El gobierno nicaragüense acusó el martes a la oposición de «terrorismo impulsado por el golpe» y lo atribuyó a 197 muertes ocurridas en casi cuatro meses de protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Rosario Murillo, esposa de Ortega, vicepresidenta y portavoz del gobierno en jefe, hizo la denuncia a los medios estatales.
Ella prometió que los manifestantes y los simpatizantes de la oposición que han sido condenados por los disturbios, «pagarían por sus crímenes».
Los 197 muertos que adelantó el gobierno de Ortega son mucho más bajos que los que señalan las organizaciones de derechos humanos en el país.
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El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos dice que 317 personas han muerto y al menos 2,000 heridos en la brutal represión por parte de las fuerzas de seguridad de Ortega contra las protestas.
«Esas cifras están siendo manipuladas» para dañar la imagen del gobierno de Nicaragua, afirmó Murillo.
Ella contó 22 policías muertos y solo cinco estudiantes universitarios.
Más de 130 figuras de la oposición han sido arrestadas y acusadas de delitos de terrorismo en virtud de una nueva ley que conlleva penas de hasta 20 años de prisión.
Ortega, en una serie de entrevistas con medios de comunicación extranjeros a fines del mes pasado, afirmó que los disturbios habían terminado y que el país estaba «normalizándose». Dijo que los disturbios fueron fomentados por los Estados Unidos.
Pero las figuras de la oposición han dicho que mantendrán las protestas para exigir la renuncia de Ortega y Murillo.
Están decididos a ver «una Nicaragua libre», dijo a la AFP un líder de la oposición estudiantil, Lesther Aleman, de 20 años.
Otro estudiante universitario en Managua que pidió no ser identificado por temor a represalias oficiales, dijo: «Muchos de nuestros camaradas han sido arrestados. Sabemos que están siendo torturados, que están siendo detenidos sin comer «.
Todos los días, decenas de nicaragüenses huyen por la frontera sur hacia Costa Rica para escapar de lo que dicen que es persecución del gobierno de Ortega y de paramilitares leales.
Murillo calificó a los manifestantes de «golpistas, terroristas, derechistas, satanistas, vándalos y criminales».
Estados Unidos ha advertido repetidamente a Nicaragua sobre la violencia y la represión.
El martes, el vicesecretario adjunto de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Francisco Palmieri, tuiteó: «Denunciamos continuas detenciones arbitrarias y pedimos la liberación de todas las personas arrestadas por manifestar».