Si el Brexit fue un revés triste y doloroso para la política del Reino Unido, el 2018 no será mejor según los pronósticos.
Se espera que el Brexit siga golpeando en las negociaciones, Irlanda del Norte también representa un problema a pesar del acuerdo para evitar la construcción de una frontera física entre Irlanda del Norte y la República de Irlanda, pero la solución sigue sin estar clara.
Aunque se espera que sí exista algún tipo de frontera cuando el Reino Unido abandone la Unión Europea, pero, cualquier decisión o acuerdo especial para Irlanda del Norte crearía un antecedente peligroso porque otras regiones en el Reino Unido querrían un trato igualitario y generaría más problemas a las difíciles políticas internas.
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La primera ministra Theresa May podría perder su trabajo por el manejo del Brexit. Aunque es probable que May conserve la presidencia en 2018, pero su gestión del proceso Brexit podría costarle el trabajo, en casi todos los escenarios se ve comprometida su figura de liderazgo, tanto si es reemplazada directamente lo que se conoce como golpe de palacio o en elecciones, lo que complicaría aún más las negociaciones del artículo 50 y la política económica nacional.
Pero no todo está perdido, todo depende de la capacidad de May para manejar la crisis de cada probable escenario y las negociaciones en pro de lo que le conviene a su gobierno:
“Permanecer económicamente cerca de Europa y ser subordinado a algunas de sus reglas, o priorizar su independencia, independientemente de los riesgos económicos que esto conlleve”.
La división de los gabinetes o las fricciones internas es un factor que está y estará presente en los gobiernos; priorizar la economía o la soberanía ambas representan retos importantes que podrían significar reemplazos o vetos.
Otro factor dentro de la variable es la negociación de la deuda del Reino Unido con la Unión Europea que aún no tiene termino.
Fuente original en inglés:
