¿ESTAMOS A LA VUELTA DE UN IMPEACHMENT EN LA CASA BLANCA?

ALG11 diciembre, 2018

Un fantasma recorre la discusión política en Estados Unidos: es el fantasma del impeachment a Donald Trump. Pero, ¿cuál es margen real de que eso suceda? Para determinarlo, analizaremos el proceso general del impeachment a un presidente estadunidense y luego revisaremos el caso Trump a la luz del de Watergate.

El impeachment a un presidente de Estados Unidos de América

De acuerdo con la Constitución de Estados Unidos, el proceso de juicio político es una facultad del Congreso. La Cámara de Representantes formula los artículos del juicio (se constituye en fiscal) y el Senado juzga. Es un juicio de desafuero y, en su caso, inhabilitación para ocupar cargos; sin embargo, las cortes ordinarias tendrían que llevar el juicio en caso de que se hayan cometido delitos. Tiene su origen en el sistema británico.(1)

“El presidente de Estados Unidos (el vicepresidente y todos los oficiales civiles) solo podrá ser removido del cargo si es enjuiciado y encontrado culpable de traición, soborno, y otros crímenes y delitos menores.(2) Artículo 2, sección 4, Constitución de Estados Unidos de América”.(3)

Se trata de una provisión legal del más alto nivel para garantizar la honorabilidad y confianza pública de las autoridades del gobierno. El juicio puede ser iniciado por cualquier miembro de la Cámara de Representantes o, incluso, por no miembros. En el proceso, intervienen varios comités; el determinante es el Comité Judicial, cuyos miembros determinan si hay bases para proceder con el caso.(4)

Esta resolución es llevada al pleno de la Cámara. Si hay mayoría simple, el caso se turna al Senado, ahora constituido en juez del caso. Si se trata del presidente de Estados Unidos, el presidente de la Suprema Corte encabeza el juicio. Una vez llegado a este punto, solo hay dos posibles resultados: es condenado por una mayoría calificada (dos tercios de los miembros presentes) o es absuelto. Solo Andrew Johnson y Bill Clinton han llegado a este punto y ninguno (ni siquiera Johnson) fue condenado.(5)

Ya con esto sería suficiente para determinar que no es tan fácil que proceda un impeachment contra Trump con una mayoría en el Senado y una Suprema Corte de derecha (¡pero siga leyendo, por favor!).

Watergate y Trumpgate

Cinco hombres entraron a las oficinas centrales del Partido Demócrata el 17 de junio de 1972. Un par de jóvenes reporteros (Bob Woodward y Carl Bernstein, o “Woodstein”) del Washington Post persiguieron la nota y fueron los beneficiarios de las filtraciones de “Garganta Profunda” (“Deep Throat”).(6)

Lo que fue calificado como un “atentado de allanamiento de tercera” llevó al descubrimiento de una red de conspiración y corrupción del más alto nivel que involucraba al presidente Richard Nixon. El proceso tuvo mil vericuetos, pero lo que vale la pena destacar, para efectos de nuestro análisis, es lo que sucedió después de que condenaron a quienes participaron en la entrada ilegal al edificio Watergate.

Clave fue el 15 de abril de 1973.(7) Ese día hubo una reunión en la Casa Blanca entre el presidente Nixon y su consejero John Dean iii. Este último tuvo la impresión de estar siendo grabado. Así lo reportó en su testimonio público al comité senatorial sobre Watergate. Esta revelación fue la bomba que acabó con Nixon, pues las audiencias ante el comité senatorial se trasmitieron por televisión entre mayo y agosto de 1973.(8)

“Se calcula que 85% de los televisores estadunidenses sintonizaron al menos una parte de estas audiencias”.(9) Conviene mencionar —para dimensionar este dato— que en 1972 solo votó 57.1% de quienes podían hacerlo.(10)

Nixon hizo renunciar a varios de sus más cercanos colaboradores.(11) Nombró un nuevo procurador general quien, a su vez, nombró a Archibald Cox como fiscal especial. Cuando el sistema de grabación fue dado a conocer, Cox requirió, legalmente, a Nixon a que entregara los audios. El presidente se negó, amparado en su “privilegio ejecutivo” y le ordenó a Cox que se desistiera, este no lo hizo. Nixon entonces le ordenó al procurador que lo despidiera; a cambio, este renunció. El presidente ordenó al subprocurador que lo despidiera; pero también le renunció. Por fin, otro funcionario terminó despidiendo a Cox. El descrédito de Nixon crecía.(12)

Nixon tuvo que hacer públicos los audios el 30 de julio de 1974, después del revés que recibiera de la Suprema Corte, la cual determinó, de forma unánime, que no procedía el “privilegio ejecutivo” en este caso.(13) Había muchos elementos para evidenciar una obstrucción a la justicia, pero lo que fue realmente letal para Nixon, como presidente, fue la revelación de su lenguaje soez, racista, sexista y homofóbico. “Después de leer las transcripciones uno se queda con ganas de vomitar”, se publicó en la revista Providence Journal. (14)

La liberación del audio, que fue llamado “The smoking gun” (la pistola humeante) le dio el tiro de gracia a Richard M. Nixon como presidente. El 7 de agosto de 1974, sus propios correligionarios en el Congreso le dijeron que no había suficientes votos de senadores para absolverlo. Si el impeachment proseguía, sería desaforado y, después, juzgado. Al día siguiente, Nixon anunció su renuncia en un mensaje por televisión.

El evento disparador en el Trumpgate(15) fueron las llamadas del general Michael Flynn, a finales de 2016, al embajador ruso en Estados Unidos para discutir las sanciones que había impuesto el presidente Barack Obama al país europeo por intentar interferir en las elecciones presidenciales.

El 15 de enero de 2017, cinco días antes de la toma de posesión, el vicepresidente Mike Pence fue entrevistado en el popular programa de televisión Face the Nation, de cbs, y afirmó que Flynn no discutió las sanciones en sus llamadas con el embajador ruso.

A finales de enero, la procuradora general en funciones, Sally Yates, advirtió a la administración Trump que Flynn no había dicho toda la verdad sobre sus llamadas y era blanco de chantaje.(16) Casi al mismo tiempo, James Comey, entonces director del FBI, tuvo una cena con Trump en la que este le pidió lealtad.(17)

Flynn permaneció en el estratégico puesto de Asesor de Seguridad Nacional 18 días después de la advertencia y solo se le hizo renunciar hasta que el periódico The Washington Post publicó las advertencias de Yates, quien fue despedida el 30 de junio por no reforzar la orden ejecutiva de Trump que prohibía la entrada al país a las personas de un determinado número de países musulmanes.

Al día siguiente de la renuncia de Flynn, el 14 de febrero de 2017, Trump pidió a otros funcionarios —el procurador Jeff Sessions, entre ellos— que lo dejaran solo con Comey. Trump le indicó que quería hablar sobre Flynn y le dijo “espero que encuentres el modo de dejar todo esto”.(18)

Comey le pidió al procurador general Jeff Sessions iii —quien pudo haber cometido perjurio sobre la intervención de Rusia durante su audiencia para ser confirmado—(19) que no lo dejara solo con Trump.(20)

Sessions se excusó de conocer de esta investigación el 2 de marzo. Sin embargo, después participó en el proceso de despido de Comey. Semanas más tarde, en su testimonio público ante el Comité de Inteligencia del Senado —entre muchas evasivas— Sessions afirmó que no había violado su excusa en relación con el caso, pues el despido de Comey fue debido a su falta de liderazgo en el FBI, a pesar de que el mismo Trump había afirmado, previamente, que despidió a Comey “por lo de Rusia” y que los argumentos formales fueron solo pretexto.(21)

El 27 de febrero, el inversionista Wilbur Ross es confirmado como secretario de Comercio. Ese mismo día, la periodista Rachel Maddow expuso los nexos entre Trump, Ross y Dmitry Rybolovlev (un oligarca ruso llamado “el rey de los fertilizantes”) en un esquema que pudo haber implicado lavado de dinero, elusión o evasión fiscal e intercambio de favores.(22)

El viernes 10 de marzo, los legisladores demócratas del Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes escribieron una carta en la que aludían a información de la prensa y mostraban su preocupación por la investigación de este caso.(23)

Ese mismo día, por la tarde, por instrucciones de Trump, el procurador general, Jeff Sessions, pidió la renuncia a 46 fiscales nombrados por Barack Obama. Uno de los más sobresalientes es “Preet” Bharara, “el policía de Wall Street”.

Unos días después, Maddow publicó que Bharara estaba llevando el caso del esquema de lavado de dinero que implicaba al Deutsche Bank y al banco Cyprus, el mismo caso en el que podrían estar implicados Rybolovlev y Ross.(24)

El caso podría tener más ramificaciones: Jared Kushner —yerno y asesor de Trump— está siendo investigado por su posible involucramiento en la interferencia de Rusia en la elección estadunidense; el también empresario recibió un préstamo por 285 millones de dólares de parte del Deutsche Bank un mes antes de la elección.(25)

En medio de audiencias de Comey en el Senado, durante marzo, abril y los primeros días de mayo, Trump presionó —principalmente a tuitazos— a Comey para que dijera que el presidente no estaba siendo investigado por lo de Rusia y para que cesara la investigación. Trump despidió a Comey el 8 de mayo, lo que fue inmediatamente caracterizado como “nixoxiano”, pues remitía a la “Masacre del sábado por la noche”, cuando Nixon ordenó el despido del fiscal especial Cox.

En un desplante de soberbia, al día siguiente, Trump se reunió con el embajador ruso en Estados Unidos, Sergey Kislyak —¡sí, el mismo con quien habló Flynn! — y con el secretario de Relaciones Exteriores de Rusia. También hizo una aparición pública con Henry Kissinger, quien fuera secretario de estado de Nixon.

Quizá la frase más llamativa en el testimonio del exdirector James Comey ante el Comité de Inteligencia del Senado fue: “¡Señor, espero que sí haya audios!”, en alusión a un twitt de Trump, que a su vez fue un guiño con el escándalo Watergate.

Efectivamente, falta la “prueba–reina”, como le dicen los abogados a la prueba documental. No obstante, el problema no es legal: de acuerdo con las Reglas Federales de Evidencia y con la costumbre legal, “las notas contemporáneas de un agente del FBI son ampliamente aceptadas en una corte como evidencia creíble de conversaciones”.(26) Y en este caso, Comey tomó notas de sus encuentros con Trump.

Philip Lacovara,(27) quien fuera consejero de los fiscales especiales del Watergate, Cox y Jaworski, afirma que el testimonio de Comey es evidencia suficiente para argumentar que hubo obstrucción de la justicia.

El problema es político: desde la perspectiva de los votantes de Trump, sigue siendo la palabra de un trabajador resentido contra su jefe por haberlo despedido.

Recapitulando: tenemos un evento inicial (las llamadas de Flynn) que liga la intervención de Rusia en las elecciones al más alto nivel de la administración Trump. Al igual que en el Watergate, lo que empeora el escenario es el intento de cubrir y negar los eventos que generaron el escándalo. No sabemos si hay grabaciones, como en el Watergate, pero Comey reconoció haber filtrado uno de sus memos a The New York Times (28) con la esperanza de que se nombrara un fiscal especial.(29)

Su acción fue tan eficaz que el nombramiento de Robert S. Mueller iii, exdirector del FBI, se dio el mismo día que el diario publicó la filtración, el 17 de mayo. Las audiencias del caso Watergate fueron ampliamente seguidas por televisión.

En el caso del testimonio de Comey, se calcula que tuvo una teleaudiencia de solo 20 millones de personas, según Nielsen, con Fox News como la opción más sintonizada. (30) La audiencia de Sessions solo fue sintonizada por 12 millones de personas (Nielsen), y de nuevo fue Fox News la opción más popular. (31) En comparación, 111.3 millones de personas vieron el Super Bowl LI, según Nielsen.(32)

Cuando Trump asumió la presidencia, el porcentaje de aprobación y desaprobación era casi el mismo, alrededor de 44%. La brecha se ha ido ampliando. Hasta ahora, el peor día para Trump fue el 13 de junio de 2017, en el que 56% desaprobaba su gestión y 38.6% la respaldaba.(33)

Algunos diputados y senadores del Partido Republicano se han ido desmarcando del presidente y algunos de sus más cercanos colaboradores han caído; pero no debemos engañarnos, el desgaste no ha sido suficiente y los republicanos siguen ganando elecciones: en la elección para diputación federal más cara de la historia, interpretada como referéndum de Trump por algunos,34 la republicana Karen Handel ganó en el estado de Georgia.

La moneda, en el aire

Para Nixon fue demoledor que el electorado lo escuchara haciendo comentarios homofóbicos, racistas, sexistas, clasistas. En cambio, Trump hace este tipo de comentarios todo el tiempo, públicamente. No solo no se ha desgastado su imagen; su triunfo ha sido como una licencia para ser abiertamente racista, misógino, homofóbico, xenófobo y misántropo. Y mientras el impeachment sigue en el aire, Trump saca a Estados Unidos de los acuerdos de París sobre cambio climático global; los republicanos echan abajo las principales provisiones de la ley Dodd–Frank, que atenuaban el riesgo de una nueva crisis financiera global como la registrada en 2008–2010, y se preparan para derruir el Medicaid, uno de los programas sociales más exitosos, populares y extendidos, con tal de transferir cantidades billonarias al 1% de la población más rica de Estados Unidos.

Richard Nixon barrió contra el senador George McGovern en 1972, aunque ya se sabía que, desde niveles muy altos del gobierno federal, se financiaba una campaña de espionaje y sabotaje contra los demócratas.

Nixon triunfó sobre McGovern, un hombre honorable, expastor metodista, cuyo primer acto de gobierno hubiera sido el cese unilateral del bombardeo contra Indochina.(35)

Pero los estadunidenses querían una “paz con honor”, querían ganar la guerra, como si fuera un juego de tenis. Robert Drinan, sj, fue el primer diputado federal que solicitó el impeachment contra Nixon por el bombardeo de Camboya, en julio de 1973, pero su solicitud no prosperó. Una guerra, además ilegal, no era razón suficiente. Entonces fueron necesarios los audios y el escándalo de las armas. ¿Qué será necesario hoy para que caiga Trump?

El silencio de las mujeres y la trama rusa

Las especulaciones sobre un posible juicio político en contra de Donald Trump han vuelto a tomar fuerza luego de que fuera acusado de haber comprado el silencio de dos mujeres con las que supuestamente tuvo relaciones extramaritales.

Las acusaciones —que se suman a la incómoda investigación sobre la supuesta interferencia rusa en las últimas elecciones— surgieron como parte del juicio en contra de su exabogado, Michael Cohen, y si Trump no fuera presidente de Estados Unidos probablemente ameritarían cargos criminales.

Por otro lado, la investigación sobre la supuesta trama rusa para interferir en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2016 parece haber acelerado su paso en las últimas semanas.

Recientemente han salido a la luz pública numerosos elementos sobre este caso que está en manos de una comisión especial encabezada por el exdirector del FBI Robert Mueller.

El exdirector del FBI Robert Mueller está a cargo de la comisión que investiga la supuesta trama rusa. GETTY IMAGES

En un memorando divulgado el viernes, el equipo de investigación señaló que Paul Manafort, exdirector de la campaña presidencial de Donald Trump en 2016 que había acordado cooperar con las autoridades judiciales, dijo «múltiples mentiras» evidentes sobre sus contactos con el gobierno de Trump y otros asuntos.

Al mismo tiempo, fiscales federales dijeron que Michael Cohen, exabogado particular del mandatario estadounidense, debía recibir una pena sustancial de unos cuatro años de cárcel, pese a que ha estado cooperando con la justicia.

Mientras tanto, el equipo de fiscales que encabeza Mueller recomendó que Michael Flynn, exasesor de seguridad nacional de la Casa Blanca que ha estado ayudando activamente en la investigación sobre la trama rusa, no sea condenado a prisión en el juicio por mentir a funcionarios federales.

Pero ¿qué está investigando Robert Mueller? BBC Mundo te presenta cinco aspectos que pueden tener un papel primordial en el caso.

A Donald Trump Jr. le dijeron que el gobierno de Rusia apoyaba la campaña presidencial de su padre. GETTY IMAGES

1. La reunión en la torre Trump

El 9 de junio de 2016, un equipo ruso liderado por la abogada Natalya Veselnitskaya se encontró en la conocida Torre Trump de Nueva York con tres prominentes miembros de la campaña presidencial de Trump: Donald Trump Jr, Paul Manafort y Jared Kushner, yerno del presidente.

Este encuentro pende sobre la investigación como una suerte de prueba definitiva de que hubo colusión entre Moscú y la campaña de Trump para unos, o como un encuentro normal sin mayor importancia para otros.

De acuerdo con reportes de la prensa estadounidense, el equipo de Mueller le preguntó a Trump a través de un cuestionario escrito si tuvo conocimiento sobre esa reunión con anticipación.

Supuestamente, el mandatario negó -como ha hecho en público- haber tenido ninguna información previa sobre el encuentro, que le fue presentado a su hijo tanto como parte de un esfuerzo por parte del gobierno de Rusia de ayudar a la campaña de Trump así como una oportunidad de obtener «información incriminatoria» sobre la candidata demócrata Hillary Clinton.

Si lo ocurrido en la Torre Trump se considera como evidencia del interés de la campaña del candidato republicano en obtener información procedente de Rusia, la pregunta siguiente es qué -si acaso algo- ocurrió después.

Según la prensa estadounidense, Veselnitskaya tendría vínculos con altos miembros del gobierno de Rusia.

Al escuchar que Rusia tenía información negativa sobre Clinton, Trump Jr. respondió: «Si eso es como usted dice, me encantaría, especialmente más adelante en el verano».

Pocos meses más tarde, según Mueller, los rusos estaban diseminando información dañina sobre Clinton y el Partido Demócrata.

Ahora Mueller está haciendo preguntas sobre el encuentro. Él también tuvo un acuerdo de cooperación con uno de los que estaba allí presentes: Manafort (aunque luego, al parecer, este incumplió con lo pactado).

Esto podría indicar que la comisión de investigación sabe más de lo que se ha filtrado. O puede significar que hay más información que quieren saber. En cualquier caso, la reunión en la Torre Trump está en el centro de todo.

La comisión de investigación que lidera Mueller indaga sobre los vínculos de la campaña de Trump con el Kremlin. GETTY IMAGESq

2. El negocio en Moscú

Michael Cohen, el exabogado de Trump que se ha declarado culpable ante la justicia de Estados Unidos, asegura que los vínculos de la Organización Trump con Rusia se extendieron hasta el final de la campaña de 2016.

Asegura que él mismo se comunicó con un asistente de Dimitri Peskov, un portavoz del presidente Vladimir Putin.

Por su parte, el mandatario estadounidense ha destacado, correctamente, que no hay ninguna ley en contra de explorar posibilidades de hacer negocios en el extranjero mientras se es candidato presidencial.

No se trata de algo que ocurra con mucha frecuencia, por supuesto, pero el entonces candidato fue claro en el hecho de que él no estaba paralizando sus negocios mientras buscaba hacerse con la candidatura presidencial por el Partido Republicano.

De hecho, él usó su imagen de empresario perspicaz como parte central de su campaña presidencial.

El acuerdo hecho por las autoridades con Cohen, sin embargo, sugiere que Mueller y su equipo están muy interesados en los detalles sobre los vínculos de la Organización Trump con Rusia, sobre los cuales el exabogado personal del mandatario dice que se extendieron hasta que estuvo bastante avanzada la campaña presidencial.

El hecho de que Cohen se haya sentido obligado a mentir al Congreso sobre el alcance de estos lazos -algo que dijo haber hecho por lealtad hacia Trump y su deseo de ser consistente con su «mensaje político»- podría indicar que hay algo más sobre los negocios de Trump en Rusia de lo que actualmente conoce la opinión pública.

Además, un socio de Cohen, Felix Sater, transmitía mensajes de Peskov, quien hasta ahora había negado estos contactos.

Dicho esto, no hay evidencia clara de que Trump o alguien cercano a él haya participado de ningún acto indebido. Lo que sí se sabe es que hasta al menos junio de 2016 la organización de Trump buscaba beneficiarse de negocios en Rusia y, según se ha informado, habría considerado ofrecerle a Putin un ático de US$50 millones en la Torre Trump que planeaban levantar en Moscú.

Las revelaciones de Cohen no son el primer indicio de que Mueller apunta hacia el imperio empresarial de Trump, algo que el mandatario alguna vez dijo que es una línea roja que la comisión investigadora no debe cruzar.

Tomando en cuenta otros reportes, incluyendo los que indican que la fiscalía de Manhattan otorgó inmunidad al contador de la Organización Trump Allen Weisselberg, hay evidencias claras de que los negocios de Trump están claramente bajo el microscopio.

Una acusación de la comisión especial señala que WikiLeaks fue la vía escogida por Rusia para distribuir los documentos hackeados al Partido Demócrata. GETTY IMAGES

3. La conexión con WikiLeaks

Una de las grandes revelaciones recientes, en forma del borrador de un acuerdo de culpabilidad que fue filtrado a la prensa, muestra cuán cuidadosamente la comisión de investigación indaga sobre los vínculos entre WikiLeaks y personas relacionadas con la campaña de Trump.

En procesos anteriores ante los tribunales, el equipo de Muelles identificó a WikiLeaks como el medio escogido por los hackers rusos para distribuir los documentos que habían sustraído al Partido Demócrata y a la campaña de Clinton y que podían causar un daño político.

Ahora, de acuerdo con el borrador del acuerdo ofrecido al escritor conservador Jerome Corsi, la comisión de investigación está buscando información sobre los esfuerzos de Roger Stone, un antiguo amigo y aliado de Trump, para contactar con WikiLeaks y con su fundador, Julian Assange.

El acuerdo, según el cual Corsi habría admitido haberle mentido a los investigadores, incluye referencias a varios correos de Stone, así como a una respuesta de Corsi que decía que venían los documentos de WikiLeaks.

También ha habido muchas informaciones sobre supuestos contactos entre Trump Jr. y WikiLeaks durante la campaña de 2016.

Hasta ahora, sin embargo, no hay prueba concreta de que Stone, Trump Jr. o alguien más vinculado a la campaña de Trump supiera sobre el hackeo a los emails del Partido Demócrata antes de que fueran hechos públicos.

Stone, en concreto, ha negado de forma rotunda que haya tenido algún contacto con Assange o WikiLeaks.

Sin embargo, la información sobre Corsi parece apuntar que Mueller indaga en esa dirección.

La comisión de investigación podría considerar que el despido de James Comey como director del FBI fue un intento de obstrucción de la justicia. GETTY IMAGES

4. El despido de James Comey

Un tema que hasta ahora no ha salido a la luz pública en ninguno de los documentos presentados por el equipo de Mueller ante los tribunales son los señalamientos de que Trump o alguien cercano en la Casa Blanca intentó obstruir la investigación sobre Rusia.

Según los críticos del mandatario, el indicio número 1 en este caso sería su decisión de despedir en abril de 2017 a James Comey como director del FBI, luego de lo que este funcionario calificó como esfuerzos para presionarlo para prometer lealtad al presidente y retirar la investigación contra el exasesor de Seguridad Nacional Michael Flynn.

Ellos apuntan a un comentario que hizo Trump en una entrevista poco después del despido en Comey en la que señaló que la decisión fue tomada con «la cosa de Rusia» en mente. Además, apuntan que él les dijo a funcionarios rusos con quienes se reunió en el Despacho Oval que destituir a Comey le quitó «una gran presión» de encima.

Otros elementos que apuntan en esa dirección incluyen las duras críticas de Trump en contra del exfiscal general Jeff Sessions por haberse inhibido en el caso de Rusia, algo que -en la visión del mandatario- derivó en el nombramiento de la comisión especial de investigación de Mueller.

No está claro si el presidente puede ser imputado por obstrucción de la justicia o si hacer algo sobre esto depende únicamente del Congreso a través de un proceso de impeachment.

Sin embargo, se dice que Mueller está indagando sobre el tema, aunque un desenlace probablemente tendrá que esperar hasta la conclusión de un informe completo sobre la investigación.

Según la investigación, los hackers rusos obtuvieron documentos del jefe de campaña de Clinton, John Podesta. GETTY IMAGES

5. La ciberguerra rusa

En medio de tanta información sobre este caso, un aspecto que ha pasado en cierta medida inadvertido es que Mueller ya ha presentado detalles sobre los esfuerzos rusos para influir en las elecciones presidenciales de 2016.

Sus reportes alegan que hackers rusos usaron las redes sociales para crear noticias falsas y promover actividades en el terreno que incluían la recopilación de información por parte de operativos rusos y apoyo financiero para mítines y manifestantes.

Los delitos que, según la comisión de investigación, se habrían cometido equivalen nada menos que a una ciberguerra librada en contra de las instituciones de Estados Unidos y bajo dirección de un gobierno extranjero.

Un total de 25 ciudadanos rusos y tres organizaciones de ese país han sido acusados hasta ahora. Y, dado que ninguno de ellos está bajo custodia de Estados Unidos, hay pocas probabilidades de que alguna vez pisen los tribunales.

Una de las empresas señaladas, Concord Management and Consult, está plantando cara a los cargos en los tribunales.

Por ahora, está implicada en una batalla legal para acceder a información que el gobierno de Estados Unidos considera «delicada» pero que sus abogados aseguran que podría ser usada en su defensa.

Según algunos expertos en seguridad nacional, esa jugada podría responder a un esfuerzo de Rusia para dificultar las tareas de la comisión especial o, incluso, para obtener información valiosa sobre lo que tiene entre manos el equipo de Mueller.


NOTAS:

1. United States House of Representatives. “Impeachment, origins & development; from the Constitution to the modern House”, en History, Art & Archives, s.f. Recuperado de http://history.house.gov/ Institution/Origins-Development/Impeachment/

2. Si “otros crímenes y delitos menores” nos resulta vago, debemos recordar que la Constitución estadunidense tiene solo siete artículos y 27 enmiendas (o sea, es muy breve) e indica, por ejemplo, que el presidente informará del estado de la unión “de vez en cuando” (Artículo 2, sección 3).

3. United States House of Representatives, op. cit. La traducción es propia.

4. Los artículos del impeachment a Richard Nixon se pueden consultar en la siguiente liga, en donde también se pueden escuchar los votos del Comité Judicial: http://watergate.info/impeachment/ articles-of-impeachment

5.Véase “Impeachment in the United States”, en Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Impeachment_in_the_United_States

6. La revista Vanity Fair publicó, en 2005, que Mark Felt, Sr., segundo director asociado del fbi en 1972, era “Garganta Profunda”. Véase “Deep Throat (Watergate)”, en Wikipedia: https://en.wikipedia. org/wiki/Deep_Throat_(Watergate)

7. Si bien, el audio correspondiente tiene fecha de 16 de abril de 1973. Véase: http://nixontapes.org/ jwd.html

8. Véase “Watergate Scandal”, en Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Watergate_scandal

9. Garay, Ronald. “Watergate”, citado en Wikipedia, “Watergate Scandal”. Se puede consultar en: https://en.wikipedia.org/wiki/Watergate_scandal. La traducción es propia.

10. Winders, Bill. “The roller coaster of class conflict: Class segments, mass mobilization and voter turnout in the U.S., 1840–1996”, en Social Forces, vol. 77, No. 3, marzo, p.836.

11. A quienes, por cierto, traicionó, pues no les brindó luego el indulto que les prometió. Cfr. Wikipedia, “Watergate Scandal”. Disponible en: https://en.wikipedia.org/wiki/Watergate_scandal

12. Ibidem.

13. Los audios y su trascripción se pueden consultar en: http://nixontapes.org/

14. La cita aparece en la revista Time, vol.103, No.20, mayo de 1974, según se indica en Wikipedia, “Watergate Scandal”.

15. Los eventos y su secuencia son del dominio público y han aparecido en todos los principales medios impresos y electrónicos de Estados Unidos. Al respecto se pueden consultar: Shepherd, Todd. “A timeline of key Mike Flynn events”, en Washington Examiner, 29 de abril de 2017. Recuperado de http://www.washingtonexaminer.com/a-timeline-of-key-mike-flynn-events/article/2621631; Apuzzo, Matt & Huetteman, Emmarie. “Sally Yates tells senators she warned Trump about Michael Flynn”, en The New York Times, 8 de mayo de 2017. Recuperado de https://www.nytimes.com/2017/05/08/ us/politics/michael-flynn-sally-yates-hearing.html; Comey, James. “Statement for the record. Senate Select Committee on Intelligence”, 8 de junio de 2017. Recuperado de https://www.intelligence. senate.gov/sites/default/files/documents/os-jcomey-060817.pdf

16. Apuzzo, Matt & Huetteman, Emmarie, op. cit.

17. Comey, James, op. cit.

18. Ibidem.

19. Véase “Jeff Sessions”, en Wikipedia: https://en.wikipedia.org/wiki/Jeff_Sessions

20. Comey, James, op. cit.

21. Haga una pausa para ver la version parodia. “Lester Holt Cold Open”, en Saturday Night Live. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=ZBPt335vcAQ

22. Maddow, Rachel. “The Rachel Maddow Show, Transcript, 2/27/2017”, en msnbc, 27 de febrero de 2017. Recuperado de http://www.msnbc.com/transcripts/rachel-maddow-show/2017-02-27

23. Kranish, Michael. “Kushner firm’s $285 million Deutsche Bank loan came just before Election Day”, en The Washington Post, 25 de junio de 2017.

24. Maddow, Rachel. “The Rachel Maddow Show, Transcript, 3/13/2017”, en msnbc, 13 de marzo de 2017. Recuperado de http://www.msnbc.com/transcripts/rachel-maddow-show/2017-03-13

25. Kranish, Michael, op. cit.

26. Schmidt, Michael S. “Comey memo says Trump asked him to end Flynn investigation”, en The New York Times, 16 de mayo de 2017. Recuperado de https://www.nytimes.com/2017/05/16/us/politics/ james-comey-trump-flynn-russia-investigation.html

27. Lacovara, Philip Allen. “I helped prosecute Watergate. Comey’s statement is sufficient evidence for an obstruction of justice case”, en The Washington Post, 7 de junio de 2017. Recuperado de https:// www.washingtonpost.com/opinions/former-watergate-prosecutor-comey-lays-out-sufficient-evidence-for-an-obstruction-of-justice-case/2017/06/07/a12964a4-4be3-11e7-9669-250d0b15f83b_story. html?utm_term=.0ec6758db88e

28. Schmidt, Michael S., op. cit.

29. Barrett, Devlin & Nakashima, Ellen. “James Comey testifies: Former fbi director says he helped reveal details of conversations with Trump”, The Washington Post, 8 de junio de 2017.

30. Otterson, Joe. “TV ratings: Comey hearing draws nearly 20 million viewer”, en Variety, 9 de junio de 2017. Recuperado de http://variety.com/2017/tv/news/james-comey-senate-testimony-cablenews-ratings-1202459978/

31. Ariens, Chris. “For Sessions testimony, Fox News is most–watched, cnn wins the demo”, en TVNewser, 14 de junio de 2017. Recuperado de http://www.adweek.com/tvnewser/for-sessionstestimony-fox-news-is-most-watched-cnn-wins-the-demo/332366

32. Pallotta, Frank. “More than 111 million people watched Super Bowl LI”, en cnn Money, 7 de febrero de 2017. Recuperado de http://money.cnn.com/2017/02/06/media/super-bowl-ratings-patriotsfalcons/index.html

33. Real Clear Politics. “President Trump Job Approval” [encuesta diaria]. Recuperado el 24 de junio de 2017, de https://www.realclearpolitics.com/epolls/other/president_trump_job_approval-6179.html

34. Martin, Jonathan & Fausset, Richard. “Karen Handel wins Georgia special election, fending off upstart Democrat”, en The New York Times, 20 de junio de 2017. Recuperado de https://www.nytimes.com/2017/06/20/us/politics/karen-handel-georgia-special-election.html

35. Al respecto se recomienda ampliamente el documental One bright shinning moment. The forgotten summer of George. Disponible en: https://www.youtube.com/watch?v=OTmYzE2TAJs


Fuentes:

David Foust Rodríguez: Es doctor en Ciencias Sociales (Sociología) por la Universidad de Guadalajara. Es asistente en la Coordinación de Investigación y Posgrado del Instituto Tencológico y de Estudios Superiores de Occidente (iteso). Miembro de la Red Mexicana de Investigación en Política Social y de la Red Nacional de Investigadores (as) en los Estudios Socioculturales de las Emociones. Excoordinador del Centro de Reflexión y Acción Laboral (Cereal) y, en tal carácter, en su momento miembro del comité directivo de la red internacional de derechos laborales y ambientales GoodElectronics. Correo electrónico: [email protected]

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