Nicaragua se mantenía a la expectativa del inicio de un diálogo nacional para resolver las demandas surgidas de la violenta ola de protestas contra el gobierno, que dejó 37 muertos, según una nueva cifra de víctimas actualizada este jueves.
El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) aumentó de 34 a 37 personas su recuento de víctimas confirmadas, incluyendo un miembro de la Juventud Sandinista que murió cuando fue incendiada la independiente radio Darío, en la ciudad noroccidental de León, durante las protestas.
Las otras dos víctimas son estudiantes que participaban en las protestas de Managua, desatadas la semana pasada cuando el gobierno aprobó una reforma al quebrado sistema de seguridad social, que implicaba un aumento a las cuotas obreras y patronales.
Otros organismos de derechos humanos han dado cifras más altas de víctimas, mientras que el gobierno no ha actualizado sus datos desde que el fin de semana dio cuenta de 10 fallecidos en las protestas.
El Ministerio Público (fiscalía) anuncio una investigación sobre las muertes -sin dar cifras- y los daños a la propiedad, prometiendo llevar a los tribunales a los responsables para que “estos delitos no queden en la impunidad”, según un comunicado.
El cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, quien el martes pasado aceptó participar como mediador de un diálogo, aclaró este jueves que su papel será “acercar a las partes” y que no le corresponde convocarlas o definir la agenda.
“Todavía no hemos definido (detalles), pienso que el gobierno tendrá que convocar, él nos hizo la invitación a participar en este diálogo”, dijo Brenes a periodistas.
El presidente Daniel Ortega pidió a Brenes, como presidente de la Conferencia Episcopal, participar de las conversaciones que para la sociedad civil deben sentar las bases de un acuerdo orientado a democratizar al país.
Sin embargo, su administración no ha definido la fecha para iniciar la conversación ni la agenda que abordaría.
Sin entrar en detalles la vicepresidenta Rosario Murillo dijo en conferencia de prensa que el gobierno está dedicado “plenamente a la construcción del diálogo y al fomento de la esperanza, de la tranquilidad, la normalidad y la paz”.
El principal líder empresarial de Nicaragua, José Aguerri, dijo el martes a la AFP que esperaba una convocatoria de la Conferencia Episcopal para participar de las conversaciones.
Pese a la indefinición, el cardenal consideró que “se ha ido limpiando el ambiente” para iniciar las conversaciones, con la liberación de presos por las manifestaciones y el fin de la censura a las televisoras que estuvieron bloqueadas por transmitir las protestas.
Al mismo tiempo, desde el lunes pasado se han celebrado varias manifestaciones en el país sin sufrir la represión policial como ocurrió la semana pasada, cuando estudiantes tomaron las calles para protestar contra la reforma a la seguridad social.
“Lo importante es comenzar. Como obispo soy hombre de esperanza y creo en el diálogo, sabemos que es difícil y riesgoso, pero aceptamos el riesgo (de mediación) por amor a Nicaragua”, sostuvo el prelado.
Entre tanto, organismos de derechos humanos presentaron este jueves una demanda ante la fiscalía contra el presidente Ortega y sus allegados por al menos 37 muertos y cientos de heridos y desaparecidos durante las protestas.
Fuente: 24matins.es