Josué Perdomo: «Para nosotros funciona más enfocarnos en decir que somos PINU»

Josué Perdomo es diputado suplente en el Congreso Nacional. Anteriormente formó parte de la bancada del Partido Anticorrupción, pero tras la desintegración de la misma migró a la bancada del Partido Innovación y Unidad (PINU), instituto político desde el cual ha lanzado una candidatura para lograr integrar el Congreso Nacional en el próximo período. En entrevista exclusiva para El Pulso, Perdomo nos habla del proceso de pasar del PAC al PINU, cómo ha sido recibido en el PINU y cuáles son sus propuestas de llegar a ser diputado por Francisco Morazán.

¿Cómo ha sido el proceso de pasar del PAC al PINU?

Entré como diputado suplente por Francisco Morazán en 2014. De los 13 diputados propietarios y 13 suplentes (que integraban la bancada del PAC), tres son de Francisco Morazán. Un año y medio después de entrar en funciones, la bancada del PAC ha entrado en un proceso no muy agradable de fragmentación y de división por varios factores, algunos externos y otros internos. Yo me quedé siempre firme con la línea original del partido, y con el último acontecimiento de pasar el PAC a una autoridad distinta, los que habíamos quedado todavía en el redil original encontramos (algunos de nosotros) espacio político como candidatos a diputados en el PINU. Para mí no hacía mucha coherencia política seguir siendo todavía un diputado del PAC y estar en las casillas de otro partido político, entonces hicimos el paso de pasar formalmente a ser parte de la bancada del PINU para tener un poco de coherencia incluso en asuntos de imagen y de mercadeo por decirlo así; no andar cargando dos simbologías. Para nosotros, con todo el dolor que eso involucra, funciona más enfocarnos en decir somos PINU en vez de estar explicándole a la gente, «Vengo del PAC, o estoy en el PAC y voy con el PINU.»

«(Es) doloroso saber y tener que reconocer que en el proceso fuimos perdiendo fuerza»

Háblenos sobre ese dolor que experimentó al dejar de formar parte de lo que fue el PAC. 

Para todos los que venimos del PAC, y más con cada una de las noticias que sale -cada semana hay un nuevo diputado o diputada que agarra para otra corriente o para otro partido-, es inevitable recoger las imágenes originales de tener una bancada «unida» al inicio; por lo menos, todos con el mismo símbolo, todos bajo el mismo partido. Así que siempre involucra un proceso doloroso de saber y tener que reconocer que en el proceso fuimos perdiendo fuerza. No tener unificada una bancada obviamente es atentar a los verdaderos sentidos de por qué uno hace una fuerza como partido. Es verdad que los diputados se vuelven diputados del pueblo, diputados para todos, pero hay que reconocer que los partidos políticos existen por una razón. Uno viene a hacer un bloque. Aunque éramos trece, trece es mejor que tener solo diez después, luego ocho, seis y ahora tener que haber agarrado cada quién para un camino distinto. Involucra un dolor. Involucra un dolor no identificarme ahora con el símbolo con el que originalmente llegamos aquí al congreso; tener que hacer a un lado todos los colores, las camisas bordadas, las banderas que teníamos, quitar el sticker con el que una vez llegamos. Involucra un dolor, claro, igual que el dolor que involucraría tener que desterrarme a otro país o de sentirse defraudo por un equipo de fútbol. Esto lleva todavía un dolor más grande porque estamos hablando de que el sentido de representar a un electorado y tener luego que cambiar una bandera porque en un camino se torció lo que originalmente debimos haber hecho.

¿Siente que Salvador Nasralla los abandonó?

Yo no lo siento así porque precisamente yo soy de la línea de los que de alguna manera siempre estuvo con él. Tengo que reconocer más bien que en las ocasiones en las que él participó en decisiones importantes como la Corte Suprema de Justicia, él al final de cada plática, de cada discusión, de cada decisión que tomábamos juntos en la bancada permitía el disenso. Siempre preguntaba, al final, «¿Hay alguien aquí que se debe a otros intereses? ¿Hay alguien aquí que tiene algo qué decir?» Siempre hubo algún silencio de algunos que es precisamente lo que yo señalo. Algunos que se separaron de la bancada y que en misterio o en la oscuridad del anonimato se fueron por otra línea. Yo no desconfío de ese liderazgo. Lo que nos faltó tal vez es lo que mucha gente señala, hubo cosas para las que no nos preparamos. Algunos nos señalan que fuimos ingenuos políticamente. Creo que no tener el Tribunal de Honor activo e integrado como debía ser fue algo que a la hora de la hora pagamos muy caro.

«Creo que no tener el Tribunal de Honor activo e integrado como debía ser fue algo que a la hora de la hora pagamos muy caro.»

¿Considera que han habido diputados que a pesar de su compromiso con el PAC han tenido que cambiar de partido para salvar sus carreras políticas?

Este asunto de cambiar de partido hay que verlo con detenimiento, porque hay algunos que seguramente lo hacen para conservar la oportunidad de seguir adentro del congreso o adentro de una vida política activa. Hay que recordar también que se puede seguir siendo político activo sin precisamente estar ostentando un cargo como funcionario. Seguramente algunas de las prebendas y los beneficios han de enamorar a muchos, no por nada hay tantos candidatos buscando entrar a un curul en el congreso. Lo que hay que tratar de recordar siempre es que cuando alguien hace un cambio de bandera política tiene que revisar si está traicionando al electorado. Si el electorado lo acompaña en esa decisión es donde uno puede sentirse respaldado, pero eso se revisa. No sé cuántos diputados realmente consultan a la gente, consultan a la base, o cuántos consultan si están molestos con las autoridades. Si revisan si detrás de las autoridades hay un respaldo del mismo elector o cuando cambian de bandera política lo están haciendo simplemente por salvar su propio pellejo y botando ese grupo al que ellos representaron.

¿Cómo ha sido el proceso de adaptarse a la estructura partidaria e ideológica del PINU?

Siento que el PINU está muy alegre. Hay que recordar que la fuerza más grande que el PINU ha tenido ha sido por el trabajo que hacen los diputados, sin importar la cantidad. El PINU tuvo en algunos períodos legislativos una mayor cantidad de diputados que los que tuvo oficialmente ahorita, hasta hace unas semanas. La abogada Doris Gutiérrez era la única diputada, sin embargo mucha gente reconoce en el congreso la labora de ella, la gran cantidad de proyectos y la actividad enorme que tiene de trabajo en las comisiones. El PINU está alegre de tener una bancada de mayor cantidad, pero creo que el mayor aporte que va a recibir el PINU es en el trabajo que se haga adentro de la estructura del PINU. Estoy dispuesto a trabajar en el PINU; creo que no es algo momentáneo independientemente de si continúo como diputado o no en el siguiente período. He venido al PINU para quedarme, me siento cómodo. El paso que hemos dado no es un paso abismal; era el vecino político más cercano que teníamos. He estado estudiando la social democracia últimamente, y hay principios en los cuales hemos congeniado en muchas de las votaciones que hemos tenido en la bancada. Con doña Doris hemos coincidido en muchos de ellos. Yo me siento muy cómodo trabajando con ella. Hasta geográficamente hemos estado sentados en la misma cercanía con doña Doris, así que creo que estoy en el PINU para quedarme.

«He venido al PINU para quedarme.»

¿Cuáles son las propuestas de Josué Perdomo como candidato a diputado por el PINU?

Creo que lo menos que puede hacer un diputado aquí es estar presente. Vio el proyecto de ley que meten que es para, por fin, a punto de terminar los cuatro años, están metiendo un proyecto para reformar la Ley Orgánica (del Congreso Nacional) y castigar económicamente al diputado que no viene. Esa es una cosa que debe ser como automática. Yo me he comprometido a estar aquí siempre. Creo que la gente que me conoce y la gente en las redes frecuentemente me escriben para preguntarme si sé de un proyecto que se presentó o los avances de algo. Ese principio tan sencillo es el principio de representatividad de un congresista: informar, siquiera, a la gente que lo colocó aquí y tener ellos la garantía de que su diputado está aquí presente. Si hay algo que le irrita a la gente es que la gente se esté ganando el dinero o el salario haciendo nada. Ése es el primer principio, de representatividad, de estar acá de llegar a la hora puntual. Tengo infinidad de fotografías de las nueve de la mañana cuando se convoca y tres horas después que comienza la sesión, y las veces que por (no haber quorum) no ha habido. Hay mucha gente que agradece que uno esté aquí. Por otro lado, vengo de un mundo en el que se empodera a los jóvenes. La mayor parte de los proyectos en los que he participado en conjunto con los demás ha sido enfocado a los jóvenes. Desde hace mucho tiempo se nos vendió que éramos el futuro del país. Pasó tanto tiempo y nunca sentí realmente que estuve empoderado de ser el futuro del país. Estoy, entonces, tratando de hacer lo que no se hizo conmigo ni con los jóvenes de mi tiempo, hacerlo por las futuras generaciones.

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