DE LAS TROMPADAS A LOS ARRUMACOS

CRÓNICA PARLAMENTARIA

Hay dichos en la vida que parecen ser producto de la más patente ficción, como, por ejemplo, «del amor al odio hay sólo un paso». No obstante, la realidad continuamente supera cualquier artilugio de ficción y brinda a sus cronistas las más alucinantes ironías –aunque el elemento sorpresa no sea tan agudo–. Tal fue el caso de las tres primeras sesiones del mes de Agosto, que alejadas del humo, las silbatinas, y hasta varias honorables «trompeadas» entre algunos «padres de la patria», se caracterizaron por un ambiente que bordeaba en lo pasional. En pleno encanto de la camaradería, nuestros legisladores aprobaron la Ley Especial para la Selección de las Autoridades Electorales, sellando con el «arrumaco» el fin de la insurrección legislativa.

El martes, sin embargo, la incertidumbre seguía a flor de piel, por lo que, durante las animadas tertulias previo al inicio de la sesión, varios elementos de la seguridad del Congreso Nacional permanecían apostados frente a los curules de la junta directiva. Sin embargo, llegada la entrada del presidente del Congreso Nacional, Mauricio Oliva, cualquier duda se disipó y el influjo de la renovada armonía inundó el hemiciclo. Diputados de todas las bancadas recibían con abrazos y sonrisas al presidente, que muy pronto ocupó su respectivo curul para dar inicio a la primera sesión legislativa después de casi un mes en receso involuntario.

Mauricio Oliva inició con un discurso felicitando a las –tres– fuerzas políticas por su madurez y espíritu de conciliación, y luego procedió a presentar el proyecto de Ley Especial para la Selección de las Autoridades Electorales, una ley temporal para resolver el conflicto de la elección de los integrantes de los nuevos órganos electorales, según los mismos dictaminadores explicarían más adelante en la semana. Una vez presentado el proyecto de ley, Oliva nombró una comisión especial multipartidaria, presidida por nada más y nada menos que el ex fiscal Jari Dixon Herrera del Partido Libertad y Refundación. La sesión prosiguió con la presentación de varios proyectos de ley y mociones por parte de los diputados, además de la discusión y aprobación de algunos dictámenes, pero mientras tanto el diputado Jari Dixon Herrera, que hasta el momento apenas integraba dos comisiones legislativas únicamente como miembro, desfilaba alegremente en las cercanías del palco de la prensa tras recibir la gracia desde las alturas . En un momento en que Dixon Herrera volvió a su curul, se le acercó el –hasta entonces favorecido por la presidencia del Congreso Nacional– diputado Jorge Cálix, que entre sonrisas le hacía llegar algunas palabras a su compañero de bancada. Luego del anuncio de la convocatoria a la reunión de la comisión el día siguiente por la mañana, el presidente en funciones y vicepresidente de la comisión especial, Antonio Rivera Callejas, suspendió la sesión.

Fotografía: Nincy Perdomo
Fotografía: Nincy Perdomo
Fotografía: Nincy Perdomo

El miércoles la sesión se reanudó directamente con el asunto más urgente entre manos: la lectura del dictamen de la Ley Especial para la Selección de las Autoridades Electorales, que fue firmado por todos los integrantes de la comisión especial salvo por los diputados Tomás Ramírez, del PINU-SD, que emitió voto particular, y el diputado Denis Castro Bobadilla. El presidente Mauricio Oliva se adhirió al dictamen y solicitó la dispensa de dos debates, que con prontitud se aprobó por mayoría. Iniciada la discusión, la mayoría de los artículos se iban aprobando casi por unanimidad.

En medio de las cuantiosas correcciones de estilo, que en su mayoría realizaban los diputados Oswaldo Ramos Soto y Darío Banegas, florecían las guirnaldas de loor, primero para el presidente Mauricio Oliva, después para el presidente de la comisión, Jari Dixon Herrera, y después para la comisión especial en su totalidad y la bancada de Libertad y Refundación. En semejante ambiente primaveral, era muy difícil para el presidente de la comisión recordar las consignas y detonaciones de la insurrección legislativa. Dulcificado por «la majestad de su cargo», aceptaba graciosamente todos comentarios y aportaciones del presidente Mauricio Oliva. Incluso expresó, en un momento de súbita locuacidad, que la política era para encontrar soluciones, y que era necesario dejar de satanizar esta pristina y armoniosa actividad. Tras aprobar veinte artículos de la ley, la sesión se suspendió.

Fotografía: Nincy Perdomo
Fotografía: Nincy Perdomo

El jueves, con el arroz ya a medio cocer, la junta directiva tomó a bien abrir un espacio al principio de la sesión para que los diputados presentaran iniciativas de ley y se aprobaran más dictámenes en mora. Al filo del mediodía, se retomó la discusión de la Ley Especial para la Selección de las Autoridades Electorales, que sin mayores obstáculos iba avanzando en su aprobación. Llegando ya a los últimos artículos, el diputado Oswaldo Ramos Soto pronunció una encendida manifestación en defensa de los acuerdos entre las fuerzas políticas, subrayando que «algunos espíritus» de la sociedad civil vivían fuera de la realidad al exigir la despolitización de los órganos electorales. Una vez aprobada en su totalidad la ley, el presidente Mauricio Oliva nuevamente se dirigió a la cámara para exaltar los consensos obtenidos, y su discurso fue recibido con aplausos de júbilo de parte de todas las bancadas. Tras la lectura y aprobación del acta, la sesión se suspendió. A ver qué nos depara la próxima semana.

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