En un año en que los reporteros han sido condenados como el «enemigo del pueblo» desde los niveles más altos del gobierno, los Estados Unidos hicieron su dudoso debut entre los países más mortíferos para los periodistas. Reporteros sin Fronteras, conocido internacionalmente como Reporteros Sin Fronteras, o RSV, publicó sus listas de periodistas que desaparecieron, fueron asesinados, detenidos o tomados como rehenes entre el 1 de enero y el 1 de diciembre.
«Los periodistas nunca antes habían sido sometidos a tanta violencia y trato abusivo como en 2018», decía una declaración que acompañaba el informe. Si bien Estados Unidos no está a la cabeza de la lista, el país se ubicó por primera vez entre los cinco países más mortíferos, con seis periodistas asesinados en 2018, similar a la India.
El informe también incluía una sección especial sobre Jamal Khashoggi, que vivía en el exilio autoimpuesto en los Estados Unidos y trabajaba para el Washington Post cuando fue asesinado en un consulado saudí en Turquía. A pesar de la creciente evidencia de que el príncipe heredero Mohammed bin Salman ordenó el asesinato Arabia Saudita ha declarado que las acusaciones no están fundamentadas. Cuatro de los periodistas estadounidenses fueron asesinados en el tirotea a al periodico Capital Gazette,en Annapolis, Maryland, el 28 de junio.
Enojado por un artículo de 2011, un hombre con una escopeta mató a los periodistas Rob Hiaasen, Gerald Fischman, John McNamara y Wendi Winters (junto con un asistente de ventas Rebecca Smith). Otros dos periodistas, el presentador de WYFF Mike McCormick y el periodista fotográfico Aaron Smeltzer, murieron cubriendo la tormenta subtropical Alberto en mayo cuando un árbol aplastó su camioneta en el condado de Polk, Carolina del Norte.
Adelante de los Estados Unidos y la India en la lista están: Afganistán con 15 periodistas muertos, Siria con 11, México con nueve y Yemen con ocho. Cabe destacar que en la lista está Irak, que por primera vez desde la invasión liderada por Estados Unidos en 2003, no mató a ningún reportero, dijo el grupo de periodistas. Los seis estadounidenses se encontraban entre los 80 periodistas asesinados en todo el mundo en lo que el Secretario General de RSF, Christophe Deloire, calificó como una situación crítica para los periodistas de todo el mundo. Deloire dibujó un vínculo entre las muertes y un aumento en la retórica dirigida a estimular el desdén hacia los medios de comunicación.
«El odio a los periodistas que se expresa, y en ocasiones se proclama abiertamente, por políticos, líderes religiosos y empresarios inescrupulosos tiene consecuencias trágicas en el terreno», dijo en un comunicado. «Amplificadas por las redes sociales, que tienen una gran responsabilidad en este sentido, estas expresiones de odio legitiman la violencia, socavando así el periodismo y la democracia misma».
Refiriéndose a este punto, el informe señaló que tres de los países (Estados Unidos, México e India) no están en guerra, pero aún así lograron hacer la lista junto a tres países sumidos en el conflicto. En México, los periodistas que cubrían la corrupción política y el crimen organizado se encontraron como blancos, mientras que en la India, donde los asesinatos fueron particularmente bárbaros, RSF culpó a las campañas de odio alimentadas por las redes sociales «alimentadas por ejércitos trolls vinculados a la derecha nacionalista hindú». Aunque Estados Unidos no se encuentra entre los países con periodistas desaparecidos, cautivos o encarcelados, categorías dominadas por China y Oriente Medio, el informe destacó el secuestro de Austin Tice.
«El gobierno de los Estados Unidos dijo recientemente que cree que Austin Tice, un periodista estadounidense que fue secuestrado cerca de Damasco en 2012, sigue vivo y que está haciendo todo lo posible para traerlo de regreso a los Estados Unidos lo antes posible», señala el informe. «Antes de ser detenido, el trabajo de Tice se publicó en The Washington Post y Al Jazeera, entre otros. Se cree que el periodista no está detenido por un grupo armado islamista».
Traducción El Pulso
