…Por Julia Herrera.
El Instituto Nacional de la Mujer (INAM), regidor de la política pública sobre la mujer, creado como propuesta de las organizaciones de mujeres y feministas, resultado de las luchas de las mujeres organizadas en Honduras que demandaron una institucionalidad desde el Estado que se encargara de esa temática particular; se ha encontrado con ciertas dificultades y cambios que hace que muchas organizaciones de mujeres y feministas se pregunten si todavía existe o si se sigue encontrando en capacidad de cumplir con el papel para el cual fue creado.
Según las organizaciones de mujeres y feministas, el INAM fue creado para ser una institución que velara porque las políticas públicas de las mujeres pudieran ser promulgadas y además implementadas desde toda la institucionalidad del Estado.
En la actualidad el INAM se encuentra inserto en el Gabinete de Protección Social, uno de los siete gabinetes sectoriales que ha estructurado el presente gobierno. En este se encuentran también la Secretaria de salud, la Secretaria de Educación y una Secretaria de Protección Social, que a más de alguna persona habrá confundido, pensando que es a esta secretaria a la que se subordina el INAM.
Aunque la ministra del INAM, Ana Aminta Madrid Paz, considera que la nueva situación jerárquia no cambia la posición de la institución, las organizaciones de mujeres y feministas se encuentran preocupadas porque consideran que el INAM ha perdido poder y por tanto capacidad para la rectoría de la política pública de la mujer.
Según la lideresa feminista Suyapa Martínez, antes el INAM era más independiente y asistía a la Unidad de Consejo de Ministros y allí podía hacer sus propuestas, decir lo que ellas consideraban mal e inclusive canalizar propuestas de las organizaciones de mujeres y feministas.
«Lo que sucede es que ahora los gabinetes sectoriales se reúnen juntos y se presentan ante el presidente, pero no en el mismo rango de todos los gabinetes de gobierno» —afirma Martínez.
Otro problema que han tenido que solventar es la baja de presupuesto. En el 2012, pasaron de recibir casi treinta millones de lempiras, ahora solo reciben veintidós millones.
—No le vamos a decir que no necesitamos más presupuesto, si lo hemos hablado con el presidente de la República para que el siguiente año aumente unos cinco millones, el siguiente año siete millones, para las obligaciones que va a tener en el INAM dentro del proyecto Ciudad Mujer. El INAM trabaja (actualmente) con el presupuesto de las otras instituciones —declara la ministra Madrid Paz.
El proyecto Ciudad Mujer es una iniciativa directa de la Primera Dama que coordina con 15 instituciones más, incluyendo un papel fundamental del INAM, según sus autoridades.
La ministra Ana Aminta Madrid Paz asegura que de acuerdo a lo estipulado en el artículo 10 de obligaciones presupuestarias, está la obligación de trabajar los proyectos con enfoque de género y en eso se ha avanzado mucho.
«Ya existen varias instituciones que tienen esta obligación etiquetada en sus presupuestos» —dice.
«Por ejemplo la segunda causa de muerte de la mujer, después de la violencia contra la mujer, es el cáncer cérvico uterino; entonces dentro de ese tema el INAM ha coordinado con la Secretaria de Salud, para ver como se implementa la vacuna del virus de papiloma humano y se hace en lugares donde hay más casos de cáncer cérvico uterino. A nivel local se está trabajando en sesenta municipios con programas formativos y treinta de estos, que son los más violentos, es donde están los observatorios de la violencia. Se ha logrado que las municipalidades etiqueten esos valores a favor de la mujer en sus presupuestos» —agrega Madrid.
Tanto las organizaciones de mujeres y feministas como la ministra Madrid Paz del INAM, afirman que las otras instituciones del Estado creen que implementar la Política Nacional de la Mujer solo es función del INAM y no de cada ministerio.
«Cada gabinete debe insertar la política en su estructura, en sus planes de acción» —dice Madrid del INAM.
Suyapa Martínez por su parte considera, que esto tiene que ver con desempoderamiento actual del Instituto Nacional de la Mujer.
«Y nosotras por supuesto queremos que el Instituto se empodere, —afirma y agrega— hay una tarea para el presidente Juan Orlando Hernández y es darle más poder al INAM y darle poder real. Eso implica elevarlo a una posición igual al de los gabinetes sectoriales o por lo menos que participe en las reuniones de gabinetes».
El INAM ha encontrado mucha dificultad para que demás instituciones reconozcan el lugar rector del Instituto en políticas de la mujer. La ministra advierte que mucho del trabajo que realizan es para que se reconozca que la contraparte del INAM dentro de la Política de Género, son las Unidades de Género de cada institución.
El segundo gran problema, según autoridades del INAM, es el reconocimiento de los funcionarios públicos de cuál es el rol de Instituto Nacional de la Mujer.
«Se le ha dedicado todo el año 2016 a capacitaciones. Antes llegaban veinte funcionarios públicos, ahora llegan noventa. Es un programa formativo que ha ido creciendo paulatinamente en número de asistente y hasta han logrado que los funcionarios empiecen a preguntar cuándo es la próxima capacitación», —afirma.
Con respecto al trabajo con las organizaciones de mujeres y feministas no hay una coordinaciónn sistemática entre las organizaciones de mujeres y el INAM.
«A veces nosotras convocamos al INAM para que esté en esas coordinaciones interinstitucionales. Por ejemplo La mesa de presupuesto, La mesa en contra de la violencia, alguna temática especial que queramos impulsar desde las organizaciones de mujeres. Las invitamos y ellas mandan representante, otras veces ellas hacen eventos y nosotras asistimos» —cuenta Suyapa Martínez.
«Aun así, hay una representación de las mujeres que es el Movimiento por la Paz Visitación Padilla que está en el Consejo Directivo del INAM, Merly Aguigure Borjas forma parte. Pero esto no significa que nos reunimos mensualmente para revisión del nivel de implementación de La Política Nacional de la Mujer», —agrega.
En una entrevista para El Pulso sobre el tema, Merly Aguigure Borjas comentó que durante toda su existencia el INAM ha tenido varias etapas. Por ejemplo desde el momento de ir definiendo bien su accionar, el INAM ha tenido varios y muy buenos funcionarios en la institución, pero lamentablemente ocurre que al ser una institución estatal, sus nombramientos son politizados en alguna medida. Entonces como resultado la institución se ha desempeñado de diferentes formas en cada gobierno. También se podría decir que hubo un antes y después del Golpe de Estado.
«Antes del Golpe de Estado creo que hubo una buena posibilidad de coordinación, hubo por ejemplo una buena gestión de Marcela del Mar Suazo, un mecanismo de interlocución entre el movimiento de mujeres y el Estado, que con el Golpe se cayó por completo»,—afirmó.
Aguigure Borjas cree que desde el Golpe de Estado de 2009 las posibilidades de coordinación entre el INAM y el movimiento de mujeres son difíciles. No porque no se pueda hacer, sino por como la institucionalidad del INAM ha respondido más a los intereses del Estado que a los intereses de las mujeres y de la sociedad.
«Ese es un gran problema que no se ha terminado de dilucidar»,—advirtió Merly Aguigure Borjas.
Sobre el trabajo del INAM con las organizaciones de mujeres y feministas, la ministra Ana Aminta Madrid Paz advierte que con Visitación Padilla se ha trabajado mucho en las casas refugio de Tegucigalpa, la experiencia de Gladys Lanza (QEPD) le sirvió mucho al INAM y esperan seguir trabajando esos proyectos con las otras miembras de la institución. También explicó que su trabajo con otras organizaciones de mujeres y feministas es diverso. Ahora están trabajando un proyecto de Ley Integral que lo está impulsando el Centro de Derechos de Mujeres, CDM, las organizaciones de mujeres y feministas son las que introducen en la ley lo del artículo 10 y esto lo han estado coordinando con el Centro de Estudios de la Mujer de Honduras, CEM-H, y se está trabajando fuertemente el tema de la paridad.
«Con todo y lo mencionado aún quedan dudas y retos que considerar en cuanto al Instituto Nacional de la Mujer», —afirmó Suyapa Martínez.
«Con un escaso personal, que no está capacitado como el de una ONG, encargada de rectorar la Política Pública de la Mujer, es preocupante porque no se dan abasto. Se les ha dado la tarea de que supervisen los presupuestos de la Oficinas Municipales de la Mujer, además de ser las encargadas de implementar los indicadores del cumplimiento del artículo 10 del uso de presupuesto en cifras. El INAM necesita un equipo fuertísimo y un personal receptivo y abierto a las organizaciones de mujeres» —concluyó.
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