¿CÓMO ES HANOI?, LA CAPITAL DEL ‘VIETNAM COMUNISTA’ DE LA GUERRA FRÍA [DESCRIPCIÓN HONDUREÑA PARTE 1

EGO25 febrero, 2019

Hanoi.- Probablemente en Honduras no se sabe mucho de Vietnam. Más allá de las películas de ‘Rambo’, o de la típica comparación de Salvador Nasralla de cuantas veces es más grande o más pequeño nuestro país; no hemos de saber más sobre la nación del Sudeste asiático.

Honduras cabe tres veces en Vietnam.

Lo cierto es que este 2019 fue seleccionada como la anfitriona de la segunda cumbre entre el mariscal norcoreano, Kim Jong-un y su par estadounidense, Donald Trump. Ambos protagonizaron una de las tensiones más fuertes de los últimos tiempos entre dos países actores y herederos de la Guerra Fría.

Justo cuando en Honduras se vivía la crisis poselectoral en su máximo esplendor; Kim y Trump, competían por “apretar el famoso botón” nuclear.

A pesar de ser un país orgulloso del Socialismo, Vietnam reconoció la reelección de Juan Orlando Hernández el 11 de enero de 2018.

La primera impresión en los ojos de un hondureño
Una de las primera cosas que uno o una hace, es intentar comparar los lugares a lo que nos es familiar. Quizá sea un mecanismo de defensa o pura nostalgia, pero lo primero que podría cruzársele por la cabeza a un hondureño al salir del aeropuerto y dirigirse a la ciudad, viendo por la ventana de un taxi o del bus; es que da la impresión de estar pasando por La Lima, en Cortés.

La carretera está llena de plantaciones de banano y cuando se llega al primer caserío, el diseño de las casas dan la sensación de estar entrando a El Progreso, Yoro, pero no es así y para sorprendernos de ello solo hace falta voltear a ver nuevamente las casas y su particular diseño rectangular hacía arriba.

Al ver esto desde la entrada a la ciudad, prácticamente una zona semi-rural, podemos comprender que no es necesariamente por falta de espacio, sino más bien una forma de vida de sus habitantes.

El ‘Old Quarter’, o el ‘Viejo Centro’
La mayoría de los taxis del aeropuerto a la ciudad dejan a sus pasajeros extranjeros en la entrada de esa zona. Quizá porque es el lugar donde se ubican la gran mayoría de los hoteles y además, es la parte de la ciudad dedicada a los turistas.

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Mi primera impresión del lugar estaba decorada por banderas rojas con estrellas amarillas (bandera de Vietnam). Vale la pena mencionar que dicha decoración puede llegar a ser muy llamativa para nosotrxs en Centro América acostumbradxs al azúl y blanco, pero después de vivir un año en China era algo de lo que podía saltarme el asombro.

Pocos pasos más tarde por una calle casi vacía, llamó mi atención la cantidad de papelitos de colores tipo confeti (el 5 de febrero se celebró año nuevo) por las dos orillas de la calle. Más adelante, en la zona de mercados era posible observar desde las 7AM varios puestos de comida callejeros.

 

En ellos habían un par de personas sentadas en pequeñas mesitas con banquitos azules de plástico. Sobre las mesas principales reposaban cantidades enormes de noodles.

A las señoras les apuntaban otro montón de señores con sus cámaras. Eso debió ser la siguiente escena que me llamó exageradamente la atención. Esa mañana del 5 de febrero todas, absolutamente todas las personas que vi, llevaban una cámara de fotografía. Al parar en una esquina era posible observar como cada una de esas personas se enfocaba en diferentes objetos.

Mientras esperaba la luz verde en uno de los semáforos de la calle principal del Old Quarter, recuerdo ver a un hombre enfocándose en los techos de las casas. Muchas de estas en la zona se ven bastante viejas y seguramente llama mucho la atención.

También recuerdo que mientras avanzaba por la zebra de uno de los semáforos, un señor desde su motocicleta del otro lado de la calle tomaba fotos y en una de esas me apuntó con total naturalidad.

Y esa se iba haciendo la siguiente característica de la ciudad que empezaba a reconocer, la cantidad de motocicletas; que para ser en plena mañana de un Año Nuevo, circulaba una cantidad exagerada.

En los costados de las calles -y vale la pena resaltar que en casi cada cuadra de esta zona- es posible encontrar un templo budista con dos banderas grandes en la entrada; la de Vietnam y una que representa la temporada festiva, la de colores rojo, azul, amarilla y verde.

En las entradas de los templos es posible leer los famosos caracteres chinos que nos recuerdan lo diferente que es esté país a Occidente e incluso a su similar comunista de la República Popular de China.

 

Continuará…

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