Por Kay Valle
Unidades de la Fuerza Naval de Honduras se beneficiaron de tres meses de capacitación por parte de dos oficiales colombianos. Los oficiales de la Armada Nacional de Colombia, el Teniente de Navío Andrés Bayona Parra y el Sargento Primero de la Infantería de Marina Jorge Mario Valencia Taborda, compartieron sus conocimientos con alumnos hondureños entre el 11 de septiembre y el 7 de diciembre de 2018, en el Centro de Adiestramiento Naval (CAN) de la Base Naval de Puerto Castilla, en la bahía de Trujillo, Honduras.
La instrucción, realizada en el marco del Acuerdo de Cooperación Marítima entre Colombia y Honduras, buscó incrementar las capacidades de los elementos hondureños en operaciones fluviales y marítimas. Asimismo, los cursos realizados permitieron reforzar los lazos de amistad entre ambas instituciones.
El objetivo es “adiestrar a oficiales, suboficiales y tropas en la planificación, conducción y ejecución de operaciones especiales”, dijo a Diálogo el Teniente de Navío de la Fuerza Naval Alfonzo Bonilla García, director del CAN. “[Es] Elevar su nivel profesional en los campos táctico y técnico, en la conducción de tropas especiales, empleando la ciencia y el arte del combate”.
Cursos intensos
Más de 200 alumnos, entre oficiales y suboficiales, participaron de la capacitación que incluyó temas como inteligencia, comando y operaciones en mar y tierra. La instrucción fue dividida en cinco cursos teórico-prácticos y un seminario con casi 200 horas en total.
Entre los cursos, las unidades hondureñas desarrollaron capacidades de inteligencia y contrainteligencia naval, buscando orientar los procesos de búsqueda, análisis y difusión de información. El curso también permitió identificar los niveles estratégicos, operacionales y tácticos de las operaciones navales en todo el territorio nacional.
El curso de Pelotones de Infantería de Marina buscó ayudar al oficial a verificar el entrenamiento y las capacidades de sus tropas para realizar operaciones navales. Según el Tte. de Nav. Bayona, los alumnos aprendieron a tener en cuenta los factores de misión, enemigo, tiempo, terreno, tropas disponibles, ambiente operacional y población civil. El objetivo, dijo a Diálogo, es “realizar un buen planeamiento y lograr de esta forma el cumplimiento de la misión encomendada por el mando superior”.
Por su parte, el curso de Operaciones Urbanas impartió las tácticas necesarias para operar en áreas altamente pobladas y con obstáculos, como viviendas, negocios o vehículos, para identificar los cursos de acción necesarios tomando en cuenta la seguridad de la gente. Otro curso se enfocó en las operaciones en selva, donde los oficiales hondureños aprendieron a desarrollar procedimientos ofensivos y defensivos en contra del enemigo.
Con los conocimientos compartidos, “se pueden combatir todas aquellas amenazas nacionales y trasnacionales como el narcotráfico, el tráfico de inmigrantes, la trata de personas, el tráfico de armas, el contrabando, entre otros”, dijo el Tte. de Nav. Bayona. “[Se puede luchar contra] las [redes] que utilizan como medio de transporte las zonas marítimas, fluviales y costeras, áreas de responsabilidad de la Fuerza Naval y que afectan los intereses marítimos del país”.
Potenciar la Fuerza Naval
Según el Capitán de Navío de la Fuerza Naval de Honduras José Domingo Meza, director de Relaciones Públicas de las Fuerzas Armadas de Honduras, la instrucción por parte de los oficiales de la Armada colombiana eleva el nivel de preparación de la Fuerza Naval. “Colombia tiene una experiencia considerable en los temas lacustres, terrestres y fluviales, y recibir capacitación de sus expertos potenciará de manera considerable las Fuerzas Armadas [de Honduras]”.
El apoyo de Colombia permite fomentar el intercambio de información entre ambos países, agregó el Cap. de Nav. Meza. De igual forma, dijo, fortalece las relaciones binacionales para poder enfrentar juntos el narcotráfico y otros delitos conexos de la región.
Por su parte, el Tte. de Nav. Bayona resaltó la buena disposición de los oficiales hondureños. “Son jóvenes inteligentes, disciplinados y con muchas ganas de ser cada día mejores”, dijo. “[Tienen] ideas innovadoras para mantener y mejorar la Fuerza Naval de Honduras con la finalidad de proyectar un poder naval que cuide y garantice los intereses marítimos, fluviales y costeros del país”.
Es la segunda vez que la Armada de Colombia imparte el mismo conjunto de cursos a oficiales hondureños. El CAN recibió a instructores colombianos por primera vez en 2016. Para el 2019, el CAN solicitó unos cursos –básico y avanzado de operaciones fluviales e instructores de artillero fluvial, entre otros– que se impartirán en la Escuela de Combate Fluvial de la Infantería de Marina de Colombia.
“Los escenarios son distintos [en Colombia]”, concluyó el Tte. de Nav. Bonilla. “Por esa razón mi recomendación fue que nos certificaran como instructores para crear un curso que se adapte a los medios logísticos, los escenarios y el tipo de conflicto que aquí se viven”.
