CRÓNICA PARLAMENTARIA
Una lenta semana de apenas siete horas de sesiones se vivió en el Congreso Nacional, ya que una gran cantidad de honorables diputados de todas las bancadas prefirieron ausentarse de del legislativo esta semana para seguir trabajando en sus campañas reeleccionistas, mientras que proyectos importantes como la discusión y aprobación de la Ley de la Carrera Policial, el nuevo Código Penal y el dictamen de la Ley de Colaboración Eficaz tuvieron que esperar todavía otra semana para llegar a concreción.
Una cámara legislativa casi vacía se vislumbraba todavía al filo de las cinco de la tarde, ya que los parlamentarios no terminaban de llegar todavía para cumplir con el quorum. Tras esperar que a cuentagotas se terminara de llenar el hemiciclo, la sesión pudo comenzar finalmente. La junta directiva aprovechó para entrarle a varios dictámenes que tenía pendientes desde antes del receso, como un proyecto para entregar diez manzanas de tierra de la aldea de Las Minas, en el Progreso, Yoro, a Convivienda para un proyecto habitacional a donde serían trasladados más de 300 compatriotas que habitan los bordos de San Pedro Sula, lo que generó un leve enfrentamiento entre los diputados de Yoro y los de Cortés, con Bartolo Fuentes, de LIBRE, José Vivian Portillo y Janeth Varela del Partido Liberal y Liberato Madrid de el «nuevo» PAC -todos diputados de Yoro- oponiéndose al proyecto, puesto que el mismo no estaba destinado a los habitantes de Yoro sino de San Pedro Sula. Tras una breve participación de la diputada nacionalista por Cortés, Welsy Vásquez, quien afirmó sentir vergüenza por sus colegas parlamentarios, el gran ausentismo en las bancadas del Partido Liberal y de LIBRE contribuyeron para que el proyecto se aprobara casi a base de los votos del Partido Nacional.
Después de algunos dictámenes más y casi ante una sala vacía, el expresidente Manuel Zelaya Rosales, quien se ausentaría el resto de la semana, aprovechó para leer una manifestación en nombre de su bancada y su partido, donde exigía que cada credencial que el Tribunal Supremo Electoral entregara a los partidos políticos llevara nombre y apellido para evitar el tráfico de credenciales, al tiempo que rechazaba las declaraciones del presidente del TSE, David Matamoros Batson, quien dijo a los partidos políticos que para que no votaran muertos debían poner «vivos» en las mesas electorales. La sorpresa fue que el exministro de la presidencia y actual presidente del Partido Nacional, Reinaldo Sánchez, a quien por primera vez en más de un año se le logró «ver el cacho», reaccionó de la manera más favorable ante la manifestación del expresidente Zelaya, añadiendo que el ejecutivo había enviado previamente una propuesta parecida. ¿Será que se alinean los astros para las reformas electorales?
El miércoles se volvió a repetir el lamentable espectáculo de ausentismo en el Congreso Nacional, por lo que los diputados tuvieron que entretenerse en tertulias privadas mientras sus compañeros decidían despegarse de las tazas de café y ubicarse en sus curules, como los diputados de Libre Edgardo «Chele» Castro, Luis Cruz y José Alberto Vásquez -los tres en busca de la reelección- hicieron con el presidente Mauricio Oliva. Otra que aprovechó para platicar largo y tendido con la secretaria Sara Medina fue la ex-Libre Audelia Rodríguez, que se acomodó con mucho gusto en la mesa de la junta directiva. El diputado David Reyes, asimismo, aprovechó para saludar con gran afecto al diputado de carrera y jurisconsulto Oswaldo Ramos Soto. Finalmente, a las cinco de la tarde pudo comenzar la sesión, en la que se abordó brevemente la Ley de la Carrera Policial (de gran interés para la MACCIH, que ha estado enviando representantes para verificar el proceso), luego, de forma igualmente breve, la Ley de Aeronáutica Civil y, al filo de las 7 de la noche, el nuevo Código Penal en sus últimos artículos.
Eso sí, debido a un reciente informe donde se demostraba la falta de productividad de muchos diputados, una fiebre de proyectos inundó la sesión. Por todos lados, diputados y diputadas se tomaban fotos con sus folios y realizaban transmisiones en vivo para explicar sus proyectos, que además de levantarles un poco el índice de productividad les servirían como banderitas de campaña, aunque los mismos fueran proyectos sin mayor relevancia o trascendencia en el ejercicio legislativo. Hablando de campaña, durante la discusión del Código Penal varios diputados de Libre y de PAC se levantaron de sus curules para dar una conferencia de prensa donde que explicaban que presentarían un recurso de inconstitucionalidad en contra del nombramiento de los magistrados del Tribunal Supremo Electoral. Como en tiempo de campaña cada minutito de tiempo en la tele es bueno, los diputados se apretaban entre sí para lograr caber en el cuadro. A la que no le importan los noticieros ni las entrevistas (porque maneja mejor otros métodos) es a la diputada Irma Aida Reyes, quien mientras sus compañeros peleaban por poner la mejor carita para los medios aprovechó para ponerse al día con la ex-Libre Yenny Murillo.
El artículo 559, sobre los delitos de traición a la patria, suscitó una plétora de manifestaciones de parte de algunos diputados de la bancada de Libre, puesto que el diputado Jari Dixon utilizó sus redes sociales para difundir la noticia que se planeaba eliminarlos del Código Penal para evadir la justicia. Tras una breve explicación por parte del asesor español, Francisco Javier Álvarez, el diputado Rasel Tomé quedó satisfecho al confirmar que dentro de la redacción se incluían todos los actos tipificados como traición a la patria en la Constitución de la República, por lo que manifestó, «Si esto queda claro, lo vamos a apoyar.» La diputada Doris Gutiérrez, sin embargo, aprovechó para comentar que en la reunión de la comisión de dictamen, cuyos miembros ya ni si quiera recordaba por las escasas veces que los vio presentarse a las convocatorias, únicamente ella y Yadira Bendaña fueron las únicas diputadas presentes, y que su recomendación había sido incluir de manera expresa lo que manifiesta la Constitución que son delitos de traición a la patria. Al final, el artículo se aprobó con votos a favor de diputados de todas las bancadas, a excepción de Luis Redondo y Walter Banegas.
Ya para las ocho de la noche, sin embargo, la mayoría de los diputados, agobiados por tanta discusión engorrosa, se habían retirado a sus casas, lo que provocó que el diputado Oswaldo Ramos Soto tomara la palabra para regañar enérgicamente la irresponsabilidad de los diputados de todas las bancadas que habían permitido con su ausencia la falta de quorum a esa hora de la noche. El abogado recomendó al presidente en funciones, Antonio Rivera Callejas, que suspendiera la sesión, recomendación que fue prontamente aplicada por el diputado.
El jueves la historia se repitió de nuevo, cuando la sesión, fijada para las 9 de la mañana, logró comenzar hasta las 12 del mediodía porque no habían suficientes diputados para discutir la agenda. La avalancha de proyectos continuó como el día anterior, pero esta vez el diputado Tomás Zambrano aprovechó para presentar una reforma a la Ley Orgánica del Congreso Nacional para dejar estipulado que aquellos diputados que falten a las sesiones del pleno o a las reuniones de comisión tendrán la deducción de ese día, lo que hasta el día de hoy aún no existe en el reglamento del Congreso Nacional. Sin embargo, los pocos diputados que se encontraban en la sesión del jueves aprovecharon para tener sus reuniones y tertulias, como la diputada Alejandra Mancía, que el miércoles mantuvo una interesante interacción con el jefe de la bancada del Partido Liberal, el diputado Yury Sabas, y el jueves conversó ampliamente con uno de los últimos diputados que aún no formalizan su salida del PAC, Walter Banegas.
Tras el diluvio de proyectos, el casi desierto «pleno» comenzó a discutir de nuevo la Ley de la Carrera Policial, pero ante el espacio que iba creciendo cada vez que un honorable padre de la patria se levantaba de su curul lleno de hastío y desidia para continuar con sus quehaceres de campaña -o simplemente regresar a su vida privada-, el abogado Oswaldo Ramos Soto volvió a tomar la palabra para amonestar con mayor severidad a sus compañeras de cámara por su falta de seriedad en sus responsabilidades legislativas, y prevenir al presidente en funciones, Antonio Rivera, que no lo fueran a juzgar luego por continuar una sesión sin quorum. El presidente en funciones, atento, determinó suspender la sesión nuevamente. Veremos qué nos espera esta semana.
