La administración del presidente Donald Trump colocó los intereses de las corporaciones sobre los esfuerzos para proteger la nutrición infantil al rededor del mundo, cuando los representantes de EEUU se opusieron a una resolución sobre la lactancia materna que se consideraba no controvertida, informó The New York Times el domingo pasado.
La resolución presentada en mayo en la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud OMS se basó en décadas de investigación científica, según el Times. Existe ya el entendimiento que la leche materna es más saludable para los niños y niñas, y que los países deberían evitar la comercialización falsa o engañosa de sustitutos, especialmente en países del tercer mundo en donde el acceso a agua potable es limitado.
Pero los funcionarios de los EE.UU. intentaron eliminar el lenguaje de la resolución que instaba a los gobiernos a «proteger, promover y apoyar la lactancia», según el periodista Andrew Jacobs. Jacobs dijo que había hablado con una docena de personas de varios países que participaron en las negociaciones.
Según una investigación de The Guardian publicada a principios de este año en asociación con la organización internacional no gubernamental Save the Children, es más necesario limitar el marketing inexacto de las fórmulas para bebés en algunas de las partes más pobres del mundo. Las compañías de fórmula infantil «usan métodos agresivos, clandestinos y a menudo ilegales para dirigirse a las madres en las partes más pobres del mundo para alentarlas a elegir leche en polvo antes que amamantar», dijo el informe.
Los investigadores observaron a Filipinas en particular e informaron que las compañías de fórmula, incluidas Nestlé, Abbott, Mead Johnson y Wyeth (ahora propiedad de Nestlé), se enfocaron en médicos, enfermeras, parteras y nuevas madres mediante la creación de panfletos que promocionan la fórmula para su distribución, hospitales y el uso de publicidad de Facebook para llegar a clientes potenciales.
«Al mismo tiempo, grupos de presión poderosos han estado trabajando para restringir la legislación gubernamental que regula el marketing y la promoción de fórmulas, en Filipinas y en todo el mundo», informó The Guardian.
Estados Unidos amenazó con retirar la ayuda militar e implementar tácticas de comercio punitivo contra Ecuador, luego que el país suramericano introdujera la resolución de lactancia materna en la Asambleade la OMS, informó el Times. Otros países parecieron dudar en respaldar la resolución después de ver a los Estados Unidos amenazando a Ecuador.
Pero según los informes, los EE. UU. no se opuso cuando Rusia intervino para apoyar la resolución, y fue aprobada. Sin embargo, EE. UU. tuvo éxito eliminando el lenguaje que decía que la Organización Mundial de la Salud apoyaría a los países que intentaban detener «la promoción inapropiada de alimentos para bebés y niños pequeños».
Los EE. UU. han utilizado durante mucho tiempo la política comercial para priorizar las empresas nacionales, en particular las compañías farmacéuticas, a expensas de los esfuerzos mundiales de salud. Según los informes, los delegados de otras naciones se quedaron «atónitos» al encontrar a los funcionarios de Trump utilizando amenazas comerciales para oponerse a una resolución sobre la lactancia materna.
Un vocero del Departamento de Salud y Servicios Humanos le dijo al Times que el esfuerzo fue para prevenir «obstáculos innecesarios» para las madres que buscan alimentar a sus hijos. Sin embargo, los críticos vieron el movimiento como otro ejemplo de la administración de Trump a favor de las empresas por encima de los intereses públicos.
