GUATEMALTECO ACUSADO DE CRÍMENES DE GUERRA SERÍA DEPORTADO A SU PAÍS

EGO28 marzo, 2018

Hace tres años, una mujer que esperaba en la cola de un Walgreen’s en Providence, Rhode Island, reconoció al hombre que tenía detrás, su rostro y su sombrero negro, al hombre que ella cree que es responsable de la desaparición de su padre y su tío.

Era Juan Samayoa, un líder paramilitar de la guerra civil en Guatemala, quien la atormentó desde que era una niña.

Ella lo confrontó fuera de la tienda.

«Le dije que era muy famoso. Luego le pregunté si se acordaba de [mi tío y mi padre]. Empezó a temblar y su expresión facial cambió. Luego se me hizo un nudo en la garganta y nunca lo volví a ver», dice la mujer, que pidió el anonimato porque teme que los aliados del presunto criminal de guerra podrían venir después por sus hijos en los Estados Unidos.

«Mi padre desapareció el 12 de julio de 1982, y dos años después mi madre murió de cáncer», dice la mujer en una entrevista dada a la radio WBUR.  «Estábamos solos. Sufrimos hambre, dolor, miedo e inseguridad, éramos niños».

Y el hombre que cree que mató a su padre, es dueño de una casa a menos de una milla de su casa en Providence.

Samayoa, de 67 años, ha estado viviendo ilegalmente en el país desde la década de 1990. Estuvo dentro y fuera de los procedimientos de inmigración desde que huyó de Guatemala, pero logró quedarse en Providence, trabajando como paisajista.

El otoño pasado, el Servicio de Inmigración y Aduanas lo arrestaró por violaciones de las leyes de inmigración después de investigar su actividad durante la guerra.

Las autoridades en Guatemala dicen que están esperando a Samayoa con una orden de arresto por crímenes que incluyen violación y asesinato.

«Creo que es una persona muy sedienta de sangre con un gran nivel de crueldad, dada la forma en que mató a sus víctimas. Fueron sometidos a torturas», dice Hilda Pineda, fiscal superior de derechos humanos de Guatemala.

Documentos judiciales proporcionados por Pineda acusan a Samayoa de participar en 38 asesinatos, decenas de secuestros y 14 violaciones llevadas a cabo a principios de los años ochenta.

Las acusaciones incluyen enterrar a personas vivas e incendiar sus hogares.

Pineda dice que busca deportar a Samayoa para que pueda enfrentar los cargos.

«Eso es lo que estamos buscando, que sea sentenciado en base a los hechos», dice.

Samayoa declinó hacer comentarios a través de su abogado, Hans Bremer, de Providence.

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Pero en el tribunal de inmigración, Bremer arrojó dudas sobre las acusaciones de crímenes de guerra. Interpretó a Samayoa como un residente respetuoso de la ley de los Estados Unidos, sin siquiera una violación de tráfico en su registro.

En cuanto a su tiempo como líder paramilitar, Bremer le dijo al juez que era básicamente defensa propia durante una guerra horrible.

Para la mujer que cree que Samayoa es responsable de la muerte de su padre y su tío, su proceso de deportación es motivo de esperanza.

«Para mí, como hija, esto abre una nueva esperanza de saber dónde está mi padre, para recuperar sus huesos y darle un entierro cristiano», dice.

 

Samayoa, y los fiscales que intentan deportarlo, presentarán sus argumentos el viernes ante el tribunal.

Fuente: http://kcur.org con traducción de El Pulso.

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