Con una breve pero contundente declaración a la prensa, el vocero de la MACCIH, Juan Jiménez Mayor, presentó el día de ayer el libro La corrupción, sus caminos e impactos en la sociedad y una agenda para enfrentarla en el Triángulo Norte centroamericano, elaborado por el Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (ICEFI) con sede en la ciudad de Guatemala.
La presentación del libro, hecha de manera simultánea en El Salvador, Guatemala y Honduras, contó con el apoyo de la Fundación Frederich Ebert.
En Honduras, la representación del ICEFI estuvo a cargo del economista Walter Figueroa, quien de manera superficial indicó que uno de los hallazgos más importantes de la investigación es que «la corrupción más común en el TNCA es en la construcción de obras pública, y contrataciones y compras del Estado especialmente en material hospitalario y de medicamentos».
Advirtió además sobre la importancia de poner atención a los fideicomisos muy de moda en las actuales administraciones, y sobre que la corrupción puede ser mayor en los gobiernos locales que a nivel central.
Según el ICEFI, honduras pierde un 4.3% del PIB por culpa de la corrupción. En El Salvador la cifra oscila el 2.5% y en Guatemala un 0.8%, una cifra que el analista calificó de «sospechosamente baja» que podría explicarse por un subregistro desde los organismos contralores.
Según Jimenez Mayor, el parlamento de nuestros países juega un rol trascendental, especialmente la oposición, a quien corresponde un papel de control político.
«Cuando hablamos de corrupción estamos hablando de un problema que tiene que ver mucho con la política y el CN es el lugar en donde se debe hablar», manifestó el vocero de la MACCIH, agregando que es importante la mirada hacia la auditoría gubernamental.
«Se perdió una gran oportunidad el año pasado cuando se eligió el nuevo Tribunal Superior de Cuentas para tener un tribunal independiente que no responda a directrices partidarias», dijo, responsabilizando no solo en la mayoría parlamentaria que dirige el congreso sino también en la oposición respecto a quienes son las personas que designan en estos puestos.
Según Jimenez Mayor, en el libro se rompe el mito respecto a que la corrupción es solo un problema de funcionarios públicos.
«La corrupción es problema también de empresarios. Hay una frase que se suele decir en esos espacios anti corrupción y es que “el tanto se baila de a dos”», dijo.
«Hay un corrupto y hay un corruptor. La corrupción es un fenómeno de aquellos que tienen el poder y lo usan para beneficios personales».
El vocero de la MACCIH llamó la atención una vez más en sus declaraciones respecto a la importancia que existe en la lucha contra la corrupción, el reformar el sistema judicial.
«Un sistema judicial que no funciona, que no es independiente, va a tener esos problemas de impunidad. Lo que buscamos es tener elementos para construir un sistema de justicia independiente», dijo, recordando que las reformas al sistema de justicia que el país necesita tomará tiempo y que para mientras eso sucede, la MACCIH, junto con autoridades de la administración de justicia diseñaron el sistema anticorrupción.
«Una unidad de élite en el Ministerio Público especializada en el tema de corrupción y juzgados y tribunales especializados en materia de corrupción», remarcó, declarando que Honduras se convierte así en el segundo país en América Latina en tener juzgados anti corrupción.
«Estos juzgados necesitan la mirada ciudadana y el acompañamiento de la sociedad civil, que se sepa que es lo que están haciendo», dijo, anunciando que «el día de ayer se acordaron ya los primeros tres casos que van a conocer estos juzgados anticorrupción».
Al finalizar su intervención, Juan Jiménez Mayor volvió a pedir al Congreso Nacional que aprueba la Ley de Colaboración Eficaz, una iniciativa que, según manifestó el vocero de la MACCIH, han reclamado desde diciembre del año pasado.
«Necesitamos herramientas que permitan conseguir pruebas para encarcelar a los que están arriba, a los peces gordos de la corrupción», dijo.
