En los últimos años, los celulares y otras herramientas tecnológicas han estado al alcance de muchas personas. Desde que nos levantamos hasta las últimas horas de la noche estamos usando el celular, sin poderlo soltar y sin darnos cuenta de que manera nos afecta pasar horas viendo una pantalla tanto de la vista hasta nuestra salud mental.
Un estudio de la Universidad de Nottingham Trent, de Reino Unido comprobó a través de una aplicación que una persona agarra su celular al menos 85 veces, siendo 5 horas total el uso que le da.
Para crear conciencia y menos dependencia del uso de la tecnología, el evento «National Unplugging Day» en español llamado Día Nacional de la Desconexión ha surgido, celebrándose cada 6 de marzo con el fin de no usar la tecnología, desconectarse y relajarse por un periodo de 24 horas.
Este descanso tecnológico es para dejar a un lado las pantallas, interactuar y conectarnos con las personas y comunidades en la vida real. Según la página oficial, muchas veces nos perdemos de momentos importantes de nuestras vidas por estar viendo nuestros celulares.
Establecida en el 2003 por Reboot en Estados Unidos, una comunidad judía sin fines de lucro en la cual todas las personas se pueden involucrar, alrededor de 112,000 personas en el mundo se han unido a este movimiento.
Ser parte del movimiento
Desde el momento en que nos levantamos, apagar el celular, dejar la computadora, no contestar correos y optar por otras actividades como salir a caminar, leer un libro o conversar con un amigo o familiar, nos permite disfrutar un día fuera del mundo virtual.
El uso de celulares y otros dispositivos puede causar problemas en la salud, como daño a la vista, incremento del estrés y potencialmente puede causar cáncer por la radiación que emite.
Se trata más que todo de tomar un respiro, de relajarnos y hasta de reflexionar en nuestros hábitos debido a que olvidamos que afuera de la pantalla tenemos seres queridos y no prestamos atención a lo que pasa en el mundo.
Con información de Vox
Rebecca Schwimmer
