Ante los gritos de cientos de simpatizantes que colmaban la Plaza Gerardo Barrios, en el centro histórico de San Salvador, el empresario Nayib Bukele tomó posesión de su cargo formalmente como presidente constitucional de la República de El Salvador este sábado, convirtiéndose en el sexto presidente desde la suscripción de los Acuerdos de Paz en 1992.
La ceremonia, que por primera vez fue abierta al público salvadoreño, consistió en la Toma de Protesta del presidente Nayib Bukele y el vicepresidente Félix Ulloa, y posteriormente el traspaso de la banda presidencial por parte del presidente de la Asamblea Legislativa, Norman Quijano. Seguidamente, el presidente Bukele hizo un discurso de inauguración, en el que afirmó que sería un presidente para todos los salvadoreños, sin favorecer sectores particulares o partidos políticos. El presidente tomó un momento para dirigirse en lenguaje de señas a la población durante su primera alocución como jefe de Estado.
«Hace 4 meses me presenté acá, en esta misma plaza, como candidato presidencial, y juntos nos comprometimos a pasar la página de la posguerra,» manifestó Bukele, al inicio de su discurso. «Hoy estoy acá para reafirmar aquella promesa: he venido a cumplir con ustedes, con nuestro país, no solo por aquellos que votaron por nosotros, sino por todos.» El presidente continuó su discurso haciendo un símil del estado de El Salvador con la situación de un niño enfermo, pidiendo al pueblo que actuara como una familia para sacarlo adelante aunque tocara tomar «medicinas amargas».
En términos de su plan de gobierno y estrategias de acción, el presidente Bukele resumió de manera bastante escueta su visión: «Les voy a explicar los tres ejes de trabajo que guiarán a nuestro gobierno: inversión en el futuro, inversión pública e inversión en el rescate del talento salvadoreño.» Bukele cerró su primer discurso al frente de la presidencia con un llamado a comenzar trabajar por el país. «A partir de este momento el futuro es nuestro. Depende de nosotros lo que hagamos con él. Con orgullo, es el momento de avanzar. Que Dios nos acompañe en esta gran tarea y que Dios bendiga al pueblo salvadoreño.»
Después de la ceremonia, el presidente Nayib Bukele nombró y juramentó en privado y sin acceso a la prensa a su nuevo gabinete de gobierno, en el que la representación de las mujeres alcanza el 43% de las posiciones. El gabinete está compuesto por Alexandra Hill como Ministra de Relaciones Exteriores; Mario Durán como Ministro de Gobernación y Desarrollo Territorial; Rogelio Rivas como Ministro de Justicia y Seguridad Pública; Nelson Fuentes como Ministro de Hacienda; María Luisa Hayem como Ministra de Economía; Carla Evelyn Hanania como Ministra de Educación; René Merino como Ministro de Defensa Nacional; Óscar Rolando Castro como Ministro de Trabajo y Previsión Social; Pablo Anliker como Ministro de Agricultura y Ganadería; Ana del Carmen Orellana como Ministra de Salud; Edgar Romeo Rodríguez como Ministro de Obras Públicas, Transporte, Vivienda y Desarrollo Urbano; Fernando Andrés López como Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales; Morena Valdéz Vigil como Ministra de Turismo; y Suecy Callejas como Ministra de Cultura.
Nayib Bukele fue alcalde de Nuevo Cuscatlán en 2012 y luego de San Salvador en 2015 con el FMLN. Posteriormente fue expulsado de ese partido y fundó su proyecto Nuevas Ideas, que no pudo ser inscrito a tiempo en el Tribunal Supremo Electoral salvadoreño para asegurar su participación en los comicios del 3 de febrero, por lo que Bukele tuvo que participar por la vía del partido GANA, fundado por el ex presidente Antonio Saca. Es la primera vez, desde la suscripción de los Acuerdos de Paz, que llega a la presidencia un candidato que no pertenezca a los dos partidos que han dominado la configuración política de El Salvador hasta ahora, Alianza Republicana Nacional (ARENA) y el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
