El desorden de la DEI…

EGO21 junio, 2016

Luego del sorpresivo cierre de la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) el pasado mes de mayo y el anuncio de la creación del nuevo Sistema de Administración de Rentas (SAR) que estará en operaciones en su total capacidad hasta el mes de agosto, según lo manifestó David Jerezano, asesor de la comisión de transición, quien añadió que en las próximas semanas se estará reclutando y seleccionando al recurso humano para la organización, distintas poblaciones del país denuncian el desorden administrativo en el cual se les ha dejado. Han sido muchas las denuncias presentadas por los pobladores de distintas ciudades al no ser atendidos por las mesas de ayuda instaladas por la Dirección Ejecutiva de Ingresos (DEI) para la obtención del RTN, siendo además por medio de las Cámaras de Comercio que se convocan a los equipos de asesores para registrar en el nuevo sistema de facturación a quienes han tenido obstáculos en conseguirlo.

La mayoría de los que gozan de ese beneficio son los micro, pequeño y medianos empresarios (mypimes), socios de las Cámaras de Comercio e Industrias de cada localidad, siendo los únicos avisados de las visitas de las mesas de ayuda de la DEI, dejando por fuera a la demás población.

Por tal razón, las jornadas duran dos días en las ciudades pequeñas, y el personal de la DEI, encargados de tramitar talonarios del nuevo sistema de facturación y de emitir los RTN a las personas naturales y jurídicas, no se dan abasto. Las personas perjudicadas son las que peyorativamente llaman «los más humildes», pues son quienes logran darse cuenta que están llevándose a cabo estas jornadas dedicadas casi en su exclusividad a una agenda ya acordada con empresarios socios de las Cámaras de Comercio. Muchas personas no pueden vender debido a que carecen de talonarios. También debido a que la DEI ha cerrado todas sus oficinas a nivel nacional. La gira es itinerante. El personal de la SAR viaja a diferentes ciudades en este proceso de transición. Y a pesar de que las autoridades aseguran que se trabaja de manera eficiente, esto, por supuesto, puede ser desmentido.

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Foto Gustavo Campos

Dos historias similares, una coincidencia o patrón de operación

El día 18 de abril de 2016 se instalaron las mesas de ayuda en la Cámara de Comercio e Industrias de Choluteca. El edificio estaba casi vacío, debido a que pocos —o nadie— habían sido informados que estarían atendiendo a la población.

De igual manera, el 3 y 4 de junio, cerca de la Casa Galeano, en Gracias, Lempira, pobladores de todas las comunidades, aldeas y caseríos llegaron a realizar el respectivo trámite en la improvisada SAR. Centenares de personas que viajaron poco más de las dos horas, algunos en transporte, otros a pie, debido a la escasez de recursos económicos en la zona, por no decir que esa zona de occidente se caracteriza por ser una de las más pobres del país, en estado crítico de pobreza extrema, hicieron largas filas por ser atendidos. Los que no consiguieron hacer el trámite durmieron en el parque esperando el siguiente y último día para hacer sus gestiones. El mismo 3 de junio Plan Internacional Honduras realizaba un evento en Casa Galeano: el lanzamiento de 8 bibliotecas comunitarias y públicas en diferentes comunidades de la zona. Los encargados de Plan Internacional regalaron comida a los pobladores que hacían fila por obtener su RTN o registro de facturación. Algunas personas confiaron a El Pulso que necesitaban integrarse al sistema de facturación porque si no no podrían vender. Parte del comercio de las comunidades se resume en venta de alimentos (burras, almuerzos, bebidas, etc.) cuyo valor no asciende a más de los 60.00 lps el plato.

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Foto diario La Prensa

Crisis y exclusión

Al entrevistar a uno de los representantes de las muchas ONGS y Organismos de Cooperación que trabajan en la zona, nos confió que desde la implementación de las medidas de recaudación fiscal elaboradas por el gobierno, una buena parte de la población ha sido perjudicada porque cuando se elaboran talleres o llegan brigadas de cooperación a las comunidades, antes se le pagaba a alguna señora para que cocinara los almuerzos, pero ahora ya no se puede, se les está exigiendo a las ONG’S pedirle a las personas tener su RTN:

«Hubo una crisis en las ONG para comprar alimentación para realizar las actividades porque les estaban pidiendo a las ONG que le compraran solo a los proveedores que estaban certificados. Pero la señora que medianamente te vende enchiladas una vez al mes, y no es que tenga un comedor, sino que uno llega y hace una actividad cada 3 meses y quiere comprarle 50 almuerzos pequeños, entonces qué sucede, que la señora no las puede vender. Lo otro es que esa superexigencia a personas que el ingreso que tienen es mínimo, miserable, porque el trámite le vale igual a ellos que han sido productores artesanales desde siempre, como a un empresario. Allí es donde el país falla, porque uno se pregunta dónde está el tema de la equidad, o sea el tipo que tiene una empresa de 500 millones de lempiras paga la misma cantidad que la persona que gana 200 a 300 lempiras. Otro de los problemas es que ha venido a traerle más burocracia.»

«Hay personas que tienen 10 a 15 años vendiendo meriendas, encargamos 25 meriendas, a 20 lempiras cada una, y 15 almuerzos a unos 60 lempiras, pero ese señor que vive en San Antonio y San Rafael, Lempira, tienen que toparse dos horas para llegar al desvío y luego una hora y media para llegar a Santa Rosa, que era donde estaba ubicada la DEI.»

Es cierto que el país debe organizarse, tener cultura fiscal, pero el proceso no ha sido el adecuado. Se le impone a personas una serie de requisitos tecnológicos (tener una cuenta de correo), muchos no tienen acceso más que a la comunicación, y con comunicación nos referimos al uso de celulares que no es lo mismo que el uso de Internet y manejo de sistemas y software. Se beneficia a unos afectando a otros. Si las consecuencias fueran para ambos, tanto para el empresario mayor como para las personas de escasos recursos, habría algo de equidad y orden en el proceso del ordenamiento de las finanzas, pero se sabe que aquí se benefician y exoneran impuestos a muchos, que sí tienen ganancias y que luego aparecen anunciando pérdidas.

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Foto lanoticia.hn

La frustración después de 2 días de espera

Pasaban las 5:00 de la tarde cuando se oían los gritos de reclamo de quienes no habían podido registrarse. Los policías militares seguían órdenes de informarles que el sistema ya estaba cerrado y que hasta julio habría otra jornada para poder inscribirse.

Ante la cruel desesperación, insistieron e insistieron en que se les atendiera, pues se avecinaba una tormenta y debían regresar a casa, muchos de ellos a pie.

Una de las afectadas dijo lo siguiente: «fuimos a Santa Rosa a gastar y no nos atendieron y venimos acá y nos mandan de vuelta a casa» Otra indignada agregó: «Somos de Lepaera y venimos a gastar en pasaje y no nos atienden. Y ahorita pasaron dos personas que no hacían fila, que venían en carro y pasaron».

Un señor de baja estatura, originario de San Sebastián, relató: «Nosotros venimos de San Sebastián, de Lepaera, casi tres horas de camino. En mi caso fui a Santa Rosa el martes y no me dieron nada».

«Ya no atienden en Santa Rosa, ahora toca ir a San Pedro Sula y no tenemos dinero», se queja una más de las afectadas atrincheradas fuera del edificio. El grupo sobrepasa las 50 personas, que deberán volver, frustrados, a sus pueblos, condición que ya no le es ajena a ningún hondureño.

«Hay gente que viene llegando pero como son recomendados, los atienden. Ellos atienden a las personas que miran más preparados, que han estudiado, los que andan bien vestidos».

«Dicen que ya se van y que vayamos a San Pedro a hacer los trámites», agrega una persona más de la multitud.

¿Qué pasa si no consiguen el RTN hoy o su permiso de operación?, les pregunto: «Me lo cierran, yo tengo un comedor, en la terminal, y me lo cerrarán».

«A mí me afecta porque tengo un pequeño negocio de ropa de segunda, incluso para buscar trabajo debe tener RTN y eso afecta a la gente», dice una pequeña comerciante.

Al preguntarles sobre cómo se inscriben si carecen de correos electrónicos, responden todos, entre el bullicio de quien quiere ser más escuchado: «correos electrónicos aquí todos los negocios no tienen, son pocos los que tienen. Internet y WhatsApp no todo mundo tiene, Internet en sus teléfonos no todo mundo tiene», responden, de manera resignada.

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Foto diario La Prensa

La Cámara de Comercio debería dar capacitaciones y orientar a los microempresarios para facilitarles los trámites.

Al entrevistar al encargado de las mesas de ayuda, Luis Miguel, dijo que «no podían dar abasto a tanta gente, no se imaginaban que llegarían muchas personas, se han atendido diariamente a unas 400 personas, incluso la representante de la Cámara de Comercio abogó para que nos quedáramos un día más, pero no se pudo, porque salimos para Juticalpa, Olancho, luego un día para Catacamas, un día para El Paraíso».

Jazmin Arita, representante de la Cámara de Comercio e Industrias de Gracias, ante lo que está ocurriendo afuera, nos cuenta que «no estaba dentro de la calendarización, hay muchas personas que tienen poco tiempo de estar trabajando. Esta capacitación la gestionó la Cámara de Comercio debido a que algunas personas miembros de nosotros ocupaban estar al día. Mesas de asistencia. Nosotros no esperábamos tantas personas. Las mesas de ayuda y asistencia quien debería solicitarlas es la municipalidad, pero no se han acercado a nosotros a decirnos nada. Y nosotros como empresa privada lo gestionamos.»

«En julio nos van a apoyar nuevamente. Trataremos de gestionar que sean más días y buscar otros métodos. También tenemos contemplado gestionar una oficina del SAR acá. Estamos cargando con el trabajo que debieron haber hecho todas las municipalidades.»

Lo cierto es que pese a la buena intención y gestión de las Cámaras de Comercio, el problema no tendrá solución durante un buen tiempo. Es más, puede que pase todo este año y los problemas jamás acaben. ¿Cómo poner orden al desorden de la DEI? ¿Cómo hacer entender al gobierno que las mesas de asistencia deberían llegar a las comunidades más afectadas? ¿Cómo hacerles ver a los alcaldes que es responsabilidad suya ayudar a quienes votaron por ellos para que los representaran?

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