ICF y Mi Ambiente VS el cambio climático y la mano criminal del hombre

ABarahona13 febrero, 2020

En el inicio de un año que promete ser difícil en temas climáticos, Honduras cuenta con instituciones como el Instituto de Conservación Forestal (ICF), y la Secretaría de Mi Ambiente, entre otras, que deben ser las pioneras en el cuidado, preservación y desarrollo de la conservación de los recursos naturales.

Honduras es uno de los tres países mayormente afectados por el cambio climáticos y las consecuencias se van empeorando cada año con sequías prolongadas, incendios forestales a gran escala, reducción de las fuentes de agua y la destrucción del ambiente por empresas estractivistas que en vez de generar un desarrollo provocan daños a los ecosistemas y a las comunidades indígenas que habitan los sectores donde operan.

Parte de la finalidad del ICF y Mi Ambiente es garantizar un eficiente manejo de los recursos forestales que contribuyan a la productividad, mejoramiento y sostenibilidad de los bosques productivos; Implementar las medidas de protección, fomento, prevención y control de la tala ilegal; Impulsar y fomentar un régimen jurídico que asegure la propiedad y las inversiones en las áreas forestales públicas; Promover, organizar y fortalecer el sistema social forestal para elevar el nivel de vida de la población; Fomentar y coordinar la gestión del manejo integral de las cuencas hidrográficas con la participación comunitaria, municipal e institucional, entre otras.

Programas utilizados por Mi Ambiente y el ICF para paliar la crisis ambiental

Solo entre el ICF y Mi Ambiente, existen varios programas que buscan cumplir con los objetivos antes planteados de los principales están:

-Programa Nacional de Reforestación, mediante resolución de MP-069-2010 y amparado en el decreto ejecutivo PCM-02-2006, donde se ordena que el uno por ciento del presupuesto del país sea asignado a la Reforestación Nacional.

-También se encuentra el Proyecto de Gestión Forestal para el Manejo de Plagas en Honduras, que junto con el Gobierno de China Taiwán que busca recopilar información sobre salud forestal, desarrollar un sistema de alerta temprana para el manejo de plagas forestales, crear un sistema de apoyo a la toma de decisiones y trasferencia de tecnología y capacitación.

-El proyecto EMMUs que tiene como objetivo el Uso Sostenible de Especies Menos Utilizadas del Bosque Latifoliado de la Zona Norte de Honduras brindando asistencia técnica a 24 organizaciones agroforestales que tienen contrato de manejo forestal comunitario otorgados por el Estado.

-El Proyecto de Modernización del Sector Forestal de Honduras (MOSEF), financiado por la Unión Europea y el Gobierno de Honduras, tiene como objetivo principal mejorar la gobernabilidad del sector forestal, las áreas protegidas y vida silvestre apoyados por el ICF, a través de Mi Ambiente, y las demás instituciones vinculadas al sector forestal.

-El programa de Adaptación al Cambio Climático en el Sector Forestal (CLIGOR), que busca mejorar la situación de la población local en los aspectos social, económico y ambiental ante los desafíos del cambio climático.

-La Plataforma Agua de Honduras es una iniciativa de innovación que ofrece información sobre el recurso de agua, donde se combinan métodos científicos, información pública sobre clima, hidrometría, delimitación hidrográfica, suelos, coberturas vegetales, demandas de agua y tecnología digital para facilitar la toma de decisiones sobre el manejo del agua en microcuencas, sub cuencas y cuencas.

Aunque existen muchos más proyectos promovidos por la Secretaría de Mi Ambiente y el ICF la realidad que abate a Honduras es otra.

El cambio climático y la mano criminal del hombre

Para nadie es innegable el grave daño que está causando el cambio climático en el país, pero las instituciones del Estado se han visto incapaces de poder lograr los objetivos planteados en cada proyecto y en algunos casos se han visto involucrados en los generadores de crisis ambientales en el país.

Según fuentes de organizaciones ambientales en Honduras, se pierden por año entre 60 mil a 70 mil hectáreas de bosque a causa de la tala ilegal y los incendios forestales y solo en los primeros días de este año se han contabilizado 160 hectáreas de bosque devastadas en 17 incendios.

El sub director del Instituto de Conservación Forestal, Francisco Escalante, señaló que “el 90 por ciento de los incendios en Honduras son provocados por la mano criminal del hombre y que para este año se tiene previsto junto con las Fuerzas Armadas, los bomberos y COPECO, reforestar al menos 80 mil hectáreas de bosque”.

Según el viceministro del ICF, Ángel Matute, estos proyectos no logran el objetivo final porque las mismas comunidades no denuncian los delitos ambientales “es muy difícil dar con el culpable de delitos cometidos contra el medio ambiente si la misma gente de comunidades afectadas no denuncian el hecho”.

Honduras, datos que reflejan la encrucijada ambiental

Honduras es considerado uno de los países más vulnerables a nivel mundial por los efectos del cambio climático y esto se ve reflejado en la crisis actual que atraviesan diferentes sectores y poblaciones a nivel nacional.

Solo en el año 2019, las cuencas del Río Choluteca y Nacaome disminuyeron en un 90 por ciento, el Río Danto en La Ceiba, Río Guacirope en Valle, la Biósfera del Río Plátano y en las reservas de Patuca y Tawahka fueron afectados en sus niveles de agua por la deforestación, la contaminación y la explotación del recurso hídrico sin ningún control.

Según el informe presentado en la Cumbre del Clima en 2018 la ONG Germanwatch detalló que Honduras se encuentra entre los primeros diez países a nivel mundial afectados por la problemática del cambio climático.

En la zona central, específicamente en Francisco Morazán, le escasez de agua preocupa a las autoridades, las represas que abastecen el Distrito Central reportan menos del 50 por ciento de su capacidad máxima de lo que tenían en las mismas fechas del año anterior.

En la zona oriental del país, el año anterior, las pérdidas en el sector ganadero en el departamento de Olancho, en el Valle de Agalta, San Esteban, entre otros municipios, se reportó la muerte de al menos 1,000 cabezas de ganado por la sequía.

El sector agrícola registró entre un 50 por ciento a 60 por ciento las pérdidas a nivel nacional, la producción de maíz y frijol se perdió casi en su totalidad por lo que el gobierno decretó una emergencia nacional.

Los arrecifes coralinos en Honduras están en peligro, según lo informó la organización Arrecifes Saludables Para Gente Saludable, donde alarmó que más del 50 por ciento de los arrecifes se encuentran en mal estado por lo que de no revertir estos números la vida marina en el país corre peligro.

Los esfuerzos del ICF y Mi Ambiente se quedan efímeros para las soluciones a corto plazo y de no encontrar un plan estratégico en pocos años la crisis ambiental será peor que la actual aseguran los expertos y las propias autoridades de estas instituciones.

Por Asael Barahona

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