Marvin Ponce, la orfandad política del asesor presidencial

ALG22 noviembre, 2019

Marvin Ponce se define como un hombre de izquierda, en un gobierno de derecha. «Mis ideas no han cambiado», dice, al reconocerse sólo. De pocos amigos, se deja claro que él no es un burgués. Un líder comunitario con mucha trayectoria en la lucha popular antes de incorporarse al Congreso Nacional por el Partido Unificación Democrática. Es sin lugar a dudas uno de los personajes políticos más interesantes en la actualidad, si bien reconozco no ha de ser fácil estar en sus zapatos. Un hombre campechano, honesto al hablar y de fácil acceso, es también de carácter explosivo, cuando le pedimos la entrevista para esta sección de El Pulso, no dudó en contarnos su vida que hoy transcribimos:

«Yo nací en la colonia San Francisco, una colonia de mucha lucha en Tegucigalpa en los años 60 y 70 para poder construir nuestras viviendas. En esos momentos las políticas públicas de acceso a la vivienda eran muy pobres y no habían muchas tierras en la capital. Un grupo de empresarios y personalidades criollas de la época se apropiaron de las mejores tierras de Tegucigalpa, la familia Soto, los Midence, los Bendeck. Yo inicié mi lucha a los 10 años luchando por la tierra en la colina San Francisco, en contra de Zacarías Bendeck, que era dueño de la colonia Centroamerica.

»Mi lucha inició también en contra de la oposición de mi papá. Él, como poblador, era el presidente del comité nacionalista en la colonia, en aquella época en donde todavía gobernaban los militares. Él era del equipo de apoyo de Zuniga Agustinus, cachureco de la sepa, como decía él.

»Yo tenía ideas diferente a las suyas. Recuerdo que a los nueve años mi papá me quería llevar a la iglesia católica, a la colonia llegaban unos seminaristas a dar doctrina y yo le dije a mi papá que yo no quería saber nada de doctrina. ¿Por qué? Me preguntó. Porque yo soy comunista, le dije, sin saber nada de comunismo. No se de dónde salió eso.

»En ese tiempo el Partido Comunista era fuerte, Matías Funez, Rigoberto Padilla, Andrés Pineda, Urbano Osorio, Mercedes Ríos eran dirigentes comunistas. Nosotros fuimos los impulsores de la creación de grandes centros de población recuperando la tierra, nos conocían como invasores, recuperamos más o menos unas seis mil manzanas de tierra de los que ahora se conoce como la colonia Flor del Campo, El Carrizal II, El Pantanal, la Ramón Amaya Amador, Las Torres, La Canaan, La Guillén. Eran supuestos dueños los Bendeck, que la alcaldía les había dado una tierra para poder crear árboles para la producción de fósforos y ellos entonces se quedaron con la tierra y la urbanizaron. Cuando nosotros investigamos que la tierra eran ejidales iniciamos una lucha frontal.

»Posteriormente me incorporo al movimiento estudiantil, ya siendo estudiante del Central Vicente Cáceres, fue miembro del Frente de Acción Revolucionaria (FAR), con Roberto Zelaya, Gálvez Matute… Hugo Noe Pino y Martín Barahona ellos eran más del área pro-china, nosotros éramos más del área “pro-gordos”, como le decíamos en aquellos tiempos.

»Luego al salir hice una práctica para optar a un puesto público en el INA, allí nos capacitaron y en el año 80 ya fui a trabajar al bajo Aguán con campesinos de las cooperativas, cuando acababan de iniciarse la siembra de palma africana. El diputado Óscar Nájera era mi jefe. Yo fui promotor de Reforma Agraria y también agente económico, éramos de los que capacitábamos en educación, en finanzas y administración a las empresas campesinas. Llevábamos la contabilidad y hacíamos una serie de acciones que permitía generar desarrollo económico en las cooperativas.

»Del bajo Aguán pasé a Guaymas, allí creamos con el doctor Valdemar Ochoa lo que hoy es la empresa campesina Hondupalma, un gran proyecto agroindustrial que hoy es la experiencia campesina más importante del mundo. Ningún proyecto creado por campesinos en el mundo ha tenido tanto éxito como Hondupalma y eso desgraciadamente aquí no se sabe.

»El proyecto de Hondupalma consistió desde la toma de la tierra desde los tiempos del dirigente socialista Lorenzo Zelaya, cuando después de la huelga del 54 hubo una lucha por la tierra, tomaron un campo que se llamaba Cabeza de vaca, que era más una tierra de ganadería. Allí llegaron los ex-empleados de las bananeras y crearon las cooperativas campesinas. Luego en una segunda etapa se crearon las empresas de área y las cooperativas, según el esquema de la Reforma Agraria. Allí se impulsó la siembra de palma africana.

»Era muy temerosos a esa producción para los campesinos, porque para la palma africana hay que estar cuatro años en el cultivo, antes que comience a producir y como todos estos campesinos venían emigrados del sur o de las compañías bananeras, le tenían mucho miedo a la palma africana, muchos incluso estaban en contra de que se sembrara. Tuvimos que generar un gran consenso para lograr que la palma africana se diera en Hondupalma.

»La ventaja de Hondupalma ahora, es que los hijos de los campesinos que la conformaron hoy son gerentes, ingenieros y pasaron de la etapa primitiva de tener la palma a tener su propia industria que se modernizó en los años 90.

»Hondupalma ha tenido un despegue económico sin precedentes. Tiene hospitales, paga maestros, tiene un proyecto para los jóvenes hijos de los campesinos, tiene más de 500 profesionales graduados de universidades y colegios técnicos. Son más de 10,000 familias que dependen de la economía de la palma africana.

»Hondupalma es el polo económico que desarrolla la ciudad de El Progreso en este momento, superó lo que era la Tela o la Standard, con la economía que genera el cultivo de la palma africana.

»Me siento orgulloso de haber formado parte de ese proyecto porque hicimos un emporio económico en poder de los campesinos y eso contrasta con lo que se formó después, cuando viendo que se estaba creando poder económico en los campesinos se cambió el esquema y vino la contra reforma agraria con la Ley de Modernización Agrícola en el gobierno de Callejas que permitió que los campesinos pudieran vender sus tierras y sus fincas. Con ese modelo neoliberal de Callejas se desmanteló la reforma agraria en el bajo Aguán, muchas cooperativas cayeron, excepto Hondupalma, que estaba ya bien sólida.

»Yo aprendí mucho en Guaymas, toda mi lucha se la debo a los campesinos, todo lo que yo soy como dirigente, como líder, se lo debo a ese aprendizaje.

»Luego tuvimos unos problemas de carácter ideológico, yo era muy afín al movimiento de liberación Cinchonero y por eso fuimos perseguidos. Fui desaparecido político por 200 días, estuve en las celdas del DIN, un militar de nombre Moran Morel me sacó y me fui del país.

»Me tocó ir a México, allí estudié economía rural y desarrollo agrícola y eso me posicionó con los campesinos. Ya entonces yo era dirigente sindical del INA.

»De allí en el año noventa pasé a trabajar con la CNTC por dos años; luego con la Asociación Cristiana de Jóvenes, desarrollando comunidades, trabajando con jóvenes en patronatos y juntas de agua. Creamos proyectos urbanos en la zona de El Carrizal, la San Francisco, la 21 de febrero, las Torres. Para el 93 era directivo del COCOCH, con quién trabajamos muy fuertemente con campesinos y ya para el 94 fundamos el partido Unificación Democrática.

»Ya para el 2,000 surgió la oportunidad de postularme para un puesto de elección popular y ganamos dos veces la diputación, en una de ellas fui vicepresidente del Congreso. Fundamos también el Bloque Popular con Oscar García, Altagracia Fuentes, Jesus A Chávez y después llegó Juan Barahona, el grillo, Carlos H Reyes. Éramos 1,000 personas que salíamos a la calle contra el paquetazo, contra la destrucción de la reforma agraria. Desgraciadamente Juan Barahona le entregó el Bloque Popular a Mel Zelaya.

»Cuando se dio el golpe de Estado fui de los que salió de frente a tal grado que fui atacado salvajemente por los militares y eso me generó estas heridas que usted puede ver. En ese momento no existía el partido Libre, yo estaba en la UD. Entonces el FNRP boicoteó las elecciones, entre ellos a nuestros candidatos de la UD, nos presionaban para que no fuéramos a elecciones y allí tuvimos nuestra primera ruptura. Querían que no nos presentáramos a elecciones: sacamos 4 diputados. Después Libre acaparó más de la mitad de gentes del partido UD y nos siguió debiliando.

»He sido amigo de la gente de Libre, venimos de la lucha popular. Pero nunca me gustó el partido por el caciquismo que ejerce Mel Zelaya.

»A Mel lo admiro como dirigente, es un hombre que se reconvirtió de ser un burgués rural, dueño de bosques (que es lo peor que puede haber en la zona rural en cuanto a terrateniente, el bosquero, el que depreda el bosque y no le da nada al Estado). Yo nunca tuve mucho que ver con Mel, sobre todo por lo que fue la masacre de Los Horcones, de la cual no lo culpo a él porque fue su papá quien participó en esa masacre, pero allí el dueño del partido es Mel, si él no decide no hay nada que se articule sino mire ahorita que se lanzó Jorge Cálix, que es el líder joven que más ha crecido en Libre y no lo dejaron crecer, se lo comieron incluso los mismos de Libre.

»En las primeras elecciones que participó Libre, nosotros creímos que Xiomara era una buena candidata. Nosotros éramos un un pequeño partido de izquierda, apoyamos todas las estrategias de Mel, apoyamos El Alba, apoyamos Petrocaribe, la Cuarta Urna, todas las estrategias para darle vida a una nueva democracia en el país. Nosotros llevamos al partido a una asamblea para aliarlo con Libre y después de mucho engañarnos con reunionitis, Mel Zelaya nos dijo que no nos aceptaba como aliados y nos dejaron a la deriva, sin candidato incluso y fue allí que sacamos a Andrés Pavón, que fue un fracaso político.

»Yo le dije a los líderes políticos de ese momento, a David Romero, a Esdras Amado López, Flores Lanza, Rafael Alegría, Juan Barahona que estaban en esa reunión, que sino nos aceptaban como aliados, los considerábamos rivales a partir de esa fecha y así fue.

»De allí viene un distanciamiento, nos hicieron una campaña sucia los de Libre en esas elecciones, nos golpearon bastante, solo sacamos dos diputados. Yo tuve la oportunidad allí de ser vice presidente del congreso.

»Con Juan Orlando Hernandez yo ya me conocía, fuimos compañeros en la Universidad, incluso fuimos rivales en planillas de estudiantes en la UNAH. Luego nos volvimos a conocer en el Congreso. Ya antes, cuando era secretario de Pepe Lobo, yo llevaba a los campesinos al Congreso y Juan Orlando nos abría las puertas, nos atendían muy bien, teníamos cierta afinidad, siempre con las diferencias ideológicas.

»Cuando JOH gana las elecciones de 2013 me dijo que quería que yo lo acompañara como ministro, que iba a haber un gobierno de unidad. Yo le dije que lo iba a pensar, me ofreció entonces ser su asesor presidencial, al final luego de consultarlo con mi familia tomé la decisión de estar en el gobierno.

»Yo razonaba que siempre había sido un político de oposición, y que si se trata de servir a la gente se puede también servir desde el poder. Lo más fácil es hacer oposición y decir Fuera Joh, tirar piedras, eso es lo más fácil y eso lo he hecho toda la vida, pero también quería ver cómo se gobierna un país, como se toman las desiciones. He aprendido mucho, pero sobre todo he ayudado mucho a los más pobres.

»He llevado cinco mil pisos  de cemento a 140 barrios y colonias de la capital, hemos formado a más de dos mil dirigentes, les hemos dado formación política y técnica, tengo un trabajo de base muy fuerte, gente de base de libre, cachurecos, liberales, hemos luchado para que en los proyectos no hubiera ayuda solo a los cachurecos sino a los pobres, a todos sin importar de qué partido fueran.

»Esta inversión en el gobierno me ha generado mucho conflicto a mí, porque se ha generado toda una cultura de odio que nos ha generado una situación bastante áspera; unos me dicen que soy vendido, que me di vuelta, otros me invitan a que me meta a libre…

»Las críticas han sido aún más fuertes después de la reelección, por que claro, yo vengo de la izquierda nata, de la lucha popular prolongada, no de papaditas de tomar calles, vengo de los movimientos con 30 años de calles, de décadas, no soy improvisado.

»Tengo clara mi posición ideológica, yo no soy nacionalista, yo soy de izquierda en un gobierno conservador. Pero allí también puedo ayudar a los pobres, decirle al presidente las cosas buenas que debe hacer, que debe reunirse con los líderes populares, que hay que generar esperanzas a las cooperativas, a los campesinos. Muchas de esas políticas se han implementado en el gobierno, y han llegado a los pobres.

»La lucha progresista no pasa de moda. Yo soy un intelectual orgánico de la lucha popular prolongada en Honduras, un interlocutor entre el movimiento social y el gobierno. Lo que hago lo hago con la mejor convicción de que se puede mejorar las cosas en el país. Yo no creo que la confrontación sea la mejor salida, tampoco que libre sea un partido de izquierda, si la conducción está conformada por liberales que vienen resentidos con la conducción de su partido por el golpe de Estado y no necesariamente porque han sido formados. ¿Qué nos puede enseñar Carlón de ser izquierda? Yo tengo respeto por Gilberto Ríos, por Rafael Alegría, Bartolo Fuentes, les tengo mucho respeto, pero creo que ellos no han tenido la lucha que yo he llevado en mi vida y lo más importante, que yo creo que soy un hombre honesto y eso no es algo fácil, porque estando en el poder cualquiera se desvía, la tentación está allí, pero yo me conformo con el salario que gano, soy un luchador contra la corrupción desde el gobierno.

»A donde yo pueda servir al pueblo allí voy a estar. Nunca he traicionado las convicciones, las ideas políticas para dañar a otras ideas progresistas, siempre ha sido para la mejor gobernabilidad del país, para solución de conflictos. Yo me encargo de solventar conflictos previo a que lleguen a casa presidencial. Me desplazo por todo el país, me reúno con todos los ministros buscando la solución de conflictos, antes que lleguen al presidente, porque al presidente hay que llevarle soluciones no problemas. Si el presidente me pide una opinión se la doy con toda responsabilidad y no le miento, yo le he dicho al presidente por ejemplo que él no puede reelegirse más, que la gente ya no lo quiere, que la gente ya está tan confrontada que se ha creado una apología del odio a su persona.

»Hay muchos que creen que el presidente Hernandez puede seguir y debe seguir, nosotros le hemos dicho con mucha transparencia que no es conveniente que él siga en el poder después de terminar este período en una elección controvertida pero que fue legal, porque la legalizó la Corte Suprema, el Tribunal Electoral y los partidos políticos al participar en las elecciones.

»Este trabajo ha sido bastante cansado, hemos pagado un costo político muy fuerte pero no me arrepiento. Todo lo veo como un proceso dialéctico. No digo que no me haya equivocado, pude haberme equivocado, pero gritando fuera Joh no llevaba proyectos a las comunidades. Desgraciadamente todo se sataniza aquí.

»El golpe de Estado se lo llevó todo, se llevó también el movimiento social que fue acaparado por Libre. El dirigente campesino Rafael Alegría dejó de servir a los campesinos para servir a un partido político, el dirigente sindical Juan Barahona dejó de servir a los sindicatos para servir a un partido político y muchos así, maestros que dejaron su lucha para pelear por un partido. Vea la crisis en la que entraron también los colegios magisteriales, los movimientos campesinos cayeron porque dejaron de pelear por políticas justas en el agro, el de jóvenes que están desmantelados y lo que hay ahora son los expedientes de los encapuchados. No hay trabajo político, trabajo social.

»Yo sigo siendo de izquierda, no he cambiado mis ideas. Creo que tenemos base sólida para buscar una diputación, pero el Congreso que hay ahora no me gusta, se ha vuelto panfletario, oportunista, metiendo leyes para proteger a los corruptos, negociaciones bajo la mesa para conseguir cargos públicos, nunca se habla de economía en el Congreso, no se habla de reforma agraria, de la pequeña empresa, de presupuesto. Allí solo van a aprobar leyes para defenderse los mismos diputados.

»Cuando estuve en el Congreso presenté más de 73 proyectos, legalizamos más de dos mil cooperativas que tenían problemas de tierras. Mi paso por el congreso fue de legislador, si hablaban de energía me ilustraba con alguien que supiera de energía para participar, si hablábamos de economía me asesoraba del FOSDEH. Porque no se trata solamente de ser opositor a todo, sino de cuestionar las cosas malas y proponer.

»Nosotros en la bancada de la UD logramos aprobar muchos proyectos a pesar que éramos una bancada rebelde, me tocó desarrollar todo lo que es la colonia San Francisco y la Ramón Amaya Amador con proyectos que promovimos desde el congreso, alcantarillados, cunetas, agua potables. Mi barrio en la colonia San Francisco hoy está completamente pavimentada y esa pavimentación se logró por un decreto y las calles intermedias las financiamos con el fondo departamental, con comisiones de transparencia, barrio por barrio, para que nadie se robara ni un centavo.

»Yo se que muchos que me ven con Juan Orlando piensan que estoy en el lugar equivocado, que me critican, entiendo por qué me critican desde esa perspectiva ideológica antagonista. A nosotros nos crearon con odio, pero esto es una lucha de poder, uno lucha desde su trinchera».

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