículo que Wolff escribió sobre él en junio de 2016 para The Hollywood Reporter. Trump, sin embargo, afirmó más tarde que nunca había autorizado el acceso de Wolff y nunca le habló del libro.
Después de la toma de posesión de Trump y durante la mayor parte del primer año de su presidencia, a Wolff se le permitió el acceso al ala oeste de la Casa Blanca, realizando investigaciones para su libro a través de entrevistas y como un observador. Él dice que condujo más de 200 entrevistas con Trump y sus asociados, incluido el personal superior, y se le permitió presenciar eventos en la Casa Blanca sin que su presencia fuera administrada. Esto permitió a Wolff estar presente el día del despido de James Comey. Según los informes, Wolff grabó algunas de las conversaciones mencionadas en el libro.
Según el libro, nadie en el equipo de campaña presidencial esperaba ganar las elecciones presidenciales de 2016, incluyendo a Donald Trump, quien supuestamente no quería ganar, y su esposa. Donald Trump Jr. dijo que su padre «parecía como si hubiera visto un fantasma» cuando se dio cuenta de que había ganado, y Melania Trump estaba «llorando, y no de alegría».
Muchas de las citas más controvertidas del libro provienen de Steve Bannon, el director ejecutivo de la campaña Trump en los últimos meses y estratega jefe de la Casa Blanca de enero a agosto de 2017. Bannon se refirió a la reunión durante la campaña presidencial de Donald Trump Jr. y Jared Kushner con los funcionarios rusos como «traidores» y «antipatrióticos», describió a Ivanka Trump como «tonta como un ladrillo», y al referirse a la investigación del abogado especial dirigida por Robert Mueller, dijo «van a romper a Donald Junior como un huevo en la televisión nacional». Bannon también dijo que la investigación de Mueller probablemente descubriría el lavado de dinero que involucra a Kushner con los préstamos recibidos por su negocio familiar del Deutsche Bank. Wolff dice que el propio Trump se caracterizó por una «gran ignorancia». Por ejemplo, Sam Nunberg, un asesor de campaña, según los informes, trató de explicar la Constitución de los Estados Unidos a Trump, pero no pudo superar la Cuarta Enmienda. Wolff también afirma que Kushner e Ivanka Trump discutieron que Ivanka se postule en una futura campaña presidencial.
REACCIONES
La publicación del libro Fuego y furia: en el interior de la Casa Blanca de Trump de Michael Wolff y el intento de la Casa Blanca de detener la publicación, ha levantado sospechas en la opinión pública sobre la capacidad para ejercer el cargo del presidente norteamericano, mientras la Casa Blanca descarga toda su furia contra el conservador Steve Bannon, ex jefe de estrategia de campaña.
Theresa May, Primer Ministra del Reino Unido, desestimó ayer las preocupaciones sobre el estado mental del presidente Trump.
Trump insistió el sábado que estaba perfectamente sano y se describió en Twitter como «un genio muy estable». Ayer comparó su situación con la de Ronald Reagan, que fue presidente desde 1981-89.
«Tuve que soportar las noticias falsas desde el primer día que anuncié que me postularía para presidente», dijo Trump en Twitter.
