DÍA CONTRA LA HOMOFOBIA EN HONDURAS, ¿UNA LUCHA HISTÓRICA QUE AVANZA?

EGO23 mayo, 2018

Algunas luchas son muy auténticas, otras responden a intereses, otras son necesarias, pero todas están siendo plasmadas en la nueva historia de Honduras, y habrá un día en donde las banderas con colores rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta, juntos simulando un arcoíris, entremezcladas dentro del pueblo resistente, brillará altiva y nadie la desconocerá.

Por Fernando Reyes

Este 17 de mayo, Honduras conmemoró el Día internacional contra la homo-lesbo-transfobia; un día que recuerda el avance a nivel mundial que celebra la remoción de la homosexualidad como una enfermedad o patología mental por parte de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Aun con estos avances, la discriminación, el estigma y la violencia contra las personas de la diversidad sexual no han cesado en el mundo, ni en este país, colocando a Honduras como uno de los países más violentos para las personas LGTBI y alguna vez mal llamada, la Uganda de América Latina.

Honduras ha atravesado en los últimos años dificultades que se originan de conflictos no resueltos provocados por el golpe de Estado de 2009, demostrando la frágil institucionalidad y colocando a Honduras como uno de los países más violentos del mundo por las cifras de homicidios alcanzadas entre 2012 y 2013. Desde el 28 de junio de 2009 las organizaciones LGTBI se identificaron en un contexto que les convertía en presas fáciles de la homo-lesbo-transfobia, situación que se confirmó el día siguiente del golpe de Estado, encontrándose ejecutadas dos mujeres Trans de las ciudades de San Pedro Sula y Tegucigalpa, consideradas las primeras víctimas del gobierno de facto.

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El golpe de Estado fue avalado por las fuerzas ultra conservadoras de la iglesia Católica, y el Opus Dei quien se convirtió en el soporte moral del gobierno golpista, bendecido por la voz oficial del Cardenal Oscar Andrés Rodríguez. Cuando la institucionalidad se derrumbó, quedó al descubierto la artimaña del Estado de “crear impunidad, no combatirla” lo que nos lleva a preguntarnos ¿Cuántos casos por crímenes de odio se han resuelto en nuestros países?, ¿en que países son considerados como crímenes de odio?, ¿cuántas legislaciones, decretos o leyes hemos apelado?, ¿cuánto tiempo se ha perdido?, o lo que más importa…¿cuántas vidas hemos perdido? 

Honduras se ha convertido en un paraíso transfemicida según Human Rights Watch en su informe con datos entre 2004 y 2009: “No Vales Ni Un Centavo”, resaltando frases como “reafirme su hombría”, ¡mate una travestí!, “demuestre quien es el hombre”, ¡mate un gay! y si se quiere sentir mejor, mate a dos.Human Rights Watch concluye que éste es un mensaje simbólico que el Estado está promoviendo: cuando la impunidad es alta, el crimen de odio se vuelve en un crimen por placer.

Honduras se ha convertido en un paraíso transfemicida según Human Rights Watch en su informe con datos entre 2004 y 2009: “No Vales Ni Un Centavo”

Los derechos humanos de las personas de la diversidad sexual han sido violentados históricamente en Honduras, las primeras acciones en contra de estos derechos fueron mas evidentes cuando las organizaciones empezaron a hacerse visibles a partir de las décadas de los 80s y 90s. Impulsados por los intereses de personas visionarias y progresistas, que sintieron la necesidad de poder desarrollar las habilidades de personas con preferencias sexuales distintas a la norma tradicional heterosexual, frente a una creciente epidemia de VIH. Se inicia la primera de las organizaciones a finales de los 80s y principios de los años 90, la Asociación Hondureña de Homosexuales y lesbianas contra el Sida (AHHLCOS), que contaba con representaciones a nivel nacional en respuesta al VIH y con un objetivo inicial de ofrecer cuidados frente al alto número de muertes de personas de la diversidad sexual, quienes morían solos/as en hospitales públicos, e intentando reducir el estigma a nivel social por la relación homosexualidad-VIH.

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Para el año de 1992 se presenta por primera vez una solicitud de personería jurídica de una organización LTBI en el país ante el Gobierno de Honduras, la cual fue rechazada por considerarla aberrante y atentar contra la “moral y las buenas costumbres”, evidenciando un gobierno con “lideres tradicionales” que representan un obstáculo importante en el desarrollo progresista de Honduras, obligando a los/as activistas a sustituir las palabras «homosexuales o lesbianas» en el nombre de sus organizaciones para lograr su reconocimiento legal. En los siguientes años se lograron nuevos procesos y la fundación de nuevas organizaciones a mediados de los 90s: Comunidad Gay Sampedrana, Grupo PRISMA y Asociación Colectivo Violeta. Durante esa época existieron algunos espacios de diversión para hombres gays y mujeres lesbianas, sumidos en la clandestinidad, con constante abusos y acoso por fuerzas policiales, así como los múltiples titulares en medios de comunicación carentes de sensibilidad y con un claro mensaje de odio.

“Nunca se había escuchado que era una Trans, identificarse, asumirse y reconocerse eso es algo nuevo que los hombres y mujeres Trans pueden gozar en la actualidad, pero en mis tiempos eso era algo nuevo, y sin duda fueron años muy difíciles para muchas compañeras”.
“Nunca se había escuchado que era una Trans, identificarse, asumirse y reconocerse eso es algo nuevo que los hombres y mujeres Trans pueden gozar en la actualidad, pero en mis tiempos eso era algo nuevo, y sin duda fueron años muy difíciles para muchas compañeras”, Zafiro, activista trans.

Zafiro, una activista transexual desde los 90s, trabajó durante muchos años en la organización Colectivo Violeta, y describe como en esa década no existía el concepto de persona Trans en Honduras: “Nunca se había escuchado que era una Trans, identificarse, asumirse y reconocerse eso es algo nuevo que los hombres y mujeres Trans pueden gozar en la actualidad, pero en mis tiempos eso era algo nuevo, y sin duda fueron años muy difíciles para muchas compañeras”.

En el transcurso del tiempo, y sin un reconocimiento por parte del gobierno de Honduras, las organizaciones continuaron su lucha de distintos puntos. Para el 2001, las necesidades de la comunidad se vieron renovadas y fue necesaria una reconstrucción en la visión política que intentaban enfrentar además del VIH.  El posicionamiento internacional ha sido uno de los logros de las organizaciones en el país, especialmente alrededor de los derechos humanos, siendo hasta el momento la vida, el principal derecho vulnerado por el que se debe abogar según algunos/as activistas.  Cuando las organizaciones lésbico-gay en Honduras comenzaban a encontrar algo de estabilidad como instituciones, sus personerías jurídicas empezaron a ser reconocida y se mostraba un aparente reconocimiento social por parte de la sociedad, nacen para inicios de los años 2000, las organizaciones Kukulcán y Arcoíris, y la organización lésbica Cattrachas, así como algunos Comité que aglutinaban los intereses de la diversidad sexual. En pocos años anteriores al golpe de Estado, las organizaciones habían logrado visibilizarse con movilizaciones como el 28 de Junio, Día del orgullo gay que conmemoran los disturbios de Stone Wall, Nueva York en 1969, y que marcaron un hito para el movimiento de liberación homosexual, que en Honduras se perdió esta fecha de la agenda LGTBI hondureña al coincidir con el día del golpe.

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Sin duda la diversidad sexual encontró un nicho en el pueblo en resistencia, visible a través de la bandera con los colores del arcoíris, que sumaron filas en la denominada Resistencia, que luego se conformó en un Frente Nacional de Resistencia popular (FNRP), para convertirse en un grupo social con un recorrido de trabajo arduo, diverso pero poco visibilizado para volverse parte de la movilizaciones importantes del país y de la lucha social imperante, sumando al menos 10 organizaciones que existían en aquel momento en diversas ciudades.

Comprendiendo el panorama de las organizaciones y el recorrido del movimiento de la diversidad sexual en Honduras en los últimos 20 años, fue evidente, auto convocado y espontánea la presencia de nuevas corrientes beligerantes, y políticamente más involucradas; activistas que respondieron contundentemente en reacción hacia el golpe de Estado, logrando en ese contexto la formación del Movimiento de Diversidad Sexual en Resistencia (MDR), introduciendo en conjunto con las organizaciones el concepto LGTB, la inscripción histórica de personas de la diversidad para cargos de elección popular dentro de lo que se convirtió una parte de la resistencia, el partido Libre.

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Erick Martínez (un hombre gay), el primer candidato inscrito quien fue asesinado dos semanas después de anunciada su candidatura en 2012.

En la actualidad existes nuevas organizaciones de diversidad sexual, continúan algunas de las fundadas en el pasado, el contexto se muestra como un movimiento no completamente cohesionado, y que de forma aislada logra respuestas segmentadas, algunas más contundente y beligerantes, otras más alineadas a los principios contra el golpe, la cooperación internacional, y de los gobiernos en continuación, pero sin duda se identifica una alta politización en los/as miembros/as quienes hacen uso de evidencia frente a las graves violaciones a los derechos humanos, en un país con una vigente homo-lesbo-Transfobia, una cultura machista arraigada, un estado con prácticas patriarcales, obligando a que la vida sea considerando el principal derecho humano violentado, impidiendo incluso para personas de la diversidad, la capacidad de soñar un matrimonio igualitario o una ley de identidad de género en un país como Honduras.

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En la actualidad, el país se encuentra sumido en una crisis provocada por la reciente reelección del Presidente Juan Orlando Hernández, que pese a las duras criticas, movilizaciones sociales, disturbios y esfuerzos nacionales e internacionales de la oposición logró establecerse nuevamente en el poder.

Honduras enfrenta ahora una avanzada conservaduría provocada por la limitada o inexistente laicidad del Estado, siendo pastores evangélicos, sacerdotes católicos, y grupos de poder de cúpulas religiosas quienes brindan un aval a dichos poderes, para enviar mensajes a la población haciendo uso de la religión para justificar las acciones políticas, mezcladas por el temor según ellos, que existe hacia las experiencias políticas de países vecinos como Venezuela o el miedo hacia posturas comunistas o socialistas, agendas occidentales, o la agenda LGTB, el aborto e incluso la anticoncepción de emergencia, confundiendo la opinión publica, influenciando medios de comunicación y voluntades amparadas en el nombre de Dios.

Este 17 de mayo, Honduras conmemoró un día de lucha contra la fobia a las personas lesbianas, gays o Trans, una colorida manifestación para recordar al Estado la presencia de personas que son consideradas de segunda clase, las cuales con sus limitantes son quienes defienden las posibilidades que gozamos personas de esta generación, incluyéndome como autor de este artículo, personalmente durante la misma manifestación que fui parte, tuve la oportunidad de escuchar el testimonio de hombres gays que han sufrido violencia por parte de sus parejas, una querida amiga, Bessy, activista transexual, fue apuñalada por un hombre en una calle de Tegucigalpa unas semanas antes de la movilización, provocándole una perforación pulmonar luego de semanas de internamiento para salvarle la vida.

Bessy, protagonista del documental hondureño "En mis tacones" (2010) , sobre la situación de violencia hacia las personas trans después del golpe de Estado.
Bessy, protagonista del documental hondureño «En mis tacones» (2010) , sobre la situación de violencia hacia las personas trans después del golpe de Estado.

Las personas LGTB de Honduras, deben conocer la historia que ha sido escrita con sangre para reconocer sus actuales privilegios, algo ha avanzando, sin duda no es lo suficiente como para que en Honduras no podamos soñar en algo más que simplemente mantenernos con vida. Es importante que las organizaciones LGTB que en la actualidad trabajan en el proceso de formación de nuevos lideres y lideresas; implementes estrategias orientadas a la formación social y política. Este país, necesita urgentemente la suma de personas beligerantes y comprometidas, que puedan ser capaces de reconocerse en Honduras, verse a sí mismos/as como individuos/as, como comunidad, como sociedad, como ciudadanos/as garantes de derechos reconociendo la importancia de la conciencia ante la otredad, las injusticias propias y de otras personas, cultivando valores amplios de empatía, sororidad, integrándolos en un modelo de trabajo y relaciones sociales y personales de TU LUCHA ES MI LUCHA.

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